QUEMA DE LIBROS
Juana Capdevielle San
Martín (1905-1936)
El
presente artículo recupera a una de tantas mujeres pioneras e interesantes de
nuestro país, olvidadas y normalmente ninguneadas por la historiografía, como
es el caso de nuestra protagonista: Juana María Capdevielle San Martín (Madrid,
1905-Rábade, Lugo, 1936). Junto con ella, al mismo tiempo, queremos rendir un
homenaje al libro, a los libros que tantas veces han sufrido «bibliocausto››,
una definición poco conocida, y que no es otra cosa que la quema de miles de
libros. En este caso, considerados peligrosos para la salud y pervivencia del Nacional-Catolicismo,
si bien esta «higiénica›› costumbre se hace extensiva a otros regímenes como el
nazismo, el fascismo, el comunismo o cualquiera de las dictaduras que existen o
han existido a todo lo largo de la Historia. Nos podemos remontar, apurando el
tiempo, a la quema de documentos en la antigua Mesopotamia o a la destrucción
de la biblioteca de Alejandría, por poner un par de ejemplos.
Centrándonos
en los años de nuestra propia dictadura basta recordar que, «al paso alegre de
la paz››, hubo quema de miles de libros en las ciudades que iban cayendo bajo
la bota golpista. El historiador Francesc Tur escribe que esta primera quema
pública tuvo lugar en La Coruña, pocos días después de la rebelión militar, en
agosto de 1936. No debe extrañarnos, pues la Guerra Civil duró apenas un par de
días en Galicia (a partir del 20/21de julio de 1936 la legitimidad republicana
fue sustituida por la dictadura franquista). Entre las víctimas condenadas se
encontraba la famosa biblioteca del entonces presidente del Consejo de ministros
Santiago Casares Quiroga: De los 20.000 libros incautados sólo se recuperaron
unos 800, según el estudio realizado por el bibliotecario de la Universidad de
Santiago de Compostela, Francisco Xavier Redondo Aval. Otra de las bibliotecas
incautadas fue la del centro de estudios sociales Germinal, una institución
fundada en 1902 por varios grupos de orientación libertaria y federalista de La
Coruña. Como le había ocurrido, siglos atrás, a la biblioteca de nuestro
Caballero de la Triste Figura (Don Quijote), la Historia se repetía, pues el
martillo ejecutor y seleccionador de la masacre «librística›› fue un cura
apellidado Maseda. Siguiendo al autor arriba citado, el diario El Ideal
Gallego publicaba al respecto: «A orillas del mar, para que el mar se lleve
los restos de tanta podredumbre y de tanta miseria, la Falange está quemando
montones de libros y folletos de criminal propaganda comunista y antiespañola y
de repugnante literatura pornográfica››.
Punto
y seguimos. Juana Capdevielle, a quien dedicamos el artículo, era bibliotecaria
de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid, desde 1933,
compatibilizando esa función como jefa técnica de la biblioteca del Ateneo de
Madrid. Había ingresado el 9 de julio de 1930 en el Cuerpo Facultativo de
Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, primero adscrita a la Biblioteca
Nacional y, desde julio de 1931, en la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y
Letras de la Universidad de Madrid, donde había realizado su carrera, convirtiéndose
por ello en la primera mujer jefa de una biblioteca en la universidad española.
Una de las primeras acciones fue la de coordinar el traslado de importantes
fondos dispersos en otras dependencias de la universidad a las nuevas
instalaciones en la Ciudad Universitaria. Juana había tenido como profesor a
José Ortega y Gasset y a María Zambrano como compañera durante sus años de
estudiante. Al finalizarlos fue pensionada por la Junta para Ampliación de
Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) para ampliar estudios en Alemania,
Bélgica, Francia y Suiza.
Eran
los años treinta y la Universidad española y el propio Ateneo se llenaban de
jóvenes de ambos sexos con hambre de conocimiento. La famosa periodista
Josefina Carabias ̶ una de las primeras periodistas y madre de
la escritora Carmen Rico Godoy y de la diplomática Mercedes Rico Carabias ̶ [1]
describía en la revista Crónica de 1934 el ambiente femenino en estos
términos: «Hoy en día en el ateneo se ven casi tantas mujeres como hombres. Las
jóvenes estudiantes están en mayoría, y las viejas sabihondas que alternaban
con Unamuno han desaparecido por completo››. También el escritor y ateneísta
José Pérez Bojart, por estas mismas fechas y en el diario Ahora, publicaba
un artículo dedicado a Juana, describiéndola como una bibliotecaria «asectaria,
amplia e integral, en que la han nutrido su espíritu todos los izquierdistas y
derechistas españoles que tienen algo en la cabeza››. Lo cierto es que esta
joven bibliotecaria desplegaba una intensa actividad cultural de amplio
espectro. Un ejemplo: por petición expresa, el grupo ambulante La Barraca
representó en los salones del Ateneo en la primavera de 1936 El Caballero de
Olmedo, obra de Calderón de la Barca (fue su última actuación).
En
este ambiente de pujanza cultural Juana conoció a su futuro marido, el abogado Francisco
Pérez Carballo (1911-1936), militante de Izquierda Republicana y socio del
ateneo madrileño, con quien se casó en marzo de 1936. Ese mismo año al marido
lo nombraron gobernador civil de La Coruña, y ella se trasladó con él tras
solicitar un permiso de tres meses sin sueldo. Apenas unos pocos meses pudieron
disfrutar de su vida de casados porque ambos fueron asesinados el mes de agosto
de 1936. Francisco, a primeros de ese mes y Juana el día 18, a los treinta años
de edad y embarazada de su primer hijo. Ese mismo día moriría asesinado en
Granada su amigo Federico García Lorca, con quien compartió espacio en el
Ateneo; al día siguiente, en un pueblecito gallego, el alcalde de Santiago y
director de la editorial
gallega Nos, Anxel Casal Gosenje, perdía la vida a manos de los mismos verdugos.
Rosa M.
Ballesteros Garcia
Vicepresidenta del Ateneo
Libre de Benalmádena
“benaltertulias,blogspot,com”
Lecturas
recomendadas:
Manuel
Rivas: Los libros arden mal, 2006.
Clara
Herrera: Juana Capdevielle, bibliotecaria del Ateneo de Madrid (1931-1936).
Francesc
Tur: «El bibliocausto en la España de Franco (1936-1939)››. En RED.
Julio Prada: No sólo
represión. La construcción del franquismo en Galicia (Biblioteca Nueva).
[1] María de las Mercedes Rico
Carabias (1945-2022)1 fue una diplomática española, la tercera tras la
prohibición de Franco de acceso de las mujeres a las embajadas, levantada en
1964.
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ResponderEliminarEn una publicación del CIS sobre percepción de igualdad, un 44,1 % de hombres percibe, que ahora se les discrimina a ellos. Por supuesto es mejor no mirar hacia atrás y ver como histórica y recientemente mujeres con una capacidad para ejercer responsabilidades, escritoras, novelistas e intelectuales han sido y son silenciadas.
ResponderEliminarLo peor de todo es que este tipo de relatos, sirve para que viejas hordas de bárbaros estén capitalizando estas sensibilidades reclamando una "libertad" , que dicen no tener, para pisar los derechos que tanto nos ha costado conseguir.