domingo, 11 de abril de 2021

EFECTOS SECUNDARIOS

                                                  EFECTOS SECUNDARIOS

                                                 (PRECAUCIÓN O MIEDO)

 

Nunca se había estado tan pendiente ni se había puesto de manera tan relevante y tan patente a nivel de la población general el funcionamiento de un organismo científico como  la  EMA (Agencia Europea del Medicamento). La Agencia (que trabaja de forma independiente y a la que todos financiamos) se encarga de garantizar la evaluación científica, la supervisión y el seguimiento de la seguridad de los medicamentos, al mismo tiempo que proporciona información a los profesionales sanitarios y pacientes, y la población general.

En estos tiempos de pandemia estamos siendo conscientes de la importancia  de la ciencia y asistiendo a la retransmisión del trabajo científico,  día a día, casi podríamos decir minuto a minuto.  Y del  gran avance que está teniendo gracias a la dedicación e inversión, con  la gran relevancia  e impacto que estos, ciencia y trabajo científico, tienen en nuestras vidas y en  decisiones y discusiones de toda índole.  Empezamos a oír que los científicos cambian de opinión, lo que les hace parecer poco fiables a los ojos de la ciudadanía, pero no se trata de un cambio de opinión sino  de una actualización  continua de los datos que se siguen recibiendo y que hay que interpretar y analizar. Ya hemos dicho que nunca habíamos asistido al estudio científico de forma tan inmediata y directa y al que no estamos acostumbrados.

El pasado miércoles se dieron a conocer las  conclusiones de  dicha  agencia EMA sobre la vacuna de AstraZeneca, entre las que se anunció el haber hallado “posibles vínculos” de causalidad entre esta vacuna y los infrecuentes trombos que se han detectado en la población vacunada con ella. Según la autoridad europea la frecuencia de este efecto adverso es tan baja que no se justifica dejar de administrar la vacuna. “El riesgo de mortalidad por la covid-19 es mayor que por estos efectos secundarios muy raros”. Y los expertos de la EMA respaldan el uso de un medicamento que se ha demostrado altamente eficaz y que previene la evolución de la covid-19 a una fase grave.

En el dictamen se pone énfasis en la “elevada efectividad” de la vacuna para salvar vidas y los “efectos secundarios muy raros” de la misma. El posible vínculo de estos efectos adversos ha podido generar inquietud y posiblemente minar  la confianza en una herramienta que sigue siendo esencial en la lucha contra la pandemia. Y la conclusión  es clara: “los efectos de la vacuna superan con creces los posibles riesgos”. Por otra parte, la EMA no ha podido definir todavía qué factores de riesgo son más determinantes para sufrir coágulos ni establecer tampoco una capa de población más vulnerable, de ahí las discrepancias en las decisiones políticas. En ello están los equipos de fármaco-vigilancia;  asimismo la Comisión Europea aconseja que las decisiones deben basarse en una evaluación científica de los riesgos y beneficios.

Ningún medicamento es completamente seguro, ahí tenemos una larga  lista de fármacos terapéuticos: analgésicos, antipiréticos, antiinflamatorios, antihipertensivos, antidiabéticos, antidepresivos, anticonceptivos, antibióticos etc., todos con sus efectos secundarios e interacciones y que pocos dudamos en tomar cuando nos hace falta; o los preventivos entre los que se encuentran las vacunas, como la que logró erradicar la viruela, la de la polio (cuántas dismetrías de miembros antes de los años 60), o la del tétanos a la que recurrimos cada vez que tenemos una posible  herida contaminada, entre otras muchas que siguen salvando vidas.  Hay que seguir resaltando que los avances científicos aportan beneficios que compensan los riesgos. ¿Quién renunciaría hoy al descubrimiento de la electricidad que nos ha proporcionado entre otras cosas la  bombilla (luz eléctrica)  aunque entre sus efectos secundarios estén o se puedan contabilizar los cortocircuitos o la electrocución?

Tenemos que ser cautos respecto a los  riesgos y medir. No tenemos más que echar un vistazo a los datos: en España van contabilizados a fecha 24 de marzo 2021  un total de 74.064 fallecidos por covid-19 con un numero de contagiados a la fecha de 3.241.345. Y tras haber puesto casi un millón de vacunas AstraZeneca, hemos tenido 3 casos de trombosis entre los que tenemos un lamentable fallecimiento.

Repetimos: el posible vínculo de estos efectos adversos ha podido generar inquietud y minar la confianza de la ciudadanía, pero no debemos olvidar que las vacunas son una herramienta que sigue siendo esencial en la lucha contra la pandemia. Tenemos que seguir aprovechando esta herramienta,  en coherencia con la evidencia científica de cada momento, evitemos distorsiones y que se propague el miedo o rechazo hacia las vacunas. VACUNÉMONOS.

                                            Piedad Sánchez Casado. Lda. Medicina

                                                   Ateneo Libre de Benalmádena

                                                   “benaltertulias.blogspot.com”