HOWARD ZINN: La
historia escrita desde abajo
Se
suele decir, y al parecer con general aceptación, que la historia la escriben
los vencedores, aunque también hay otras formas de contar la historia, como es
el caso que nos ocupa, y que intentaremos resumir brevemente a través de estas
páginas.
El libro de historia al que dedicamos este artículo fue
publicado en 1980 con el título: La otra
historia de los Estados Unidos, un libro perturbador y realmente rompedor
porque se elaboró, parafraseando a su autor, el profesor Howard Zinn,
escribiéndola “desde abajo”. En otras palabras, desde un ángulo visto por los
trabajadores, los extranjeros, las mujeres, los negros…
En una de las numerosas entrevistas a que se vio sometido
nuestro autor, ya que su publicación fue un éxito, reconocía que él no trataba
de escribir una historia objetiva, ni tampoco una historia completa de los
Estados Unidos de América. Su intención era dar una respuesta a las historias
tradicionales. A los pocos meses de que el libro viera la luz, el republicano
Ronald Reagan (1911-2004) fue elegido Presidente del país.
Leyendo el texto no podía dejar de recordar al personaje de
la extraordinaria novela Sostiene Pereira,
del escritor ítalo-luso Antonio Tabucchi (1943-2012), quien sólo podía escribir
lo que le dictaban las “razones del corazón”; o lo que es lo mismo, escribir
desde la conciencia y el compromiso moral y social. Nuestro poeta Gabriel
Celaya (1911-1991) también lo manifiesta en una de sus poesías, donde tilda de
“lujo cultural” la poesía para los neutrales quienes “se lavan las manos, se
desentienden y se evaden” de la cruda realidad. El poeta maldice esta postura
escapista y el cantautor vasco Paco Ibáñez (1934) se convirtió a su vez en
altavoz del poeta; del mismo modo que el profesor Zinn lo fue de su
compatriota, el cantautor Woody Guthrie (1912-1967), quien le descubre esa otra
historia que los textos académicos le habían ocultado. Celaya maldice esa clase
de poesía: evasiva, neutra, escapista, como antes apuntaba, contraponiéndola a
esa otra en la que el poeta comprometido toma partido “hasta mancharse”, en sus
propias palabras. Zinn nos habla de una “obligación inevitable de tomar
partido”. Hablan de lo mismo, aunque en idiomas distintos. A nuestro poeta, la
dictadura lo mantuvo preso en un campo de concentración palentino; el profesor,
tildado por los reaccionarios de radical, tuvo que pasar por historias bastante
complicadas en su país. Sobre este particular, Zinn aprovechaba uno de los
diálogos de su obra teatral Mar en el
Soho, para defender que “ser radical es simplemente entender la raíz del
problema., y la raíz somos nosotros”.
Para elaborar su historia Zinn escribe inspirándose en las
vidas personajes tan populares como Eugene V. Debs (1855-1926), activista y
sindicalista, y uno de los miembros fundadores de Industrial Workers of the World. Fue cinco veces candidato a la
presidencia de los Estados Unidos por el Partido Socialista de América. Otra de
sus inspiraciones fue Fannie Lou Hamer (1917-1977), una activista afroamericana
por los derechos de las mujeres y líder del movimiento de derechos civiles. Fue
cofundadora y vicepresidenta del Partido Demócrata de la Libertad, como también
fue Frederick Douglass (1818-1895), un reformador social abolicionista, orador,
escritor y estadista. Antiguo esclavo, se convirtió en 1872 en el primer
afrodescendiente candidato para vicepresidente por el Partido Derechos Iguales.
Como coincidencia, ese año, la líder del movimiento por el sufragio femenino en
los Estados Unidos Victoria Woodhull (1838-1927), se convirtió en la primera
mujer en presentar su candidatura para la presidencia de los Estados Unidos.
Para los detractores de Zinn, su planteamiento de la historia de su país era “profundamente
pesimista”.
Howard Zinn (1922-2010) fue un historiador social, ensayista
y dramaturgo estadounidense de origen judío, profesor de ciencias políticas en
la Universidad de Boston y presidente del Departamento de Historia y Ciencias
Sociales de la Universidad Comunitaria Spellman en Atlanta. Desde la década de
1960, fue un referente de los derechos civiles y el movimiento antibélico en
los Estados Unidos. Fue autor de más de 20 libros, entre ellos el ya
mencionado. Estudió historia y ciencias políticas en el Spelman College de
Atlanta y en la Universidad de Boston, donde fue profesor emérito. Escribió
también teatro, destacando su obra en torno a la vida de Emma Goldman.
Como antes se apuntaba, todas
estas actividades le costaron más de un dolor de cabeza, como cuando pidió más
ayudantes y se lo denegaron; parece broma, pero le propusieron que si limitaba
el número de alumnos le proporcionarían los ayudantes. Él, como respuesta, recurrió
a estudiantes voluntarios. Su libro más importante, del que hacemos referencia,
fue publicado en 1980 y fue un éxito, aunque lo hace dejando al margen a presidentes
y grandes héroes de la historia. En 2003, recibió el Prix des Amis du Monde Diplomatique por su versión francesa.
Rosa Mª Ballesteros
García
Vicepresidenta del Ateneo Libre
de Benalmádena
“benaltertulias.blogspot.com”