domingo, 14 de abril de 2024

El sendero de las lágrimas

(Historia de un Genocidio)

 

Entre 1830 y 1850 el gobierno de los Estados Unidos realizó una limpieza étnica gradual, sin prisas, pero sin pausas, para expulsar de sus tierras ancestrales a los nativos que formaban las denominadas Five Civilized Tribes (Cinco Tribus Civilizadas) formadas por las naciones Cherokee, Creek, Semínola, Chickasaw y Choctaw[1]. Ese título fue una clasificación de los blancos estadounidenses de ascendencia europea a los pueblos indígenas que habían adoptado atributos de la cultura angloamericana.

El largo éxodo, conocido como Trail of Tears (Sendero de Lágrimas), se desplegó a lo largo de 2.200 millas a través de nueve estados, movilizando a unos 60.000 nativos desde sus tierras del sureste hacia el oeste del río Mississippi. Los Estados por el que transcurrió fueron Alabama, Arkansas, Georgia, Illinois, Kentucky, Misuri, Carolina del Norte, Oklahoma y Tennessee. Los indios cherokees[2] fueron los últimos que se vieron obligados a dejar sus tierras en 1838 porque (¡maldito parné!) los blancos habían descubierto oro en una población del estado de Georgia. Fue la segunda “Fiebre del oro”, tras la de Carolina del Norte y anterior a las de California, Colorado y Montana.

Los pueblos reubicados sufrieron la exposición, las enfermedades y el hambre mientras se dirigían a su nueva reserva india. Miles de personas murieron de enfermedades antes de llegar a su destino o poco después. Una de sus descendientes, Suzan Shown Harjo (El Reno, Oklahoma, 1945): poeta, escritora, conferenciante, curadora y presidenta del Consejo Nacional de Indios Americanos, lo describe como un genocidio. Sus padres fueron un indio cherokee y una india creek.

Es muy interesante reseñar la capacidad de liderazgo que ejercían, tradicionalmente, las mujeres cherokees. Su rol como amas de casa era importantísimo, y muy respetado. En la sociedad cherokee la unidad social de la familia era predominante y por ello a las mujeres, que sólo a ellas les competía el honor de estar al frente, tenían un gran poder, no solo económico y social, sino también político. Interesante también que tienen una especie de himno, la canción Amazing Grace, (“Gracia Divina”, un himno cristiano, traducido al idioma cherokee)[3] que cantaban durante sus marchas para levantarles la moral. Las mujeres podían decidir ser guerreras o esposas. Si optaban por esto último, eran ellas quienes elegían a su futuro marido, y si lo deseaban, podían pedir un tiempo para vivir con él, antes de la ceremonia de boda y ver si era el adecuado. Incluso después de casadas, si el matrimonio lo les iba bien y querían divorciarse, tenían la potestad, sin justificarse, de “ponerle la maleta en la puerta”, utilizando la expresión que se suele utilizar. No se le exigían explicaciones, ni siquiera del marido, y su prestigio social seguía intacto. Hasta ese punto se confiaba en la justicia de las mujeres porque la sociedad en la que vivían las consideraba justas, sensatas, prudentes e inteligentes. Incluso en los consejos de guerra, existían un grupo de “mujeres sabias” que intervenían dando su fallo final cuando no había unanimidad de acción. Solamente era repudiada (que no castigada) cuando llegaba a cometer una injusticia en el ámbito familiar. Con ello había perdido su honor, y el honor era lo que conectaba a las mujeres (y de paso a la tribu) con la Madre Tierra. Todo ello dentro de una cultura matrilineal[4] donde el matrimonio vivía con la familia de la mujer o cerca de ella, por lo que siempre eran ayudadas por sus parientes femeninos (cultura matrifocal)[5].

El final de esta “moderna” forma de vida llegaría con la redefinición de los roles de género del hombre blanco que culminó con la firma del Tratado de Nueva Echota en 1835 y su traslado forzoso al territorio indio en el oeste. Las marchas administradas por los cheroquis comenzaron el 28 de agosto de 1838, y consistieron en trece grupos con una media de 1000 personas cada uno. Pese a que este método fue una mejora para todos los implicados, aun murieron muchos por enfermedad

El número de personas que fallecieron en el Sendero de Lágrimas ha tenido diferentes estimaciones, si bien la más aceptada es la de 4000 muertes.  Actualmente los cherokees son el grupo amerindio más numeroso de los Estados Unidos.

 

                                 Rosa M. Ballesteros García

                   Vicepresidenta del Ateneo libre de Benalmádena

                                 “benaltertulias.blogspot.com”



[1] A estos pueblos se les sumaron miles de esclavos negros.

[2] La nación Cherokee reside en la actualidad en territorio de Oklahoma.

[3] Curiosamente, la letra es de un clérigo y poeta inglés, John Newton, antiguo tratante de esclavos.

[4] Una sociedad matrilineal es la que posee un sistema de descendencia que se define por la línea materna.

[5] Es aquélla en la que la mujer tiene un lugar de honor y respeto, lo que no implica dominio.