ELOGIO
DE SANTIAGO RAMON Y CAJAL
Representa la figura del esfuerzo
y la labor constante que elevándose desde la más absoluta ausencia de
condiciones y posibilidades, consigue alcanzar el reconocimiento mundial y el Premio
Nobel de Medicina y Fisiología, y que
aprovechando esta situación, ahora excepcional,
como profeta en su tierra, se consagró con éxito a la actualización de
su país a través de la dirección de la Junta de Ampliación de Estudios (JAE),
el esfuerzo más importante llevado a cabo en España por conseguir la
modernización del país.
Para hablar de Ramón y Cajal es
necesario previamente conocer la historia de su padre, un ejemplo de superación
personal, que tanto le influyó, aunque al final terminaran distanciados. El que
llegaría a ser Dr. Justo Ramón Casasús, era natural de Larrés una villa del
Alto Aragón, tercer hijo de una familia y por tanto sin derecho a heredar, que
trabajó como labrador y pastor, aprendiendo a leer a la edad de 16 años en que
comenzó a trabajar como aprendiz de barbero y superándose a sí mismo y
superando diversas pruebas consigue cualificarse como cirujano de 2ª sin
derecho a ejercer la medicina, y con cuyo aval recorre diversos pueblos
contratando sus servicios con los ayuntamientos, ya casado con Antonia Cajal
Puente de la que tuvo cuatro hijos, dos varones Pedro y Santiago y dos hijas
Paula y Jorja. Continúa su formación obteniendo el bachillerato en el Instituto
de Zaragoza y cuatro asignaturas de la licenciatura en Medicina que consigue
completar en Valencia en el mismo año en que nace su hijo Santiago en Petilla
de Aragón en 1852. Sigue, ya como médico, por los pueblos aragoneses hasta
recalar en Zaragoza en 1870 colaborando como profesor interino de Disección y
Osteología en la Escuela Libre y
Regional de Medicina de Zaragoza que abandonó en 1883 al no conseguir revalidar
la plaza, dedicándose a la medicina privada tras obtener un reconocimiento del
Ayuntamiento por su labor abnegada en la epidemia de cólera. Muere en 1903, a los
81 años, tras un segundo matrimonio que sus hijos no aprobaron y del que le
obtuvo un nuevo descendiente.
Santiago Felipe Ramón y Cajal
nace en Petilla de Aragón en 1852, cursando sus primeras letras en Valpalmas y
Ayerbe localidades del entorno en donde su padre desempeñó su trabajo, y la
segunda enseñanza en el colegio de los escolapios de Jaca y en el Instituto de
Huesca y después de trabajar de aprendiz en una barbería y en una zapatería,
inicia sus estudios de medicina en 1869, tiene afición y aptitudes para el
dibujo y la pintura que comenzó a desarrollar en la academia León Abadías de
Huesca. Se licencia en 1873 con 21 años y ese mismo año obtiene por oposición
plaza de médico segundo de la Sanidad Militar siendo destinado en principio a
Cataluña y al año siguiente al ejército expedicionario de Cuba con el grado de
capitán en donde se familiariza con el paludismo y la disentería que trata en
la enfermería de Vistahermosa y que termina contrayendo para volver a España en
1875 a dedicarse a la docencia en Zaragoza obteniendo la plaza de ayudante de
Anatomía gracias a la influencia del Dr. Genaro Casas, antiguo profesor y amigo
de su padre.
Dos años más tarde, en 1877, es
Profesor Ayudante de Anatomía y presenta en Madrid su tesis doctoral sobre “La
patogenia de la inflamación”, quedando entusiasmado por las preparaciones
micrográficas que le muestra el Profesor de Histología Aureliano Maestre de San
Juan, que le deciden a dedicarse a esta investigación para lo cual se compra a
plazos un microscopio y un microtomo con los que inicia su primer laboratorio.
Fracasa en sus dos primeras ocasiones para obtener la cátedra de Anatomía en
Zaragoza en 1878 y en Granada en 1880. Sufre un brote de tuberculosis pulmonar
del que se recupera en el balneario de Panticosa. En 1879 gana por oposición la
plaza de Director del Museo Anatómico de Zaragoza. Contrae matrimonio con
Silveira Fañanás con quien tuvo seis hijos y comienza a publicar sus primeros
trabajos y en 1883 logra por fin la cátedra de Anatomía de la Facultad de
Medicina de Valencia, para pasar a Barcelona como Catedrático de Histología en
1887 y a la de Madrid en 1892 para ocupar la vacante por el fallecimiento de su
maestro el Profesor Maestre de San Juan.
Está dedicado ya por completo al
estudio e investigación del sistema nervioso que desde 1887 está tiñendo con el
método de Golgi que le ha dado a conocer el neurólogo valenciano Luis Simarro,
método cromoargéntico que mejora con la “doble impregnación”, lo que le permite
desarrollar su teoría neuronal, es decir, que las células nerviosas no se
comunican por continuidad sino por contigüidad. En 1889 acude a Berlín como miembro de la Sociedad
Anatómica Alemana, costeándose su viaje, en donde sus descubrimientos son
celebrados y su prestigio se hace universal. Consigue en Madrid un laboratorio
bien equipado e ingresa en las reales
academias de Ciencias y de Medicina, desde cuyas tribunas denuncia los males
del país “que se ha dormido en el sueño de la ignorancia y cultivado la
religión y el arte que son actividades preferentes de pueblos primitivos”.
Recibe el título de “doctor honoris causa” por las universidades de Cambridge,
Boston y Hardvar, y los premios de Moscú y Medicina de Paris. En 1906 comparte
el Premio Nobel de Medicina y Fisiología con Camilo Golgi.
Más allá de este premio, Cajal
consiguió crear en España una infraestructura científica como director del
Instituto de Higiene Alfonso XIII para el que fue nombrado en 1900, y de la
Junta de Ampliación de Estudios creada en 1907 que ayudándose de la valiosa red
de vínculos internacionales creada por su secretario José Castillejo, dotó con
pensiones de estudio en el extranjero a casi 4000 pensionados en materias tan
diversas como pedagogía, derecho, filosofía, ciencias, medicina etc., siguiendo
el principio enunciado en su decreto de fundación de que “el pueblo que se
aísla, se estaciona y se descompone”, ”siendo indispensable ir a recoger para
volver aquí a sembrar”, razón por la que se crearon diversos centros como el
Centro de Estudios Históricos de Madrid, La Residencia de Estudiantes, El
Instituto de Ciencias Físico-Naturales o el Instituto Cajal, todos ellos
impensables sin la existencia del Instituto Libre de Enseñanza fuertemente
influido por el krausismo, toda una red de talleres y laboratorios de la que
emergieron y en la que se formaron, una pléyade de investigadores y profesores
que colocaron a España en las cimas más altas, en lo que se denomina “era
Cajal”, la más brillante de la ciencia española, a la que solo le faltó el
nombramiento como Ministro de Instrucción Pública, cargo que rechazó de forma
reiterada.
Gran aficionado al dibujo y a la
fotografía, hizo así mismo, incursiones literarias en las que nos dejó las
impresiones personales de su vida y de su época. Posiblemente feliz y
satisfecho de su labor Ramón y Cajal murió en 1934, a los 82 años de edad, sin
que afortunadamente alcanzara a contemplar cómo toda su genial obra científica y
sobre todo cultural, labrada en tantos años y con tanta dedicación y esmero,
fuera menospreciada, desarbolada y arrasada por la dictadura franquista.
Jesús Lobillo Ríos
Presidente
del Ateneo Libre de Benalmádena
“benaltertulias.blogspot.com”
“ateneolibredebenalmadena.com”
Bibliografia
J. Fernández Santarén, P. García
Barreno y J.M.Sánchez Ron.-“Santiago Ramón y Cajal. Un siglo después del Premio
Nobel”. Fundación Marcelino Botín.
Gran Enciclopedia Aragonesa
on-line.” Santiago Ramón y Cajal”
J.M. López Piñero. “Santiago
Ramón y Cajal”. Real Academia de la Historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario