domingo, 15 de octubre de 2023

Mary Harris

MARY HARRIS JONES: “La abuela de todos los agitadores”

 

Mary, de origen irlandés, nació en Cork en 1837. Debido a la “Gran Hambruna”[1] que padeció Irlanda a principios de los años 40, su familia, una más entre el millón de familias que tuvieron que emigrar, empujadas por el hambre, se trasladó a América buscando una nueva vida (como consecuencia, se estima que la población de Irlanda se redujo aproximadamente entre un 20-25%). La familia se asentó en un primer momento en Canadá y allí Mary, que llegó adolescente, se educó en la Escuela Normal de Toronto, que era gratuita, formándose como maestra, profesión que ejerció durante unos años. Desmotivada, abandonaría esta profesión para trabajar como costurera.

Al parecer, la estancia en aquel país no le resultó nada fácil a la familia debido a su status de emigrantes, además católicos, mal vistos en aquel país anglosajón, de forma que, a los 23 años, Mary emigró a los Estados Unidos, estableciéndose primero en Michigan y después en Chicago y Memphis, ciudad en la que abrió un taller de costura y donde conoció y se casó con un sindicalista de nombre George G. Jones en 1861. Desgraciadamente, en 1867 Mary se quedó viuda al perder a toda su familia (el marido y cuatro hijos, todos menores de 5 años) durante la epidemia de fiebre amarilla. Tenía 30 años. Pocos años después, en 1871, otro golpe fatal: el gran incendio de Chicago, ciudad a la que se había trasladado tras quedar viuda, destruyó su taller de costura, que era su medio de vida. Se tardó varios días en sofocar el incendio en el que murieron cientos de personas y quedaron sin hogar unos 100.000 residentes. Jones, como buena ciudadana, ayudó a reconstruir la ciudad y, según su autobiografía[2], esto la llevó a unirse a los Caballeros del Trabajo[3], y así comenzó a organizar huelgas. Cuando esta asociación se disolvió en 1886, Mary Jones se involucró en el sindicato de los Trabajadores Mineros Unidos (UMW), de forma que en varias ocasiones lideró sus huelgas, formando parte en los piquetes, y motivando a los trabajadores para que la administración, con sus rompehuelgas, no se salieran con la suya.

Como resultado de todo lo relatado, Mary se volcó en el activismo social que le haría famosa, no sólo en Estados Unidos, sino a nivel internacional, hasta ser conocida como “Mother Jones” o “Ángel de los mineros” entre la clase trabajadora; para los gobernantes y reaccionarios fue reconocida como “la mujer más peligrosa de Norteamérica”, debido a su éxito en la organización de los trabajadores mineros y sus familias y a sus luchas en contra de los dueños de las empresas mineras. En 1903, con más de 60 años, organizó una marcha para protestar por la falta de aplicación de las leyes sobre el trabajo infantil en las minas de Pensilvania y las fábricas de seda, liderando la que se conoce como “Marcha de los Niños contra el trabajo infantil”. La marcha, iniciada en Filadelfia, finalizó ante la residencia del presidente Theodore Roosevelt en Nueva York. Durante toda su vida ayudó a coordinar importantes huelgas y fue cofundadora de la organización Trabajadores Industriales del Mundo.

Sobre esta cuestión, y desde la otra orilla del Atlántico, el periódico español El Socialista se hacía eco en un artículo, publicado en julio de 1886, con el sugerente título de “Hechos, no palabras”, en el que se dan datos tan tremendos como que, por ejemplo, en algunas fábricas algodoneras de Massachussets el personal lo constituían sólo mujeres, en su mayoría, y niños (desde los 9 años en jornadas de 10 a 14 horas), por lo que se  pensaba que los distritos de manufacturas de dicho Estado terminarían siendo todos “ciudades de mujeres”[4].  

Mary fue muy activa como organizadora y educadora en las huelgas a lo largo del país en ese tiempo, particularmente vinculada con los Trabajadores Mineros Unidos y el Partido Socialista de los Estados Unidos. En uno de sus tantos juicios, uno de los miembros del jurado dijo de ella: “Ahí se sienta la mujer más peligrosa de los Estados Unidos”, y llegó a ser denunciada en el senado estadounidense por encarnar a la “abuela de todos los agitadores”.

Por otra parte, ideológicamente siempre defendió, en contra de la opinión de muchas activistas que luchaban por el voto femenino, el que las mujeres no debían tomar parte de la vida política porque: “una maternidad descuidada era la principal causa de la delincuencia juvenil”. Sin embargo, a pesar de estas disensiones, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo de 2010 el ayuntamiento de la ciudad de Cork aprobó que se erigiera una placa en su ciudad natal. Esto se llevó a cabo en 2012, en conmemoración del 175 aniversario de su nacimiento.

Declaradamente agnóstica, despreció a sacerdotes y ministros, refiriéndose a ellos como “pilotos del cielo”: “El trabajo debe ser la propia religión”, solía decir. Quizás, influenciada por la mala relación mantenida con un hermano suyo sacerdote. Su vida y su obra se han mantenido en la memoria colectiva de los trabajadores concienciados. Por ejemplo, durante una huelga de mineros de Virginia y Kentucky (1989-1990) las esposas e hijas de estos, organizadas en piquetes y equipos de información se autonombraron como “Hijas de Mother Jones”. En los años 70 se fundó una revista:  Mother Jones.

 A nuestro entender, que su fama se basase en el radicalismo se contradice con aspectos tales como cuando acusó públicamente a ciertos funcionarios sindicalistas de vender a sus colegas a los capitalistas, o el no apoyar a los movimientos de mujeres que pedían el voto e, incluso, negociar con John D. Rockefeller. Jr., tras la sangrienta huelga

de 1914. No fue en esencia una radical, sino una individualista que, a modo de apóstol laica dedicó unas cuantas décadas de su vida a la causa obrera.

            Murió a los 93 años en Silver Spring (Maryland) y está enterrada en la Union Miners Cemetery.

 

                                              Rosa María Ballesteros García

                                  Vicepresidenta del Ateneo Libre de Benalmádena

                                              “benaltertulias.blogspot.com”



[1] La catástrofe se produjo a causa de la plaga que contagió al cultivo de las patatas, alimento fundamental de la dieta de los irlandeses. Se estima que murieron alrededor de 1 millón de personas.

[2] En 2018 se publicó el libro Mother Jones. Una historia de la lucha obrera en Estados Unidos.

[3] Sociedad surgida en 1869, aunque nació como sociedad secreta para evitar la represión. Sus fundadores fueron los sastres de Filadelfia.

[4] Para ampliar el tema remitimos al capítulo de Marianne Debouzy, “El movimiento socialista en los Estados Unidos hasta 1918”, incluido en Historia General del Socialismo, editada en España por Destinolibro, en 1979, con varias ediciones posteriores.