domingo, 21 de abril de 2024

Luis Simarro

                                                          LUIS  SIMARRO LACABRA

ALIENISTA, MÉDICO, PSIQUIATRA, HISTÓLOGO Y PRIMER CATEDRÁTICO DE PSICOLOGÍA

 

Fue un médico de saber enciclopédico, interesado tanto en la ciencia como en el arte, dominaba el latín y el griego, y era amigo de científicos, intelectuales, artistas y políticos que frecuentaban su casa y su laboratorio, modernizador de la neurología y la psicología experimental en España, colaborador, amigo y competidor de Ramón y Cajal que lo hizo vocal de la Junta de Ampliación de Estudios (JAE) a través de la cual influyó poderosamente en la modernización del país.

Nació en Roma en 1851 donde su padre el pintor Ramón Simarro disfrutaba de una pensión, quedando huérfano a los tres años tras la muerte de su padre y el posterior suicidio de su madre. Superó su bachillerato en Valencia recibiendo la poderosa influencia del profesor liberal Vicente Boix, y comenzó a estudiar Medicina en esta Universidad en 1868 que, debió de abandonar, por sus ideas liberales, para terminarla en Madrid en 1873, frecuentando la Institución Libre de Enseñanza en donde dio clases de óptica, y la Escuela Práctica Libre de Medicina de Pedro González de Velasco donde enseñó higiene que fue el tema de su tesis doctoral que defendió en 1875.

Comenzó a ejercer como médico supernumerario en el Hospital de la Princesa en Madrid y en el Museo Antropológico, y obtiene la plaza de director de “la casa de dementes de Leganés”, donde comienza a realizar autopsias de los pacientes fallecidos, razón por la que tiene que dimitir ante la oposición de las autoridades eclesiásticas, volviendo a Paris donde continúa su especialización con los maestros Duval, Charcot y Renvier, practicando las técnicas de tinción histológica con nitrato de plata publicadas por el italiano Camilo Golgi, a las que aplicó el método fotográfico, arte al que era un gran aficionado.

A su vuelta a España practica todos estos conocimientos en las autopsias de los pacientes del Dr. Madinaveitia y las comparte con sus amigos y discípulos entre los que cuentan Achúcarro, Gayarre, Lafora y Sacristan y sobre todo Ramón y Cajal con el que competirá por la cátedra madrileña. Impartió lecciones en la Institución Libre de Enseñanza, en el Ateneo de Madrid, en la Escuela de Criminología y en la Universidad Popular de Valencia que creara Vicente Blasco Ibañez. Simarro publicó muy poco pese a su gran actividad como consultor y perito médico. Son conocidos sus informes que, sobre el estado mental del diputado Martin Larios, realizó junto con José María Escuder y Jaime Vera, y del cura Cayetano Galeote Cotilla asesino del primer obispo de la Diócesis de Madrid-Alcalá.

Si bien la cátedra de Histología de Madrid fue ganada por Cajal, Luis Simarro obtuvo en la década siguiente, la Primera Cátedra de Psicología Experimental de la Universidad Central en 1902, convirtiéndose en el primer profesor de esta materia en el mundo desde donde desarrolló y difundió sus conocimientos. Se conservan unos mil diagnósticos, cuidadosamente recogidos de los enfermos que le consultaron. Atendió a Juan Ramón Jiménez al que incluso llegó a albergar en su casa. Fue un fiel colaborador de Cajal como vocal de la Junta de Ampliación de Estudios que tanto beneficio deparó a España. En 1910 publicó en defensa del pedagogo y librepensador anarquista Ferrer y Guardia, “El proceso Ferrer y la opinión europea” con gran repercusión internacional.

Republicano, librepensador, agnóstico, llegó a ser Gran Maestre del Gran Oriente Español. Poseedor de una espléndida biblioteca y de una gran colección pictórica, donó todos sus fondos documentales y científicos para la creación  de un laboratorio de psicología experimental que se creó en 1927 y que perdería su autonomía al llegar la guerra civil, y que se guardan hoy día en la Universidad Complutense de Madrid.

Falleció en Madrid en 1921 a los 70 años  de edad.

 

                                                                  Jesús Lobillo Ríos

                                        Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena

                                                        “benaltertulias.blogspot.com”       

Bibliografía.-   

Helio Carpintero Capell. Real Academia de la Historia.

Archivos de la UCM.

domingo, 14 de abril de 2024

El sendero de las lágrimas

(Historia de un Genocidio)

 

Entre 1830 y 1850 el gobierno de los Estados Unidos realizó una limpieza étnica gradual, sin prisas, pero sin pausas, para expulsar de sus tierras ancestrales a los nativos que formaban las denominadas Five Civilized Tribes (Cinco Tribus Civilizadas) formadas por las naciones Cherokee, Creek, Semínola, Chickasaw y Choctaw[1]. Ese título fue una clasificación de los blancos estadounidenses de ascendencia europea a los pueblos indígenas que habían adoptado atributos de la cultura angloamericana.

El largo éxodo, conocido como Trail of Tears (Sendero de Lágrimas), se desplegó a lo largo de 2.200 millas a través de nueve estados, movilizando a unos 60.000 nativos desde sus tierras del sureste hacia el oeste del río Mississippi. Los Estados por el que transcurrió fueron Alabama, Arkansas, Georgia, Illinois, Kentucky, Misuri, Carolina del Norte, Oklahoma y Tennessee. Los indios cherokees[2] fueron los últimos que se vieron obligados a dejar sus tierras en 1838 porque (¡maldito parné!) los blancos habían descubierto oro en una población del estado de Georgia. Fue la segunda “Fiebre del oro”, tras la de Carolina del Norte y anterior a las de California, Colorado y Montana.

Los pueblos reubicados sufrieron la exposición, las enfermedades y el hambre mientras se dirigían a su nueva reserva india. Miles de personas murieron de enfermedades antes de llegar a su destino o poco después. Una de sus descendientes, Suzan Shown Harjo (El Reno, Oklahoma, 1945): poeta, escritora, conferenciante, curadora y presidenta del Consejo Nacional de Indios Americanos, lo describe como un genocidio. Sus padres fueron un indio cherokee y una india creek.

Es muy interesante reseñar la capacidad de liderazgo que ejercían, tradicionalmente, las mujeres cherokees. Su rol como amas de casa era importantísimo, y muy respetado. En la sociedad cherokee la unidad social de la familia era predominante y por ello a las mujeres, que sólo a ellas les competía el honor de estar al frente, tenían un gran poder, no solo económico y social, sino también político. Interesante también que tienen una especie de himno, la canción Amazing Grace, (“Gracia Divina”, un himno cristiano, traducido al idioma cherokee)[3] que cantaban durante sus marchas para levantarles la moral. Las mujeres podían decidir ser guerreras o esposas. Si optaban por esto último, eran ellas quienes elegían a su futuro marido, y si lo deseaban, podían pedir un tiempo para vivir con él, antes de la ceremonia de boda y ver si era el adecuado. Incluso después de casadas, si el matrimonio lo les iba bien y querían divorciarse, tenían la potestad, sin justificarse, de “ponerle la maleta en la puerta”, utilizando la expresión que se suele utilizar. No se le exigían explicaciones, ni siquiera del marido, y su prestigio social seguía intacto. Hasta ese punto se confiaba en la justicia de las mujeres porque la sociedad en la que vivían las consideraba justas, sensatas, prudentes e inteligentes. Incluso en los consejos de guerra, existían un grupo de “mujeres sabias” que intervenían dando su fallo final cuando no había unanimidad de acción. Solamente era repudiada (que no castigada) cuando llegaba a cometer una injusticia en el ámbito familiar. Con ello había perdido su honor, y el honor era lo que conectaba a las mujeres (y de paso a la tribu) con la Madre Tierra. Todo ello dentro de una cultura matrilineal[4] donde el matrimonio vivía con la familia de la mujer o cerca de ella, por lo que siempre eran ayudadas por sus parientes femeninos (cultura matrifocal)[5].

El final de esta “moderna” forma de vida llegaría con la redefinición de los roles de género del hombre blanco que culminó con la firma del Tratado de Nueva Echota en 1835 y su traslado forzoso al territorio indio en el oeste. Las marchas administradas por los cheroquis comenzaron el 28 de agosto de 1838, y consistieron en trece grupos con una media de 1000 personas cada uno. Pese a que este método fue una mejora para todos los implicados, aun murieron muchos por enfermedad

El número de personas que fallecieron en el Sendero de Lágrimas ha tenido diferentes estimaciones, si bien la más aceptada es la de 4000 muertes.  Actualmente los cherokees son el grupo amerindio más numeroso de los Estados Unidos.

 

                                 Rosa M. Ballesteros García

                   Vicepresidenta del Ateneo libre de Benalmádena

                                 “benaltertulias.blogspot.com”



[1] A estos pueblos se les sumaron miles de esclavos negros.

[2] La nación Cherokee reside en la actualidad en territorio de Oklahoma.

[3] Curiosamente, la letra es de un clérigo y poeta inglés, John Newton, antiguo tratante de esclavos.

[4] Una sociedad matrilineal es la que posee un sistema de descendencia que se define por la línea materna.

[5] Es aquélla en la que la mujer tiene un lugar de honor y respeto, lo que no implica dominio.

domingo, 7 de abril de 2024

Félix Martí Ibañez

                                                    FÉLIX MARTÍ IBÁÑEZ

                                        MÉDICO, INTELECTUAL Y ANARQUISTA

Aunque es absolutamente desconocido en España (salvo por su maravilloso libro “La epopeya de la Medicina”), se trata de una personalidad médica que desempeñó importantes responsabilidades políticas profesionales durante la Segunda República Española, y posteriormente, durante su exilio americano, desarrolló una importante labor como escritor y editor de publicaciones médicas, llegando a ser nombrado en 1956, profesor y director del Departamento de Historia de la Medicina de la Universidad de Nueva York.

Nació en Cartagena en Diciembre de 1911 en el seno de una familia de elevada raigambre cultural. Su padre, Félix Martí Alpera, oriundo de El Cabañal (Valencia) era un pedagogo, estudioso, educador y humanista, autor de muchos libros. Su madre, Josefina Ibáñez de Morel, nacida en Cartagena, era maestra y profesora de piano, su hermana Josefina alcanzó un doctorado en Farmacología. Ambos eran sobrinos del escritor Vicente Blasco Ibáñez.

Trasladada la familia a Barcelona, donde el padre fue regente de la Escuela Normal, Félix realizó es esta ciudad sus estudios de bachillerato y se matricula en la Facultad de Medicina en el curso 1928-29 con diecisiete años, siguiendo las enseñanzas de Gil Vernet (Anatomía), Pi-Suñer (Fisiología)y Pedro Pons (Clínica Médica), y la Psiquiatría con Manuel Saforcada (Medicina Legal), obteniendo 16 matrículas de honor, 5 sobresalientes, 1 notable y 2 aprobados, y un título de Licenciado con 22 años. Marcha a Madrid a realizar su tesis doctoral (según obligaba la ley Moyano) en donde conoce a Marañón y a Ortega y Gasset a los que respetó toda su vida. Su tesis fue dirigida por el Profesor Eduardo García del Real y trató de la “Historia de la Psicología y Fisiología Místicas de la India”, un estudio comparativo entre la psicología de oriente y occidente, en 1934, que al año siguiente aparecería publicada como libro, aunque ya había comenzado a publicar trabajos en revistas catalanas y valencianas sobre eugenesia, sexualidad y control de la natalidad. Se anunciaba como médico psicólogo, enfermedades nerviosas y mentales, y conflictos espirituales y sexuales.

En 1936 publica un libro sobre “Higiene sexual” y una novela “Yo rebelde” y comienza a colaborar en la creación de la Organización Sanitaria Obrera (OSO). Acude al Congreso Internacional de Historia de la Medicina celebrado en Madrid en donde conoce al Profesor Henry Sigerist, el más influyente historiador de la Medicina del siglo XX que posteriormente le ayudaría en su exilio. Siguió publicando en muchas revistas de ideología libertaria, y al comenzar la guerra se une a las milicias que combaten a los sublevados contra la República.

El 1 de Octubre de 1936, al formar parte del gobierno catalán los anarquistas, es nombrado Director General de la Generalitat para la cartera de Sanidad y Asistencia Social, y el 2 de Enero de 1937, a propuesta de la Ministra de Sanidad Federica Montseny fue nombrado Subsecretario de Sanidad y Asistencia Social. Desde estos puestos de trabajo se convierte en el autor intelectual fundamental del decreto de 25 de diciembre de 1936 que permite la interrupción voluntaria del embarazo, normativa que colocó a Cataluña a la vanguardia europea de la legalización del aborto.

Los conflictos internos entre comunistas, anarquistas y gobierno obligan al Presidente Companys a remodelar su gabinete cesando a Félix en mayo del 1937, que se incorpora como comandante-jefe de Sanidad al Ejército del Este donde  es herido de bala y trasladado a Barcelona en mayo del 1938, para viajar a América en la segunda mitad del año asistiendo a varios congresos, impartiendo conferencias y recabando dinero para los republicanos en general y para los anarquistas en particular. Nada más volver en el mes de Diciembre, tras la caída del gobierno republicano cruza los pirineos a finales de enero de 1939 y tras una breve estancia en Francia, aprovechando el pasaporte que tenía, viaja a Estados Unidos, su segunda patria.

En EEUU, con el aval de su amigo Henry Sigerist, comienza a trabajar como traductor literario y a colaborar con la industria farmacéutica (Hoffman-La Roche, Winthrop y Squib), editando varias revistas médicas, entre las que destaca la creación en 1950 de “MD Publications Inc, con la que lanzaría “The Medical Newsmagazine” conocida popularmente como “MD”, con tal éxito que hubo de hacer cuatro ediciones más de la misma (MD of Canadá, MD en español, MD Pacific y MD Australia) alcanzando en su distribución a 300.000 médicos de todo el mundo y convirtiéndose en la revista de mayor impacto de su tiempo.

Simultáneamente estaba publicando muchos trabajos sobre historia de la medicina e impartido muchas conferencias en América central y del sur siendo médico honorífico de muchas entidades médicas de estos países. Incluso publicó en España en una revista dirigida por Pedro Laín Entralgo con quien mantuvo una buena relación. En 1956 fue nombrado Profesor y Director del Departamento de Historia de la Medicina de la Universidad de Nueva York. Redactó el capítulo de Historia de la Medicina en la “Encyclopedia Americana”. Obras importantes suyas son “Centaur. Essays on the history of medical idees (1958) y “Ariel. Essays of de arts and the history and philosophy of Medicine” (1962).

Debió impartir más de mil conferencias a lo largo de su vida. Fue autor de 25 libros en inglés y unos 30 en castellano, y no solo de temas médicos. En 1955 recibió la orden de “Carlos J. Finley” de la Academia de Ciencias cubana, y en 1970 la medalla de oro José Vasconcelos, mejicana. Falleció en Nueva York el 24 de mayo de 1972 a los 60 años de edad, posiblemente por un infarto de miocardio.

En Nueva York la Fundación MD celebra anualmente un homenaje en su honor en la Catedral de San Patricio. En España, varias sociedades catalanas impulsaron en 2003 el “Memorial Félix Martí Ibáñez” y el Ayuntamiento colocó una placa conmemorativa frente a su domicilio familiar. La Biblioteca Valenciana organizó en 2004 varios actos en un denominado “Viaje alrededor del Dr. Félix Martí Ibáñez”.          

                                                                Jesús Lobillo Ríos

                                           Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena

                                                    “benaltertulias.blogspot.com”

Bibliografía.-

Josep Lluís Barona Vilar.-Real Academia de la Historia.

Víctor Moreno.-Nueva Tribuna.es. Diciembre 2021.

Reda Rhamani, Juan Medrano, Luis Pacheco. Lmentala.net.

JLAH.-Galeria de metges catalans

domingo, 31 de marzo de 2024

Luise Rainer

              LUISE RAINER (1910-2014)

La actriz que movilizó Hollywood a favor de la República Española

 

Hace 38 años, el 11 de abril de 1986, el director de cine José Luís Garci recibía de manos de una veterana actriz judía, de origen alemán, el Óscar a la mejor película de habla no inglesa. Era la primera vez que ocurría y la película se titulaba Volver a empezar, un drama que narraba la historia de un profesor exiliado que regresa a España, ya en la democracia, después de recoger un premio Nobel, y se reencuentra con su amor de juventud. Los protagonistas fueron los actores Antonio Ferrandis (“Chanquete”) y Encarna Paso[1].

Luise Rainer, encargada de entregar el premio, era una vieja amiga de España y un icono progresista y mito de los años 30; además, poseía el doble récord de haber sido la actriz más joven ganadora (28 años) de dos Óscar consecutivos: El gran Ziegfeld (Robert Z. Leonart,1936) y La buena tierra (Sidney Franklin, 1937), con guion basado en la novela homónima de la escritora Pearl S. Buck, publicada en 1931 y ganadora del Premio Pulitzer en 1932. Luise daba vida a la resignada campesina china O-Lan. El segundo récord lo obtuvo la actriz por ser la más longeva de los galardonados. La actriz compaginó su oficio de actriz con un intenso activismo.

Quienes recordamos el hecho no podemos olvidar el entusiasmo con el que la veterana actriz anunciara, con los brazos extendidos, la película ganadora. Como dato curioso: a pesar de haber sido la novela La buena tierra (en la que se basaba su segunda película) un best-seller en nuestro país, la película fue vetada por la censura por el simple hecho de figurar en el reparto el nombre de Louise Rainer. El franquismo la castigó prohibiendo, no solo sus películas, sino también que se citara su nombre, porque la actriz fue capaz de movilizar a Hollywood a favor de la República y se convirtió en un “auténtico rey mago” que hizo posible que miles de niños huyeran de la guerra acogiéndoles en un castillo que había habilitado en Francia. Fue la recaudadora de fondos para la causa republicana entre las gentes del mundo del cine y con lo recaudado contribuyó al rodaje de Tierras de España, un reportaje rodado en plena guerra (1937) por el cineasta holandés Jorins Ivens, escrita por John Dos Passos y Ernest Hemingway y narrada por Orson Welles. Ha sido considerado como la mejor película que se ha realizado sobre nuestra Guerra Civil.

Luise Rainer nació en Düsseldorf, se educó en Viena y murió en Londres. Tenía la nacionalidad inglesa y norteamericana. El famoso director teatral Max Reinhardt fue quien la descubrió y en su compañía la actriz escribiría: «Allí lo aprendí todo», convirtiéndose en la actriz más popular en Berlín y Viena.  Debutó en 1932 para el cine alemán con películas como Sehnsucht 202, dirigida por Max Neufeld o Madame hat Besuch, de Carl Boese.  La ascensión al poder de Adolf Hitler provocó que emigrase a Estados Unidos. Su debut en Hollywood fue a través del director Clarence Brown, el director favorito de Greta Garbo a quien, por cierto, le arrebató el papel protagonista de La buena tierra. Su primera película americana fue Escapade de Robert Z Leonard, una comedia romántica donde da vida a “Leopoldine Dur”. Durante el rodaje de aquella película, se enamoró y se casó con el dramaturgo comunista Clifford Oddets. Se divorciaron a los tres años.

Su paso por Hollywood, a pesar de su fulgurante éxito y sus dos Óscar, no fue un paseo jubiloso. Aquella chichilla deportista, hija de una familia judía de alta clase, aficionada al arte, rebelde (quizás como respuesta a un padre excesivamente autoritario) no se sometió a los dictados de los magnates de Hollywood y se negó a aceptar papeles que consideraba insustanciales. Plantó cara a los poderosos de la MGM y consideró que la obtención de sus dos Óscar fue lo «peor›› que pudo pasarle. En sus palabras: «El Óscar no es una maldición. La verdadera maldición es que, una vez ganado el Óscar, piensan que uno puede hacer de todo››.

Mujer valiente, progresista y combativa, cuando estalló la guerra civil española fue una decidida militante a favor de la República. Como confesaría la escritora y periodista de guerra Lilian Hellman (también reportera en España): «De entre todas las figuras de Hollywood que se movilizaron contra Franco, sin duda alguna fue Luise Rainer la que más hizo por la España leal», Siempre comprometida, censuró con dureza la invasión japonesa en China y durante la II Guerra Mundial viajó por Europa alentando a las tropas de Estados Unidos. Por el contrario, su éxito en el cine iba decayendo. Demasiado joven, demasiado éxito y su boda con un comunista no ayudaba a su carrera. A todo ello se sumaba su carácter inconformista y rebelde que no aceptaba papeles insustanciales y sin calidad, de forma que los grandes ejecutivos dejaron de apoyarla, especialmente tras la muerte de su mentor el productor Irving Thalberg. De nuevo volvió a sus orígenes: el teatro. En Londres conoció al rico editor Robert Knittel con el que se casó y vivió 50 años, tuvieron una hija, Francesca, se retiraron a Suiza y Reino Unido y dejó de actuar hasta 53 años después que lo hizo en The Gambler (El jugador, 1997), con 87 años, pero antes había rechazado trabajar con Federico Fellini en La dolce vita en una secuencia que el director italiano escribió especialmente para ella y que nunca se rodó.

En 1986, aniversario del comienzo de la guerra española, el Festival de San Sebastián le rindió un homenaje y le ofreció alojamiento en el Palacio de Ayete, que ella rechazó cuando se enteró que el lugar había sido la residencia veraniega de Franco[2]. Rainer enviudó en 1989 y vivió entre Suiza y Londres, ciudad donde murió a los 104 años.

 

Respecto al Óscar de Garci, se dice que el galardón hay que entenderlo en clave de apoyo a la joven democracia española, como después lo sería el premio a La historia oficial (1985) dirigida por Luis Puenzo y guion del mismo Puenzo y Aída Bornik, quien estuvo exiliada durante la dictadura militar argentina en nuestro país, donde trabajó como guionista en TVE.

 

                                      Rosa María Ballesteros García

                           Vicepresidenta del Ateneo Libre de Benalmádena

                                      “benaltertulias.blogspot.com”



[1] Otras películas españolas con el mismo galardón: Belle Époque (Fernando Trueba, 1992); Todo sobre mi madre (Pedo Almodóvar, 1999) y Mar adentro (Alejandro Amenábar, 2004). Hasta esa fecha, España lo había intentado en 10 ocasiones de la mano de maestros como Juan Antonio Bardem (La venganza, 1958); Luis García Berlanga (Plácido, 1961); Francisco Rovira-Beleta (Los Tarantos, 1963, El amor brujo, 1967)), Luis Buñuel (Tristana, 1970; Ese oscuro objeto del deseo, 1977), Jaime de Armiñán.(Mi querida señorita, 1972; El nido, 1980) o Carlos Saura (Mamá cumple cien años, 1979).

[2] Fue la residencia de veraneo de la familia Franco entre 1940 y 1975. Durante este período se celebraban en dicho lugar los Consejos de Ministros.

domingo, 24 de marzo de 2024

Leo Eloesser

                                                             LEO ELOESSER

                                                  “EL MARCO POLO MÉDICO”

               CIRUJANO TORÁCICO, PROFESOR, BRIGADISTA, ENSEÑANTE Y BENEFACTOR

 

La guerra civil española puso de manifiesto la capacidad altruista de una serie de personajes que merecen ser recordados por su dedicación e interés en beneficio de los demás y que superando el desgraciado y perdido conflicto patrio, proyectaron su capacidad más allá de nuestras fronteras. Son los casos del conocido entre nosotros Dr. Bethune y nuestro protagonista de hoy, Dr. Eloesser, que curiosamente ambos coinciden en la China de Mao Zedong, tratando de mejorar sus condiciones sanitarias, porque, en palabras del Dr. Eloesser, “todo el que estaba en la guerra española se volvía comunista”.

Leo Eloesser era descendiente de emigrantes alemanes y nació en 1881 en California, en donde realizó sus estudios elementales que culminó antes de tener la edad necesaria para ingresar en la UCLA (Universidad de California) por lo que inició los estudios de música. Una vez en la Universidad, uno de sus profesores (el Dr. Barkan) recomendó que completara sus estudios de Medicina en Alemania, en la Universidad de Heidelberg, en donde conocía al profesor de cirugía Vicenz Czerny, especializado en cirugía del cáncer, con el que trabajó seis meses, pasando luego a Inglaterra en donde estuvo otros seis meses en el laboratorio de Sir Almrott Wright en el Hospital Saint Mary`s de Londres, conocido inmunólogo y bacteriólogo que realizó importante avances en vacunación.

De regreso en San Francisco se incorporó a la Universidad de Stanford en donde estuvo enseñando durante 34 años y a la práctica privada. Usaba el método socrático para inducir a los estudiantes a llegar a conclusiones lógicas y utilizando las cuatro vías para aprender la técnica: escuchar, observar, comprender y hacer. Atendía a todo tipo de pacientes y cobraba muy poco o no cobraba nada dadas sus ideas izquierdistas tendentes a la medicina socializada. Su interés por la investigación y por las nuevas técnicas se acrecentaron en estos años, siendo un pionero en las técnicas de drenaje pleural y en el tratamiento de la tuberculosis y el cáncer de pulmón. Era bajo de estatura, apenas superaba el metro y medio por lo que operaba subido en un taburete. Fue elegido Presidente de la Asociación Estadounidense de Cirugía Torácica. Su amigo el escultor Ralph Stackpole lo inmortalizó en un monumento mirando un microscopio que aún se conserva. En 1934 visitó Rusia desarrollando una sala de cirugía torácica en la Universidad de Moscú.

En 1930 conoció a la pintora mejicana Frida Kahlo, al trasladarse ésta a vivir a California, a cuyo marido el muralista Diego Rivera ya conocía desde 1926, y a la que atendió profesionalmente, en principio, de los dolores crónicos que padecía resultado de un accidente de autobús ocurrido años antes, operándola en dos ocasiones. La correspondencia entre ambos descubierta años después, indica que la relación entre ellos fue mucho más profunda que profesional y amistosa. La pintora realizó un cuadro al médico en agradecimiento por sus atenciones que se muestra en el vestíbulo de la Universidad de Stanford.

Al cumplir 55 años se declaró la guerra civil española, los informes de destrucción sufrimiento fueron impactantes, y Loesser en Septiembre de 1937 decidió acudir a España a ayudar a la causa republicana para lo que recaudó 50.000 dólares en donaciones privadas con los que financió una ambulancia y un hospital móvil más un grupo de médicos y enfermeras que consiguió reclutar, con los que estableció hospitales móviles de campaña y bancos de sangre, durante los 9 meses que estuvo en nuestro país.

En 1938 volvió a California y a su trabajo habitual, ofreció su experiencia a su país cuando entró en la II Guerra Mundial, pero lo rechazaron por sus precedentes comunistas, afiliándose entonces a la Organización de la Naciones Unidas donde fue contratado como especialista en Cirugía y marchó a China en 1945 a ayudar a las fuerzas comunistas de Mao Zedong.

Al llegar a China inicia un programa de enseñanza a cargo de la ONU. Al año siguiente recibe una invitación del Dr. Hatem, médico norteamericano establecido en China, con el que vuela a la provincia de Hebei y Yanan, conocida como la “capital roja”, visitando el “Hospital de Paz Internacional Dr. Bethune”, en honor de su viejo amigo de España que recalando aquí con 47 años, había fallecido en 1939 tras infectarse accidentalmente operando a un soldado herido.

Eloesser volvió a EEUU en 1947 y en sus informes califica de caos la situación sanitaria. Al regresar, en ese mimo año, organizó otro equipo sanitario con un médico chino (el Dr. Li) y una enfermera hija de emigrantes norteamericanos (Ruth Ingram) que hablaba el idioma con los que alcanzó otros remotos hospitales que les obligaron a hacer 25 km a caballo. Su estilo de enseñanza se basó en el mismo utilizado por Bethune mediante ejemplos sobre animales.

Después de tres años trabajando en China, Eloesser comprendió que importar hospitales sofisticados o enviar jóvenes médicos chinos a formarse al extranjero no ayudaba a la salud del pueblo chino porque lo que se necesitaba era “medidas preventivas simples, medidas de higiene, de ayudas al parto, cuidados infantiles, vacunar e inmunizar”. “La salud es un derecho de todos y no el privilegio de unos pocos favorecidos y se puede lograr por medios sencillos matando moscas y piojos, practicando una higiene y limpieza, y una vida digna”.

Por todo ello el Dr. Junot, jefe del programa de Unicef en China lo contrató para desarrollar un programa que tenía presupuestado gastar 500.000 dólares en mejorar las condiciones sanitarias locales lo que le permitió organizar cursos de capacitación siguiendo el método Bethune, y que sirvieron para la habilitación de cientos de miles de “médicos descalzos”.

En 1948 volvió a EEUU y tuvo que hacer frente al programa de “caza de brujas” del senador  McCarthy. Y en 1950 al cumplir 70 años renunció a la ONU y se fue a vivir a México con su compañera Joyce Campbell, estableciéndose en Tacámbaro donde construyeron un rancho y puso una clínica gratuita para los campesinos de la zona. Todavía pudo volver a China, a la que añoraba, al ser invitado a Beijing como miembro de una delegación médica mexicana con la que pudo visitar a alguno de sus antiguos amigos y colaboradores.

En 1976, sufrió una oclusión coronaria y falleció en México a los 92 años de edad. Acuñó para sí mismo el término de “Marco Polo Médico” que había ido a China para enseñar y se quedó para aprender, pero a diferencia del comerciante veneciano del siglo XIII “reuní a mis maestros y aprendí mis lecciones, no en la corte del Khan, sino en los más bajos niveles de la sociedad”.

                                                                  Jesús Lobillo Ríos

                                           Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena

                                                       “benalterulias.blogspot.com”

Bibliografía.

Hwei-Ru Tsou y Len Tsou. El Marco Polo Medico. AABI.

domingo, 17 de marzo de 2024

Elecciones y emociones

ELECCIONES Y EMOCIONES

 

Ahora que Karlota (con perdón) nos ha traído unas aguas, que han sido bastante bien recibidas, nos embarga un buen nivel de emociones, que ya pensábamos dormidas. Siempre se ha dicho que de ilusiones también se vive, pero queremos que las ilusiones sean justificadas con emociones y no nos hagan perder los estribos y caernos de los caballos o del nido delante de los tractores.

Podemos pensar, aunque sea algunos días bajo los paraguas, este año de tantas elecciones, que lo que más necesitamos son emociones y que nos resulten más amistosas, más agradables y más que sólo deseables.

En este turbulento mar de dudas y elecciones, podemos encontrarnos con los inquisidores de antaño, que nos empañen las ilusiones con sentimientos totalmente anticatárticos, que no nos permitan despojarnos de tantas tétricas vestiduras, que nos entristezcan aún más las diferentes fiestas democráticas con las cercanas llamadas de las urnas.

Es verdad que cada cual juega su papel con su papeleta, pero las papeletas, que nos sitiarán este año por todos los costados, serán tan distintas y diversas, que no podemos dejarnos llevar por el hastío, cuando, precisamente, nos estamos jugando el porvenir. No podemos, descuidadamente, dejarnos llevar de dudosas y hasta falsas ganancias pretéritas por incompletas o incumplidas, que tantos dolores de cabeza nos están acarreando, porque entre todos hemos labrado mal el campo de la inteligencia y la razón.

Con nuestra inteligencia emocional por bandera debemos participar votando favorablemente en bien de todos y no solamente para beneficio de unos pocos, que tienen el apoyo de los que nunca tienen ni han tenido ganas de que se participe y se vote en masa. Podemos recordar que, en Galicia, una vez no se llegó ni al 48% de participación. Pues bien, en el caso de que algún partido consiguiera el 51% de los votos, con esa participación, no representaría ni el 25% del electorado.

Con el poco margen democrático que se nos concede y nos queda, prácticamente, con las elecciones, no podemos renunciar a acercarnos a votar, pero, eso sí, con verdadero conocimiento de los compromisos a los que tenemos derecho y que se detallan en programas políticos claros y definidos y no empujados por el escandaloso mercado de las descalificaciones y de los insultos con que tantos años nos llevan torpedeando, de día y de noche, por la falta de proyectos y porque partidos que nos han gobernado, a veces, se muestran demasiado respetuosos dándole una mano de cal para blanquearse sus casillas, cosillas y tinglados.

Tenemos que abandonar a su mala suerte los sentimientos negativos y catastrofistas, que a todo trance y a todas horas, se nos inoculan desde todos los medios y por todos los rincones que carecen de alma.

Después de estos últimos años de instigaciones y no de investigaciones, queremos que nos aclaren los palos sociales y laborales que nos dieron los que nos hablan de buena gestión y que pretenden, a todo trapo, que nos lo creamos.

Podemos recordar que el PP nos subió el IVA al 21% (para crecerse), que creo el impuesto al sol (para que no nos quemáramos y que arruinó a cantidad de empresas), que nos impuso el impuesto a los premios de la lotería (no fuera que nos enriqueciéramos excesivamente), que vació la caja de las pensiones y solo subió las pensiones ridículamente un 0.25% y que nos clavó,además, a los jubilados con el copago farmacéutico, que constitucionalmente llevó a cabo una amnistía fiscal a los ricos, que regaló a los bancos 60.000 millones de euros, porque no los hemos recuperado...

Podemos hablar entre nosotros, que somos más, de muchas cosas y ver con claridad que, además, la ley electoral que tenemos es demasiado conservadora y poco representativa.

Podemos ver claro, así, que si no hay una fuerte participación y con conciencia de hacernos entre todos un favor a la mayoría currante de esta España (única, grandiosa y liberal) no podremos salir de la fosa que unos pocos nos han preparado y que nos creemos que no existe.

Si es buena gestión atropellar a la mayoría o no denunciar ya claramente la malísima gestión de los herederos de la dictadura, seguiremos equivocándonos, incluso otros ochenta años.

 

                                         JOSEMARIA BARRIONUEVO GIL

                                            El Ateneo Libre de Benalmádena

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domingo, 10 de marzo de 2024

Lista Gris de Hollywood

La década maldita de Hollywood

(La histeria anticomunista)

 

En mayo de 1945 finalizó la Segunda Guerra Mundial, casi cinco años de catástrofe que, lejos de una verdadera paz, y casi sin tregua, dio paso a lo que en Historia se conoce como Guerra Fría, una peligrosa lucha por la supremacía entre dos superpotencias, Estados Unidos y la URSS, una etapa de algo más de 40 años que se mantuvo latente hasta el colapso de la Unión Soviética en 1991.

Fue en este contexto, durante su primera década, cuando el conflicto ideológico entre ambos países emerge, y se generaliza, y el “miedo al comunismo” se hace viral y se expande entre la población de Estados Unidos para dar paso a una “paranoia global” de temor o sospecha que oliera a “rojo”. Es, ahora, cuando surge lo que conocemos como “Caza de brujas” que, bajo la dirección del senador republicano Joseph MacCarthy (1908-1957) dio lugar a una de las etapas más negras de la historia de aquel país, entre final de los años 40 y los 50 del pasado siglo. En este estado de general obsesión, el punto de mira del macartismo se dirigió, especialmente, hacia la industria del cine, corazón de esa enorme y poderosísima “arma” de difusión de ideas, al Hollywood de escritores, guionistas, actores, artistas, intelectuales, en suma, que podrían expandir ideas “disolventes” y “antipatrióticas” a todo el país (ideas en las antípodas de la nueva política conservadora). En 1946 el triunfo republicano en las elecciones del congreso de 1946, había tomado el control de las Cámaras del Congreso y del Senado. En resumen, entre 1947 y 1957, aproximadamente, ser blacklisted (estar incluido en la “Lista Negra” de Hollywood) significaba para un cineasta no sólo la imposibilidad de trabajar sino, en muchos casos, la condena al ostracismo social, como le sucedió a la guionista y dramaturga Lillian Hellman* (1905-1984) o al polifacético actor y cantante negro Paul Robeson (1898-1976), legendario activista por los derechos civiles, que hizo famosa la canción: Ol' Man River (una canción popular compuesta por Jerome Kern* en 1927). Ambos, decididos antifascistas, coincidieron en España durante la Guerra Civil; Lillian como documentalista y Paul como brigadista de la Lincoln.

Otros profesionales, como Dalton Trumbo (1905-1976), considerado como el más prestigioso guionista de aquellos años, sufrió cárcel, acusado de ser comunista y haberse negado a delatar a ninguno de sus compañeros. Al salir de prisión tuvo que sobrevivir escribiendo bajo seudónimo, como otros muchos. Fue rehabilitado públicamente gracias al actor Kirk Douglas* (1916-2020). Trumbo firmó el guion y apareció (de nuevo) en la lista de créditos de la famosa película Espartaco (1960), protagonizada y producida por Douglas, conocido también por sus simpatías izquierdistas. Trumbo fue también muy popular por haber formado parte de “Los diez de Hollywood”, profesionales varios condenados por desacato al Congreso, salvo en el caso del director Edward Dmytryk* (1908-1999), también encarcelado, que más tarde se retractó y colaboró con el Comité de Actividades Estadounidenses (HUAC). Un congresista de Misisipi John E. Rankin (1882-1960), miembro de la HUAC, declaró durante una rueda de prensa que “una de las tramas más peligrosas que se han instigado para el derrocamiento de este Gobierno tiene su sede en Hollywood”.

En este mismo orden de cosas, otros profesionales tuvieron que optar por un exilio, forzados por las circunstancias, y por su izquierdismo. Entre otros, el guionista y actor Jules Dassin* (1911-2008), exiliado en Europa y, finalmente ubicado en Grecia. Se casó con la actriz griega Melina Mercouri; el director Joseph Losey (1909-1984), exiliado en Inglaterra; Lionel Stander* (1908-1994), fundador del Sindicato de Actores, exiliado durante muchos años en Europa o el mismísimo Charles Chaplin (1889-1977). Se produjeron, incluso, casos de suicidio, como el del actor Philip Loeb (1891–1955) o la muerte por infarto del actor John Garfield* (1913-1952), protagonista de la primera versión de El cartero llama siempre dos veces (1946).

Por otra parte, estos recelos ya existían, desde 1938, cuando se crea el llamado Comité de Actividades Antiamericanas (HUAC), pero el senador McCarthy, si bien no participó directamente en sus actividades, si fue el impulsor de lo que se ha generalizado como macartismo, como ya hemos anticipado, y personaje protagonista de la famosa “Lista Negra”, en la que se vieron implicadas varios cientos de personas sospechosas de colaborar con el PC. Pero no solo las personas, también se censuraron más de 30. 000 libros, retirados de bibliotecas y librerías. Por citar un par de ejemplos, las novelas Robin Hood o Espartaco del escritor Howard Fast* (1914-2003).

Finalmente, esta “Lista Negra” estuvo también apoyada por una “Lista Gris”, una versión “suave” de la anterior. Los incluidos en ella tuvieron problemas para trabajar en el cine. Sin embargo, los más castigados fueron los llamados “Diez de Hollywood”. Según relata en un libro Patricia Bosworth, hija de uno de los abogados defensores, Bartley Crum (1900-1959), también perseguido, aquéllos que figuraban en la lista negra, además de escribir con seudónimo, tenían que cobrar en dinero negro, no podían abrir cuentas y sus conversaciones telefónicas eran espiadas por el FBI, como lo fue también su padre. A Dalton Trumbo, por ejemplo, hasta 1975, un año antes de morir, no se le hizo entrega del premio por su guion de la película El bravo (1956) y hasta 1993 la Academia no le otorgó la estatuilla por Vacaciones en Roma (1953). Utilizó hasta una decena de seudónimos distintos.

A todos los represaliados citados podríamos sumar a los directores Billy Wilder* (La tentación vive arriba, Con faldas y a lo loco); Otto Preminger* (Éxodo, El Cardenal);

Fritz Lang* (Perversidad, Sólo se vive una vez) o el actor Melvyn Douglas, famosísimo coprotagonista, junto a Greta Garbo, de la película Ninotchka. Junto con su mujer, la actriz Helen Gahagan (1900-1980), formó parte del Comité Antinazi de Hollywood junto a otros profesionales como Dorothy Parker*[1], Ernst Lubitsch*, Gloria Stuart, Mervyn LeRoy*, F. Scott Fitzgerald o Chico Marx*. Durante años, Douglas formó parte de la “Lista Gris” a la que ya hemos aludido. Y con ellos, destacados actores que apoyaron a este grupo, como Lauren Bacall*, Henry Fonda, Gene Kelly, Edward G. Robinson*, entre muchos otros. En el lado opuesto, el entonces director Walt Disney, el actor Ronald Reagan o un joven Richard Nixon. Estos últimos llegaron a la presidencia del país.

 

Como colofón, unas palabras del famoso periodista Edward R. Murrow, emitidas durante su programa See it now (9 de marzo, 1954):

 

… Su principal logro [del senador McCarthy] ha sido el de confundir a la opinión pública, entre las amenazas del comunismo. No debemos confundir desacuerdo con deslealtad. Debemos recordar siempre que una acusación no es una prueba y que una condena depende de la evidencia y del debido proceso de la ley. [...] No caminaremos con miedo, el uno del otro.

 

Nota: Todos nombres acompañados de (*) son judíos.

Películas que abordan el tema:

The front (Martin Ritt,1976),

Guilty by Suspicion (Irwin Winkler, 1991),

Buenas noches, y buena suerte (George Clooney, 2005),

Trumbo (Jay Roach, 2015).

 

                                          Rosa María Ballesteros García

                              Vicepresidenta del Ateneo Libre de Benalmádena

                                             “benaltertulias.blogspot.com”



[1] Parker apoyó al Frente Popular durante la Guerra Civil en España. Fue miembro del Comité de Refugiados Antifascistas y del Comité de Artistas Cinematográficos de Ayuda a la República Española.