Tertulia del 8 de junio de 2022

                                 IGNACIO SANCHEZ MEJIAS Y LA GENERACIÓN DEL 27

Concepción Torres Leiva expuso el tema ante un auditorio que reunió un aforo de 50 asistemtes.

Principio de equivalencia

                                         PRINCIPIO DE EQUIVALENCIA

 

             El progreso de una comunidad (tribu, pueblo nación o humanidad) depende de la agilidad con la que sea capaz de desprenderse del lastre ideológico que la aglutinó en el pasado. La rapidez de la transición del antes al ahora es un indicador de la capacidad adaptativa. Un ejemplo clásico podría ser la Revolución Francesa que sustituyó feudalismo por Ilustración o la Revolución Industrial surgida tras el planteamiento de la Teoría de la Evolución por parte de Darwin. La liberación que supuso borrar el Génesis del software ideológico fue el combustible que activó la democracia. Mantener pesos muertos como fundamentalismo religioso o monarquía enlentece el progreso según demuestra el ranquin de producción científica y técnica. Las ideologías necesitan renovarse para sobrevivir (seguir viviendo sobre lo vivido). Cuanto antes se entienda que el progreso debe eliminar previamente la basura que genera, mejor.

            La evolución eligió la reproducción sexual como medio para conseguir diversidad primando el interés de la especie por encima del interés de los individuos. Hasta que una mayoría significativa no entienda que el egoísmo expandido es más rentable que el egoísmo personal la sociedad no podrá desarrollar estrategias colectivas para defender el medio ambiente necesario para detener el cambio climático. Otra cuestión es plantear si el capitalismo individualista es compatible con el esfuerzo colectivo necesario para superar el peligro de extinción que amenaza a la especie.

            Como acaba de demostrarse con la pandemia, la defensa frente a invasores, aparte de la vacuna, es responsabilidad de la diversidad inmunológica de la población. Si el genoma humano no viniera siendo mezclado aleatoriamente durante millones de años y se hubiera conservado invariable como le sucede al de los organismos que se reproducen por partenogénesis, la especie sucumbiría ante un patógeno que aprendiera a infectar a un solo individuo.

Pero el patrimonio infinito de la diversidad con el que funciona el Universo entra en contradicción con la defensa de la igualdad. Se mire por donde se mire, la igualdad no existe en la Naturaleza. Se trata de un concepto filosófico referido a derechos humanos y a cuestiones inmateriales porque a nadie se le escapa que la ley y sus aplicaciones, la economía y sus tentáculos o la política y sus devaneos son cualquier cosa menos igualitarios. Para ajustar mejor la expresión a su significado propongo el término equivalencia en sustitución al de igualdad. La equivalencia implica reconocer las diferencias objetivas y aceptar el compromiso de implementar las compensaciones necesarias para subsanarlas. Sobre todo, aquellas diferencias derivadas de la organización social; porque las naturales son atributos que deben conducirse al beneficio general.

 

                                                  Salvador Perán Mesa

                                    Profesor Titular de Bioquímica. UMA.

 

                                           “benaltertulias.blogspot.com”

                                        “ateneolibredebenalmadena.com”