MANUEL
TAGUEÑA
FÍSICO, MILITAR Y MÉDICO. UN
CIENTÍFICO ENTRE LAS ARMAS Y LA CIENCIA
Fue fundamentalmente un
matemático, físico y docente español, además de médico que dedicó gran parte de
su entusiasmo y capacidad a la actividad militar, por la que es conocido, mandando
durante la guerra civil diversas e importantes unidades militares siempre
enrolado en las filas del partido comunista español en el que creyó y por el
que apostó, acabando sintiéndose abandonado, entristecido y desilusionado.
Manuel Tagueña Lacorte nació en
Madrid en 1913 en el seno de una familia de clase media, de ascendencia
aragonesa. Tras estudiar el bachillerato en un colegio de maristas, se licenció
en Ciencias Físico-Matemáticas en la Universidad Central en 1933, con premio
extraordinario, y en el curso 1934-35 ejerció de profesor interino en el
Instituto de Molina de Aragón, y en el de 1935-36, era profesor ayudante en la Cátedra de Tecnología de la Universidad
madrileña y preparaba su doctorado en Ciencias Físicas haciendo simultáneamente
su servicio militar decidiendo hacerse oficial de complemento.
Se sintió atraído por la mística
y el romanticismo, abrazando el comunismo e ingresando en las Milicias
Antifascistas Obreras y Campesinas (MAOC) sin dejar de formar parte de las
juventudes comunistas y socialistas, lo que fue malquisto por la dirección del
partido. Participó activamente en los movimientos pro-republicanos de diciembre
de 1930 formando parte de sus grupos armados.
Al comenzar la guerra civil,
siendo ya miembro de las juventudes socialistas, marchó a Getafe a sofocar a
los sublevados del cuartel de Artillería y después a Carabanchel y
posteriormente a Villalba donde al organizarse el Batallón Octubre nº II fue
nombrado capitán ayudante. En Septiembre se le nombró comandante del citado
batallón. Se incorporó al partido comunista y en enero de 1937 pasó a mandar la
30 Brigada mixta y en el mes de Julio de este mismo año se hizo cargo de la
tercera división. En marzo de 1938 fue ascendido a teniente coronel
encomendándosele el mando del XV Cuerpo de Ejército con el que llevó a cabo la
operación de la Batalla del Ebro, llegando a tener bajo su mando a 35.000 hombres, el mayor despliegue de
posibilidades del ejército republicano en las postrimerías de la guerra civil, que una vez perdida, le obligó a
replegarse hacia la frontera francesa en febrero de 1939. Volvió a España a la
zona centro y visto la imposibilidad de continuar la guerra volvió a París
donde se reunió con su esposa, Carmen Parga Parada, una coruñesa Licenciada en
Filosofía y afiliada al PC, autora de unas memorias importantes, para seguir
viaje a Moscú vía Leningrado.
En Moscú, para completar su formación
militar, ingresó como alumno de la
prestigiosa Academia Militar Frunze para acabar como profesor de la misma, pero
con la aproximación de los alemanes en la II Guerra Mundial fue evacuado junto
con su familia al Asia Central a Tashkent (Uzbekistan). Terminada la guerra
volvió a Moscú y en 1946 fue enviado como asesor militar primero a Belgrado
(Yugoslavia) y después (sospechoso de simpatizar con Tito) a Checoslovaquia
(Brno) donde comenzó a despegarse de la actividad militar para volver a la ciencia,
trabajando como asistente en el Instituto de Biología de la Universidad de
Masaryk, y a partir de 1952 como jefe de la Cátedra de Física y Química de la
Facultad de Medicina, comenzó a su vez a estudiar Medicina en la que se
licenció en 1955, publicando diversos trabajos de investigación y llegando a
dominar cuatro idiomas ruso, serbocroata, checo y francés.
Intentó mantenerse al margen de
las disputas por el control del Partido Comunista Español y la experiencia le
aparta del comunismo y le enfrenta a la dirección del PCE. Según sus propias
palabras: ”vi claramente que no se admitían países independientes, sino
satélites a los que explotar, los restos de mi fe se tambalearon, servir a
dicha política significaba servir a un país extranjero sin justificación
ideológica posible”. Tras años de solicitarlo consiguió permiso para abandonar
Checoslovaquia.
En avión llegó de Praga a México
en Octubre de 1955 con su familia, llevando una invitación del Instituto de
Física de la Universidad Autónoma de México, pero su pasado comunista
imposibilitó su incorporación, por lo que se dedicó a dar clases particulares,
a traducir para un centro de investigación y finalmente asesor médico en los
laboratorios farmacéuticos Servet. Solo volvió a España una vez en 1960 para ver
a su madre enferma, rechazando la idea de quedarse como un arrepentido porque
“su puesto, mientras no se superara la guerra civil estaba en el bando de los
vencidos”. Sus dos hijas, una nacida en Moscú y otra en Brno son ciudadanas
mejicanas.
Falleció en México en 1971 a los
58 años de edad.
Jesús Lobillo Ríos
Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena
“benaltertulias.blogspot.com”
Bibliografía.-
Fundación Pablo Iglesias
Martin Rubio, A D.-“Real Academia
de la Historia”
Martínez Reverte J.- “La batalla
del Ebro”. Crítica 2003.
Hugh Tomas.-La guerra civil
española”. Grijalbo 1976