sábado, 23 de mayo de 2020

LA ESTANCIA

  Ayudas a una confinación (23/5/2020)                                                                 


                                                          "LA ESTANCIA"




Lo natural en estos momentos que estamos atravesando es abordar de forma más profunda ,intensa o continua   la reflexión, no importa sobre qué;  parece que todos hablamos de que ahora tenemos tiempo o , si nuestra sinceridad es meridiana, reconocemos que esa reflexión ocupa un espacio que ahora, en esta oquedad, no sabemos gestionar y reflexionamos. Otros, dicen, han ocupado el tiempo leyendo libros que antes no habían tenido la oportunidad de hacerlo. Lo cierto es que lo más probable sea que para muchos este momento que se hace largo, nos haya puesto ante nosotros mismos sin darnos cuenta. No hay calles, ni luces en la noche, no hay voces de coros disonantes, el mar está lejos y ausente, nos dicen que tampoco hay barcos que lo surquen; algunos solo pueden ver el cielo a través de un recuadro imperfecto y un mar pixelado en un rectángulo. Hay silencio que más que silencio es intemperie y un atisbo de nerviosa soledad en compañía de otras soledades encerradas y también inquietas. Algunos habrán descubierto que la  calle, su día a día anterior, su cielo ensuciado por una cotidianidad febril, su mirada perdida en una pantallas de seis pulgadas  esperando lo que no puede llegar y aun ansía que lo haga; que todo eso y mucho más, que todo nuestro tiempo ha sido ocupado, reconstruido de forma que nos haga sentir que somos dueños de él sin serlo
Algunos dejaron de pensar cuando esperaban. Las esperas eran momentos de soledad necesaria; de visitar nuestras acciones, nuestra memoria. El paseo, el simple paseo nos daba el tiempo  para  consolidar el reconocimiento  de nuestros interior; ese paseo sin más interferencias que nuestros propios sobresaltos antes las dudas de nuestras acciones. Este confinamiento nos viene largo, demasiadas certezas sobre nosotros mismos sin que podamos despistarlas frente a una cerveza junto a unos amigos. O bien sea, en otros casos, el reconfortante reencuentro, la constatación del acierto del camino y de quienes nos acompañan en él, un camino que solo tiene el valor en su movimiento, en el paisaje que atravesamos , un panorama vaciado de recelos y añoranzas, cargado de miradas entrañables que se cruzan en el museo vivo que es la vida inagotable.

Manuel Del Castillo
Asesor literario de Ediciones El Genal

domingo, 17 de mayo de 2020

ELOGIO DE LA RESPONSABILIDAD

Ayudas a una confinación (17/5/2020)                                           


                                            ELOGIO DE LA RESPONSABILIDAD



Una de las cosas que nos van quedando claras respecto a la pandemia covid-19 es que se transmite por vía aérea, es decir, de persona a persona, a través de la tos y el estornudo, por lo que la distancia física de dos metros entre interlocutores, cubrirse adecuadamente al toser y estornudar y, para mayor seguridad, la utilización de mascarillas, constituyen los elementos básicos a utilizar en primera instancia para evitar la propagación de la infección.
Solo existe un método  superior en eficacia a lo que acabamos de  mencionar y es la confinación. Si no hay interlocuciones, si no hay exposición personal, no hay tampoco posibilidades de propagación. Pero las necesidades vitales obligan a la comunicación y a la organización de esta comunicación en aras a entorpecer al máximo la extensión de la pandemia. Y en esta labor planificada participamos todos los ciudadanos concernidos por el problema.
No conocemos el momento en el que empezamos a ser contaminadores porque ello puede iniciarse antes de los pródromos virales, ya sabidos, de fiebre, tos y malestar, y antes por tanto de este momento deberemos tomar las medidas necesarias no solo para iniciar nuestro cuidado, sino sobre todo para cuidar de los demás para evitar la extensión de la infección.  Todos somos potenciales contaminadores de nuestro entorno y por ello todos sin excepción debemos utilizar las medidas de prevención sugeridas: mascarillas, distancia física, y extremar los cuidados higiénicos.
La mascarilla es el principal elemento que evita el contagio a los demás y la mascarilla de elección es la quirúrgica que restringe en gran medida las posibilidades de que nuestros efluvios en forma de microgotas superen un ámbito controlado, y deberemos llevarla en todas nuestras actividades sociales en las que no podamos asegurar mantener una distancia de seguridad mínima de un par de metros. Las otras mascarillas, FFP-2 y 3, aseguran un mayor nivel de protección al individuo no contaminado y su beneficio es bueno para él fundamentalmente, es decir, es más individual que general.
En tanto no dispongamos de un tratamiento o una vacuna, la enfermedad  y su contagio ocasionan el desarrollo de un cuantioso programa de trabajo y la puesta en marcha acelerada de gran cantidad de recursos humanos que precisan de una cualificación no fácil de seleccionar, como también son difíciles de improvisar las estructuras necesarias para  llevar a cabo los cuidados que precisa la población en hospitalización de vigilancia, de medicalización o  de unidades de vigilancia intensiva.
La continua exposición personal de estos profesionales de la salud ha puesto de manifiesto una entrega y una vocación en la asistencia  corroborada cruelmente con la muerte de un importante porcentaje de ellos que nunca podremos agradecer lo suficiente. Todos aquellos que consiguieron superar la enfermedad conocen la capacidad y el sacrificio que se ha repetido miles de veces con todas las altas habidas, y la impotencia y la depresión que rasgaron a tantos espíritus nobles cuando la recompensa encontrada fue el deceso.
Solo la manifestación ciudadana de una responsabilidad contundente en el escrupuloso cumplimiento de las normas necesarias (distancia física, mascarillas e higiene) que impidan los rebrotes y la repetición de las duras escenas habidas en este tiempo pasado,  constituirán una gran demostración de nuestro  recuerdo y agradecimiento.

Jesús Lobillo Ríos
Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena