domingo, 29 de junio de 2025

Manuel Tagueña

                                                        MANUEL  TAGUEÑA

          FÍSICO, MILITAR Y MÉDICO. UN CIENTÍFICO  ENTRE LAS ARMAS Y LA CIENCIA

 

Fue fundamentalmente un matemático, físico y docente español, además de médico que dedicó gran parte de su entusiasmo y capacidad a la actividad militar, por la que es conocido, mandando durante la guerra civil diversas e importantes unidades militares siempre enrolado en las filas del partido comunista español en el que creyó y por el que apostó, acabando sintiéndose abandonado, entristecido y desilusionado. 

Manuel Tagueña Lacorte nació en Madrid en 1913 en el seno de una familia de clase media, de ascendencia aragonesa. Tras estudiar el bachillerato en un colegio de maristas, se licenció en Ciencias Físico-Matemáticas en la Universidad Central en 1933, con premio extraordinario, y en el curso 1934-35 ejerció de profesor interino en el Instituto de Molina de Aragón, y en el de  1935-36, era profesor ayudante  en la Cátedra de Tecnología de la Universidad madrileña y preparaba su doctorado en Ciencias Físicas haciendo simultáneamente su servicio militar decidiendo hacerse oficial de complemento.

Se sintió atraído por la mística y el romanticismo, abrazando el comunismo e ingresando en las Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas (MAOC) sin dejar de formar parte de las juventudes comunistas y socialistas, lo que fue malquisto por la dirección del partido. Participó activamente en los movimientos pro-republicanos de diciembre de 1930 formando parte de sus grupos armados.

Al comenzar la guerra civil, siendo ya miembro de las juventudes socialistas, marchó a Getafe a sofocar a los sublevados del cuartel de Artillería y después a Carabanchel y posteriormente a Villalba donde al organizarse el Batallón Octubre nº II fue nombrado capitán ayudante. En Septiembre se le nombró comandante del citado batallón. Se incorporó al partido comunista y en enero de 1937 pasó a mandar la 30 Brigada mixta y en el mes de Julio de este mismo año se hizo cargo de la tercera división. En marzo de 1938 fue ascendido a teniente coronel encomendándosele el mando del XV Cuerpo de Ejército con el que llevó a cabo la operación de la Batalla del Ebro, llegando a tener bajo su mando  a 35.000 hombres, el mayor despliegue de posibilidades del ejército republicano en las postrimerías de la guerra  civil, que una vez perdida, le obligó a replegarse hacia la frontera francesa en febrero de 1939. Volvió a España a la zona centro y visto la imposibilidad de continuar la guerra volvió a París donde se reunió con su esposa, Carmen Parga Parada, una coruñesa Licenciada en Filosofía y afiliada al PC, autora de unas memorias importantes, para seguir viaje a Moscú vía Leningrado.

En Moscú, para completar su formación militar, ingresó como  alumno de la prestigiosa Academia Militar Frunze para acabar como profesor de la misma, pero con la aproximación de los alemanes en la II Guerra Mundial fue evacuado junto con su familia al Asia Central a Tashkent (Uzbekistan). Terminada la guerra volvió a Moscú y en 1946 fue enviado como asesor militar primero a Belgrado (Yugoslavia) y después (sospechoso de simpatizar con Tito) a Checoslovaquia (Brno) donde comenzó a despegarse de la actividad militar para volver a la ciencia, trabajando como asistente en el Instituto de Biología de la Universidad de Masaryk, y a partir de 1952 como jefe de la Cátedra de Física y Química de la Facultad de Medicina, comenzó a su vez a estudiar Medicina en la que se licenció en 1955, publicando diversos trabajos de investigación y llegando a dominar cuatro idiomas ruso, serbocroata, checo y francés.

Intentó mantenerse al margen de las disputas por el control del Partido Comunista Español y la experiencia le aparta del comunismo y le enfrenta a la dirección del PCE. Según sus propias palabras: ”vi claramente que no se admitían países independientes, sino satélites a los que explotar, los restos de mi fe se tambalearon, servir a dicha política significaba servir a un país extranjero sin justificación ideológica posible”. Tras años de solicitarlo consiguió permiso para abandonar Checoslovaquia.

En avión llegó de Praga a México en Octubre de 1955 con su familia, llevando una invitación del Instituto de Física de la Universidad Autónoma de México, pero su pasado comunista imposibilitó su incorporación, por lo que se dedicó a dar clases particulares, a traducir para un centro de investigación y finalmente asesor médico en los laboratorios farmacéuticos Servet. Solo volvió a España una vez en 1960 para ver a su madre enferma, rechazando la idea de quedarse como un arrepentido porque “su puesto, mientras no se superara la guerra civil estaba en el bando de los vencidos”. Sus dos hijas, una nacida en Moscú y otra en Brno son ciudadanas mejicanas.

Falleció en México en 1971 a los 58 años de edad.

 

                                                                    Jesús Lobillo Ríos

                                               Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena

                                                        “benaltertulias.blogspot.com”

 

Bibliografía.-

Fundación Pablo Iglesias

Martin Rubio, A D.-“Real Academia de la Historia”

Martínez Reverte J.- “La batalla del Ebro”. Crítica 2003.

Hugh Tomas.-La guerra civil española”. Grijalbo 1976