Vidas
olvidadas: Esteban Hernandorena (Vizcaya, 1905-Israel, 1965)
En la capitanía del puerto de la ciudad
de Haifa, en Israel, se puede ver una placa (en hebreo e inglés) dedicada
Esteban Hernandorena Zubiaga (“Captain Steve)”. Personaje prácticamente
desconocido en nuestro país, había nacido en Muzquiz, un municipio vizcaíno del
valle de Somorrosto en 1905.
Cuando
estalló la Guerra Civil nuestro personaje era capitán de barcos de pesca que
faenaban por el golfo de Vizcaya, y su historia es semejante a la de tantos
defensores de la República que se vieron abocados al exilio, como él mismo,
refugiado en París junto a su familia. Era comunista, fiel a la República
española, pero sobre todo fiel al Gobierno Vasco. Como se sabe, gracias a las
investigaciones, durante la ocupación nazi de Francia la resistencia vasca, a
través de sus enlaces, consiguió pasar por la frontera a muchos judíos, en
buena parte gracias a la red “Comète”, una de las redes clandestinas de
evacuación de fugitivos de la Europa ocupada por los alemanes más famosa y
eficaz de la II Guerra Mundial. A través de ella muchos de los pilotos aliados,
derribados por los nazis, serían evacuados hacia Gibraltar tras atravesar la
frontera vasco-navarra (con el apoyo de la embajada británica en Madrid). Se
sabe también que muchos de estos gudaris vascos realizaron también operaciones
de rescate, como el del túnel que excavaron hasta entrar en el campo de concentración
francés de Gurs (conocido como “Campo de los Vascos”).
Combatiente
antifascista durante la guerra y después en el exilio, la historia de Hernandorena
daría para un buen guion de película, similar a la vivida por el barco Exodus
1947, contada por León Uris en su novela Éxodo y llevada al cine un
par de años después (1968) con el actor Paul Newman como su capitán
protagonista (Ari Ben Canaán). Con estos
pocos datos no es muy difícil imaginar que nuestro capitán, como el capitán de
la ficción, fuera protagonista de otros viajes durante 1947, el mismo año que
el Éxodus. Los dos hechos se produjeron un año antes de proclamarse en
Estado de Israel un 14 de mayo de 1948. En sus varios viajes, y después de
sortear mil peripecias, comprometido con la emigración ilegal de los judíos
supervivientes del holocausto, el barco “Pan York”, que así se llamaba el barco
que comandaba, llegaría desde Bulgaria, donde lo habían acondicionado, al
puerto de Chipre y al campo de refugiados de Famagusta para, finalmente, desde
allí navegar hasta Haifa. En total fueron hasta 15.000 judíos europeos supervivientes
del nazismo. El “Pan York”, un gran buque que transportaba grano, propiedad de
un armador griego, tenía un gemelo de nombre “Pan Crescent” utilizado para el
mismo fin. Entre los dos barcos trasladaron a decenas de miles de judíos desde
Constanza (Rumanía) a Chipre y después a Haifa.
Entre 1947 y 1953,
gracias a la colaboración entre el Gobierno Vasco y la Haganáh (la fuerza
paramilitar de autodefensa judía en Palestina, origen del Ejército de Israel),
más de un centenar de marinos vascos fueron contratados para participar en la
inmigración clandestina judía a Palestina. Estas contrataciones tenían el visto
bueno de la delegación del Gobierno vasco en París, por medio de Javier de
Gortázar, y se realizaban a través de “respetables” y nada sospechosas
sociedades, como la Sociedad Ginesta, que durante la Guerra Civil había servido
como tapadera a la red de apoyo a la República española y que en estos momentos
era un telón para la actividad del Mossad.
Hernandorena no era el
único participante en estas misiones. Otros nombres vascos a destacar son los
de Rafael Inda Ajuria, capitán de la Marina republicana, quien contrajo
matrimonio falso con una judía sefardí para evitar que fuera enviada a un campo
de concentración nazi. Inda tiene también una historia personal que daría muy
bien para otra novela (o película). Entre muchos nombres destacamos a Víctor
Gangoiti, nombrado en 1947 delegado representante del Gobierno Vasco para
asuntos de refugiados, quien llevó a cabo la operación de recate más grande y
espectacular en la historia de la inmigración clandestina judía, junto con
otros compañeros, todos vascos, como Hilario Erkiaga o Hilario Zarragoitia,
todos ellos colaboradores de Inda y antiguos prisioneros en campos de
concentración. Otros actos humanitarios, de solidaridad, que describen muy bien
la calidad humana de estos hombres, es la de haber cedido sus salvoconductos
franceses a los refugiados en el campo de internamiento de Caraolos para así
facilitarles la salida.
Como ya adelantamos, Hernandorena
era un personaje desconocido, incluso en su tierra vasca, y la historia se
conoció, vía INTERNET gracias a los datos facilitados por el Comité Central
Israelita en Uruguay. Actualmente también tiene una calle dedicada en
Portugalete. Establecido en Israel, y nacionalizado como ciudadano israelita,
junto a su familia, llegó a ser uno de los fundadores de la Israel Merchant
Marine (Marina Mercante Israelí). Murió en Haifa en 1965 y allí está enterrado
en el cementerio cristiano. Varios de sus descendientes viven aún en Israel,
convertidos al judaísmo. aunque mantienen su apellido euskaldún.
Rosa M.
Ballesteros García
Vicepresidenta del
Ateneo Libre de Benalmadena
“benaltertulias.blogspot.com”
P.D.-
La historia de Esteban Hernandorena Zubiaga la podemos leer en el blog de EITB
“Vascos en el mundo” de Koldo San Sebastián y también en el libro del judío de
origen argentino Adolfo Neufeld: To war in Red Subaru: A Memoir a
Volunteer´s Chronicle of the Yom Kippur Between Stories and Dreams, 2009.
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