miércoles, 15 de febrero de 2017

POETAS  ANDALUCES
Tertulia del 15 de febrero de 2016. Concepción Torres Leiva. UMA.


Si analizamos la sensibilidad artística del pueblo andaluz, nos encontramos que dos tendencias configuran el perfil propio que adquiere cualquier manifestación del Arte en Andalucía: la tendencia culta y la tendencia popular, que unidas  a la propensión de un barroquismo exuberante frente a las líneas de simplicidad que en otros momentos manifiesta, se unifican en la gran capacidad de absorción del hombre del Sur;  lo culto se hace popular y lo popular se hace culto; lo simple se resuelve en complicación, y lo barroco aparece extrañamente simplificado.
   Andalucía es lo que es, con sus luces y sus sombras. Muchas dualidades, aparentemente contradictorias forman la unidad identificativa andaluza: es salvaje y exquisita, vieja y recién nacida, rica y mísera, sencilla y complicada, pagana y devota, señora y esclava, fuego y nieve…  Luces y sombras de una única Andalucía con su cultura: Tartesos y la Giralda, el Poema del Cante Jondo y las Soledades, la Alhambra y las ruinas de Itálica, la Sevillana y la Saeta, el seseo y el ceceo, la Rábida y la Mezquita…
   ¿Quién, después de haber conocido nuestra tierra no diría, como Luís Cernuda: “Quisiera estar solo en el Sur”  (Poema anexo)
   Los poetas fueron buenos conocedores del fenómeno andaluz y muchas veces lo utilizaron como material poético para sus propias creaciones.  La teoría poética de Bécquer queda bien patente en sus afirmaciones: “Hay otra poesía, natural, breve, seca, que brota del alma como una chispa eléctrica, que hiere el sentimiento con una palabra y huye, y desnuda de artificio, desembarazada dentro de una forma libre, despierta, con una que las toca, las mil ideas que duermen en el océano sin fondo de la fantasía.
   (…) El pueblo ha sido, y será siempre, el gran poeta de todas las edades y de todas las naciones. Nadie mejor que él (el pueblo) sabe sintetizar en sus obras, las creencias, las aspiraciones y el sentimiento de una época.  El pueblo da a la expresión de sus sentimientos una forma especialísima. Una frase sentida, un toque valiente o un rasgo natural, le bastan para emitir una idea, caracterizar un tipo o hacer una descripción.

                 La ilustre familia de los Machado forma un núcleo que supo valorar muy bien el arte que mana del venero de las coplas populares: Antonio Machado Ruiz se refirió varias veces a las coplas populares, y más expresamente flamencas, a través de su apócrifo Juan de Mairena; Mairena estudia por folklore, en primer término, lo que la palabra más directamente significa: saber popular, lo que el pueblo sabe, tal como lo sabe; lo que el pueblo piensa y siente, tal como lo siente y piensa, y así como lo expresa y plasma en la lengua que él, más que nadie, ha contribuido a formar.
                 “Las obras poéticas realmente bellas (habla Mairena a sus discípulos), rara vez tienen un sólo autor; son obras que se hacen solas, a través de los siglos y los poetas, a veces, a pesar de los poetas mismos, aunque siempre, naturalmente, en ellos”.
                 El pensamiento de Antonio Machado respecto a la poesía popular andaluza queda reflejado en sus propias palabras: “Si vais para poetas, cuidad vuestro folklore, porque la verdadera poesía la hace el pueblo; entendámonos: la hace alguien que no sabemos quién es, o que, en último término, podemos ignorar quien sea, sin el menor detrimento de la poesía”.
                 “Escribir para el pueblo (dice Juan de Mairena), ¡qué más quisiera yo! Deseoso de escribir para el pueblo, aprendí de él cuanto pude, mucho menos, claro está de lo que él sabe. Escribir para el pueblo es escribir para el hombre de nuestra raza, de nuestra tierra, de nuestra habla, tres cosas inagotables que no acabamos nunca de conocer”.
                 
                Las profundísimas raíces de Federico García Lorca en lo popular impregnan toda su obra. Lorca parte de la realidad suya, la realidad en torno, la realidad del campo andaluz. Él en sus declaraciones, nos dice lo que siente ante su tierra: “amo la tierra, me siento ligado a ella en todas mis emociones. Mis más lejanos recuerdos de niño tienen sabor de tierra. La tierra, el campo, han hecho grandes cosas en mi vida…  (…) En la tierra encuentro una profunda sugestión de pobreza, no la pobreza sórdida y hambrienta, sino la pobreza bienaventurada, simple, humilde, como el pan moreno”.
              Lorca intentó captar en poesía y en teatro lo que la tierra le brindaba. El fenómeno andaluz no es otra cosa que la realidad andaluza y Lorca llegó a ella por alguna vía de intuición y la expresó mediante su arte.
               Su ensayo “Teoría y juego del duende” es toda una explicación de la creencia y activa participación de Lorca en el fenómeno andaluz. Citemos algunos fragmentos:  “este poder misterioso que todos sienten y que ningún filósofo explica, es en suma, el espíritu de la tierra”… … “para buscar al duende no hay mapa ni ejercicio”… … “los grandes artistas del sur de España saben que no es posible ninguna emoción sin la llegada del duende”.   Tener duende es lo más caro que puede ofrecer la vida a los intelectuales. El duende es ese misterio magnífico que debe buscarse en la última habitación de la sangre.  Lorca compara la búsqueda del duende con la búsqueda de Dios, y dice después, que produce “un entusiasmo casi religioso”.
                  Las determinantes del genio literario andaluz son la poesía popular, que tiene sus raíces en la lírica arábigo-andaluza, y la poesía digamos, culta, que arranca en “Herrera” y tiene su cumbre en “Bécquer”.


       De la extensísima lista de poetas andaluces de todos los tiempos vamos a citar algunos de ellos:
        WALLADA BINT AL-MUSTAKFI    ( Córdoba, 994-1091)
       Hija del califa Muhammad III al Mustakfi y de la esclava cristiana Amin´am. Como el califa no tuvo descendencia masculina, heredó los bienes de su padre y abrió un palacio donde se dedicó a educar a chicas de buena familia, y al que acudían también los poetas y literatos de su tiempo.  Bordaba sus versos en sus vestidos, y tuvo el atrevimiento de participar en las competiciones masculinas. Tuvo una relación secreta con el poeta Abenzaidún vinculado al linaje rival  a los Omeyas, al que ella pertenecía. Sobre esta relación giran los ocho de los nueve poemas que de ella se conservan.  “Cuando caiga la tarde” (anexo)

        HAFSA BINT AL-HAJJ  AL-RAKUNIYYA  (Granada,1135—Marrakesh,1191)      Fue una de las poetisas  más célebres de Al-Ándalus. Hija de un noble de origen bereber, rico e influyente. Pasa su infancia y juventud en Granada en una época de agitación política intensa, que marcará la caída de los Almorávides y la instauración del califato Almohade. Pronto ocupó un lugar importante en la corte de los Almohades de Granada, desarrollando una actividad literaria y educativa intensa y adquiriendo una reputación que llegó a traspasar los límites de Granada.  Vivió un triángulo amoroso muy conflictivo que terminó con la muerte de su amante.  Hafsa es la poetisa andalusí de la cual conservamos más obras. Han llegado hasta nosotros 17 de sus poemas, de gran calidad literaria.     Es capaz de expresar, con gran belleza, sus verdaderos sentimientos en un lenguaje espontáneo. Su inspiración llega a un culmen en aquellos versos en los que expresa su pesar y su dolor por la muerte de su amante. (poemas anexos)

        FERNANDO HERRERA (el divino)  (Sevilla, 1534-1597)                                                          Representa el preciosismo retórico de la escuela sevillana. Su obra desempeña un papel primordial en la evolución de la lírica castellana. Cultivó la poesía heroica y religiosa, pero sobre todo la poesía amorosa. “Rojo sol”  (anexo)

       SOR MARÍA DE LA ANTIGUA   (Cazalla de la Sierra, Sevilla, 1566—Lora del Rio, Sevilla, 1617)     A los 13 años ingresó en el convento.  A lo largo de su vida religiosa se distinguió por vivir heroicamente las virtudes, particularmente la caridad y la humildad.  Vivió santamente con el deseo de ser mártir.  Destaca, entre sus escritos, el libro titulado “Desengaños de religiosas y almas que tratan de virtud”.  Romance (anexo)

      GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER    (Sevilla, 1836—Madrid, 1870)                                            Es el más genuino representante  del romanticismo español, en su faceta más intimista; punto de partida  de la poesía moderna.  Su poesía es sencilla de forma y parca de ornamento, refrenada en lo sensorial  para que mejor trasluzca el sentir profundo del poeta. Es una lírica no declamatoria, sino para decir al oído.  (poemas anexos)

             SALVADOR RUEDA   (Benaque, 1857—Málaga,1933)                                                   “Aunque de niño –cuenta el poeta- en mi casa pobre, yo no servía más que para vagar a todas horas por los campos, pretendiendo descifrar los profundos misterios y las grandes maravillas. Mi padre siempre me amparó por desgraciado y me tuvo un sitio en su corazón.  Aprendí administración de las hormigas; música, oyendo los aguaceros; escultura, buscando parecido a los seres en la línea de las rocas; color, en la luz; poesía en toda la naturaleza”.                   Precursor del “modernismo” en España, poseía una curiosa intuición poética que le llevó a una poesía coloreada, brillante y musical.  Sus escritos se caracterizan por el vivo retrato del pintoresquismo andaluz.                                          Innovador de técnicas y expresiones poéticas, ejerció cierta influencia en los escritores y poetas iberoamericanos, incluso en Juan Ramón Jiménez. (poema anexo)

               JUAN RAMON JIMÉNEZ  (Moguer, 1881—San Juan de Puerto Rico, 1958)  Premio Nobel, 1956.  Él mismo se calificaba de “andaluz universal”.                    Fue modelo reconocido por varias generaciones de poetas tanto en España como en Hispanoamérica.  Toda su obra refleja su autobiografía, ya sea de forma sutil o explícita.  Para Juan Ramón Jiménez la poesía es belleza, expresión de un goce exaltado de lo bello donde quiera que se encuentre; pero también es conocimiento, de inteligencia agudísima de penetración en la esencia de las cosas; un camino hacia las últimas verdades.                                            Su poesía es en fin, expresión del ansia de eternidad, de ahí su preocupación angustiosa por la fugacidad de las cosas, y también su especial idea de Dios, a quien identifica con la “Naturaleza” o con la  “Belleza absoluta”.                                  Su personalísima poesía, fuera de escuelas o tendencias se va desnudando y se sumerge en un misticismo extraño en que la sed de eternidad le lleva a dialogar con un “Dios deseado y deseante”.                                                                                     El poema, “El viaje definitivo”.  Personal meditación del poeta sobre la muerte; vista como un abandonar la belleza de un mundo que seguirá sin nosotros. (anexo)

       MANUEL MACHADO   (Sevilla, 1874—Madrid, 1947)                                                      El origen andaluz de Manuel Machado está bien patente a lo largo de toda su obra, en la que conviven la elegancia superficial y la reflexión profunda, lo cosmopolita y lo castizo, lo culto y lo popular.  Se definía como “medio gitano y medio parisién”.  Fue también el intérprete del alma andaluza, frívola y grave a la vez. La Andalucía alegre y la Andalucía trágica inspiraron frecuentemente a este gran poeta. En el poema “Cantares” se expresa muy bien el andalucismo hondo, elegante y dramático de este autor (anexo).

     ANTONIO MACHADO   (Sevilla, 1875—Colliure, Francia, 1939)                                        Fue Antonio un hombre bueno “en el buen sentido de la palabra”, ensimismado, de sobria y honda sensibilidad. De ahí que se identificara tanto con el austero ambiente castellano.  Su ideal de fraternidad le llevó, en sus últimos años, a proclamaciones netamente revolucionarias. Sus ideas se radicalizarán con el tiempo, sobre todo, al contacto con las desigualdades sociales en Andalucía y ante el incremento de los movimientos obreros con los que simpatizó pronto.   Mostró hasta el final de su vida una ejemplar consecuencia con sus convicciones profundas.  Estuvo, según sus palabras, “a la altura de las circunstancias”.    “Y cuando llegue el día del último viaje,/ y esté al partir la nave  que nunca ha de tornar/ me encontraréis a bordo ligero de equipaje,/ casi desnudo como los hijos de la mar”.                                                            Su principal fuente de inspiración fue su propio vivir; al componer versos, suele hacer autobiografía. También deja campo libre a meditaciones y expresiones de pensamientos filosóficos: “Tras el vivir y el soñar/ está lo que más importa: despertar”.                                                                                                                                 Su último verso, se le encontró –cuando murió- en el bolsillo, escrito a lápiz en un papel arrugado. “Estos días azules y este sol de la infancia…”   Es como el cierre de su vida.


        A grandes rasgos esta es la herencia que recibe la “Generación del 27”, cuyos miembros buscan una poesía “arte y creación”.  Seis de sus once componentes más destacados son andaluces, y de ellos sobresalen: Federico García Lorca, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda y los malagueños Emilio Prados y Manuel Altolaguirre.                                                                                   Lorca y Alberti son los más genuinos representantes del genio andaluz. En su obra podemos encontrar las dos grandes constantes de la estética andaluza: lo popular y lo culto. Recogen en su poesía los temas, la métrica, el ritmo, el tono y los procedimientos propios de la poesía tradicional, aunque los sometan a un proceso de elaboración técnica impensable por el pueblo llano. Reflejan una manera de ser propiamente andaluza: el dramatismo, el misterio, las supersticiones y las costumbres de nuestra gente.                                                  
       Con Luis Cernuda y Vicente Aleixandre, la poesía española llega a la máxima depuración de la estética romántica, cuyos caminos abrió Bécquer  y asentaron Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado.

      FEDERICO GARCÍA LORCA  (Fuente Vaqueros, 1898—Viznar, 1936)                               De todos los poetas españoles contemporáneos es el que ha logrado más difusión en el extranjero, donde sus obras han sido traducidas a diversas lenguas y ampliamente estudiadas.  ( poemas anexos).


       MARÍA ZAMBRANO    (Málaga, 1904—1991)                                                              Pensadora, ensayista y filósofa. Su extensa obra entre el compromiso cívico y el pensamiento poético no fue reconocido en España hasta el último cuarto del siglo XX, tras un largo exilio. Premios “Príncipe de Asturias” en 1981 y el “Premio Cervantes” en 1988.                                                                                                  Para Zambrano existen dos actitudes: la actitud filosófica, que se crea en el hombre cuando se pregunta algo, por la ignorancia, y la actitud poética, que es la respuesta, la calma, y en la que una vez descifrada encontramos el sentido a todo.  La actitud filosófica de María Zambrano es inseparable de su muy peculiar lenguaje y creativo  estilo de pensar y escribir, que constituyen la base de lo que llamará su método.   Su método se establece bajo dos grandes cuestiones: la creación de la persona y la razón poética.  La creación de la persona se relaciona estrechamente con el tema de lo divino, con el de la historia y con los sueños, y la razón poética con la relación entre filosofía y poesía o con la insuficiencia del racionalismo.  (Poema anexo)


     CONCHA LAGOS    (Córdoba, 1913—Madrid, 2007)                                                      Ha colaborado en importantes publicaciones literarias como poeta y prosista, dirigiendo por muchos años la revista Ágora, y ocupando una silla en la Real Academia de Córdoba.    Aunque su vida transcurre en Madrid, mantiene un especial interés por todos los temas andaluces, razón que la ha hecho acreedora a la Medalla de Andalucía en el año 2002.  (Poema anexo)


     MARÍA VICTORIA ATENCIA        (Málaga, 1931)                                                               Su corpus poético está dotado de gran personalidad y elevado sentido estético. Su obra es una comunión entre clasicismo y modernidad.  Ha cultivado la pintura, la poesía y la música.  Aunque terminó dedicándose de lleno a la poesía.  Es académica numeraria de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga, consejera del Centro Andaluz de las Letras de la Junta de Andalucía, de la Fundación de la Generación del 27 de Madrid, del Centro Cultural Generación del 27 de Málaga, de la Fundación María Zambrano, etc.           Es una apasionada de su tierra, y en su obra ha manifestado lo que en ella produce, siendo el “mar” uno de los elementos más reincidentes de su poesía.         A lo largo de su carrera ha ganado muchos premios. Es Hija Predilecta de Andalucía.  (Poema anexo)


        ANA ROSETTI    (San Fernando, Cádiz, 15 de mayo de 1950)                                   Escritora de teatro, poesía y género narrativo.  Su obra es una mezcla de erotismo, esteticismo y culturalismo. Revolucionó el panorama literario en la España de los 80, se encuentra, por derecho propio, entre los mejores poetas de la poesía española contemporánea.  (Poema anexo)


     AURORA LUQUE       (Almería, 1962)                                                                                       Brillante representante de la poesía española actual. Es profesora de Griego Antiguo en Málaga (licenciada en Filología Clásica por la Universidad de Granada).  (Poema anexo).


POEMAS

“QUISIERA ESTAR SOLO EN EL SUR”         LUIS CERNUDA
Quizá mis lentos ojos no verán más el sur/ de ligeros paisajes dormidos en el aire,/ con cuerpos a la sombra de ramas como flores/ o huyendo en un galope de caballos furiosos.   
El sur es un desierto que llora mientras canta,/ y esa voz no se extingue como pájaro muerto;/ hacia el mar encamina sus deseos amargos/ abriendo un eco débil que vive lentamente.
En el sur tan distante quiero estar confundido./ La lluvia allí no es más que una rosa entreabierta;/ su niebla misma ríe, risa blanca en el viento./ Su oscuridad, su luz son bellezas iguales.


“CUANDO CAIGA LA TARDE”      WALLADA BINT AL-MUSTAKFI
Cuando caiga la tarde, espera mi visita,/ pues veo que la noche es quien mejor encumbre los secretos;/ siento un amor por ti, que si los astros lo sintiesen/ no brillaría el sol, ni la luna saldría/ y las estrellas no emprenderían su viaje nocturno.

“RESPÓNDEME ENSEGUIDA”              HAFSA BINT AL-HAVYY AL-RAKUNIYYA
Respóndeme enseguida/ ¿Voy yo a ti o tú vienes a mí?/ Mi corazón acepta lo que digas./ A salvo te hallarás de la sed y del sol/ cuando ocurra tu encuentro conmigo,/ pues mi boca es dulce fuente cristalina,/ las ramas de mi pelo, sombra umbrosa./ Respóndeme enseguida…


“ROJO SOL”             FERNANDO HERRERA  (EL DIVINO)                                                     Rojo sol, que con hacha luminosa/ cobras el purpúreo y alto cielo,/ ¿hallaste tal belleza en todo el suelo,/ que iguale a mi serena Luz dichosa?                                         
Aura suave, blanda y amorosa,/ que nos halagas con tu fresco vuelo,/ ¿Cuándo se cubre del dorado velo/ mi Luz, tocaste trenza más hermosa?
Luna, honor de la noche, ilustre coro/ de las errantes lumbres y fijadas,/ ¿consideraste tales dos estrellas?
Sol puro, Aura,Luna, llamas de oro,/ ¿oístes vos mis penas nunca usadas?/ ¿Vistes Luz más ingrata a mis querellas?


“ROMANCE”                        SOR MARÍA DE LA ANTIGUA
Socorred ya, Señor mío,/ el fuego de mis entrañas,/ que el alma cuando os recibe/ parece que ya se abrasa.
Es el fuego tan inmenso/ que quiere abrasar el alma,/ que afectos de Dios unido/ le causan divinas llamas.
Mas el alma como niña/ que la regalan y acallan,/ en lugar de alegres risas,/ se convierte en vivas aguas.
Mas, ¡cómo siente consuelo/ en verse encender el alma/ en los regalos dichosos/ en cuyas llamas se abrasa!


“RIMAS”                           GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
Por una mirada, un mundo;/ por una sonrisa, un cielo;/ por un beso… ¡yo no sé/ qué te diera por un beso!   (XXIII)

Los suspiros son aire y van al aire./ Las lágrimas son agua y van al mar./ Dime, mujer: cuando el amor se olvida,/ ¿sabes tú adónde va?    (XXXVIII)


“NOVIA DE LA TIERRA”                         SALVADOR RUEDA
Mirarte solo en mi ansiedad espero,/ solo a mirarte en mi ansiedad aspiro/ y más me muero cuanto más te miro,/ y más te miro cuanto más me muero.
El tiempo pasa, por demás, ligero,/ lloro su raudo, turbulento giro,/ y más te quiero cuanto más suspiro,/ y más suspiro cuanto más te quiero.
Deja a tu talle encadenar mi brazo,/ y, al blando son con que nos brinda el remo,/ la mar surquemos en estrecho lazo.
Ni temo al viento ni a las ondas temo,/ que más me quemo cuanto más te abrazo,/ y más te abrazo cuanto más me quemo.


“EL VIAJE DEFINITIVO”                            JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
…Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;/ y se quedará mi huerto, con su verde árbol,/ y con su pozo blanco.
Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;/ y tocarán, como esta tarde están tocando,/ las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;/ y el pueblo se hará nuevo cada año;/ y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,/ mi espíritu errará nostálgico…
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol verde,/ sin pozo blanco,/ sin cielo azul y plácido…/ Y se quedarán los pájaros cantando.


“CANTARES”                                MANUEL MACHADO
Vino, sentimiento, guitarra y poesía/ hacen los cantares de la patria mía…/ Cantares…/ Quien dice cantares, dice Andalucía.
A la sombra fresca de la vieja parra,/ un mozo moreno rasguea la guitarra…/ Cantares…/ Algo que acaricia y algo que desgarra.
La prima que canta y el bordón que llora…/ Y el tiempo callado se va hora tras hora./ Cantares…/ Son dejos fatales de la raza mora.
No importa la vida, que ya está perdida./ Y, después de todo, ¿qué es eso, la vida?.../ Cantares…/ Cantando la pena, la pena se olvida.
Madre, pena, suerte, pena, madre, muerte,/ ojos negros, negros, y negra la suerte…/ Cantares…/ En ellos, el alma del alma se vierte.
Cantares. Cantares de la patria mía…/ Cantares son sólo los de Andalucía./ Cantares…/ No tiene más notas la guitarra mía.         


“PROVERBIOS Y CANTARES”                 ANTONIO MACHADO
Nunca perseguí la gloria/ ni dejar en la memoria/ de los hombres mi canción;/ yo amo los mundos sutiles,/ ingrávidos y gentiles/ como pompas de jabón./ Me gusta verlos pintarse/ de sol y grana, volar/ bajo el cielo azul, temblar/ súbitamente y quebrarse.   (I)

Es el mejor de los buenos/ quien sabe que en esta vida/ todo es cuestión de medida:/ un poco más, algo menos…


“ZORONGO”                       FEDERICO GARCÍA LORCA
Las manos de mi cariño/ te están bordando una capa/ con agremán de alhelíes/ y con esclavina de agua./ Cuando fuiste novio mío,/ por la primavera blanca,/ los cascos de tu caballo/ cuatro sollozos de plata./ La luna es un pozo chico,/ las flores no valen nada,/ lo que valen son tus brazos/ cuando de noche me abrazan,/ lo que valen son tus brazos/ cuando de noche me abrazan.


“EL AGUA ENSIMISMADA”                  MARÍA ZAMBRANO
El agua ensimismada/ ¿piensa o sueña?/ El árbol que se inclina buscando sus raíces,/ el horizonte,/ ese fuego intocado,/ ¿se piensan o se sueñan?/ El mármol fue ave alguna vez;/ el oro, llama;/ el cristal, aire o lágrima./ ¿Lloran su perdido aliento?/ ¿Acaso son memoria de sí mismos/ y detenidos se contemplan ya para siempre?/ Si tú te miras, ¿qué queda?


“OTRA VEZ SOÑAR DESDE EL OSCURO…”                 CONCHA LAGOS
Otra vez soñar desde el oscuro/ imposible por qué, mano tendida,/ intentando apresar amor y vida,/ fijarle a lo inseguro lo seguro./ Otras veces cabalgando hacia tu muro,/ soledad que me tiras de la brida,/ seguidora incansable de mi huida,/ vencedora en la lucha en que perduro./ Otra vez a mirar arena y cielo/ en tu playa sin fin siempre desnuda,/bebiéndome el silencio que te nombra./ Otra vez como ayer perdido el vuelo/ por el salto hacia atrás de miedo y duda,/ seguida y seguidora de tu sombra.


“MAR”                              MARÍA VICTORIA ATENCIA
Bajo mi cama estáis, conchas, algas, arenas:/ comienza vuestro frío donde acaban mis sábanas./ Rozaría una jábega con descolgar los brazos/ y su red tendería del palo de mesana/ de este lecho flotante entre ataúd y tina./ Cuando cierro los ojos se me cubren de escamas.
Cuando cierro los ojos, el viento del Estrecho/ pone olor de Guinea en la ropa mojada,/ pone sal en un cesto de flores y racimos/ de uvas verdes y negras encima de mi almohada,/ pone henchido el insomnio, y en un larguero entonces/ me siento con mi sueño a ver pasar el agua.


“NOCTURNO”  (MOMENTO l)                        ANA ROSSETTI
Y la música ardiendo, estallando,/ araña es de cristal, o una bengala;/ el limón sobre un vaso teñido de violeta,/ vigilante; y el blanco pantalón,/ que en medio de la noche resplandece,/ arrogante y magnífico como un corcel de Uccello,/ hasta la madrugada perseveran.


“NOCHE DE COPLA”                              AURORA LUQUE

Noche de amor perfecto, amargo, oscuro./ Presente comprendiéndose a sí mismo,/ hinchado al fin de vida. El mundo, / tal vez innecesario. El vello desprendido/ sobre la piel muy húmeda. Anacrónicamente,/ la colcha años cuarenta/ con cinco japonesas azules.