MIGUEL PRADOS SUCH
MÉDICO,
PSICOANALISTA, MODERNIZADOR DE LA
PSIQUIATRIA MALAGUEÑA Y EXILIADO
Entre las figuras que
contribuyeron a la eclosión de la Psiquiatría en España, sobre todo en el
ámbito local, figura el invisibilizado Miguel Prados, en parte por la sombra de
su hermano menor Emilio que destacó como poeta.
Miguel Prados nació en Málaga en Octubre
de 1894 hijo de un comerciante granadino “hecho a sí mismo” que llegó a ser propietario de una
fábrica de muebles, su madre era malagueña de familia adinerada y liberal. Se
completó la familia con dos hermanos, Inés y Emilio que llegaría a ser un
famoso poeta de salud frágil al que Miguel tuteló siempre tanto material como
intelectualmente. Un tío, Miguel Such, fue arqueólogo.
Ambos hermanos fueron enviados a
Madrid a estudiar en la Residencia de Estudiantes donde se encontraba la élite
intelectual del momento: Juan Ramón Jiménez, Alberti, Dalí, Buñuel, García
Lorca, etc. Miguel estudió Medicina, hablaba y leía en inglés, alemán y francés
por lo que tuvo acceso a las obras de Freud antes de que fueran traducidas y
cuya influencia pasó a su hermano y se extendió a los miembros de la generación
del 27.
Entre 1918 y 1920 trabajó en el
laboratorio de fisiología cerebral de Ramón y Cajal con Rodríguez Lafora, y en
el laboratorio de histopatología con Pio del Rio Ortega. En 1920 fue becado por
la JAE para seguir estudiando en Oxford y Londres con el profesor Mott. Trabaja
en Múnich con el profesor Spielmeyer y asiste a las conferencias de Kraepelin (todo
ello mientras atiende a su hermano que está en un sanatorio en Davoz).
Comienza a preocuparse por la asistencia
real a los enfermos y crea junto con Rodríguez Lafora, Sanchíz Banús y
Sacristán una especie de asociacionismo que sería el germen de la Asociación
Española de Neuropsiquiatría. Vuelve pues a Málaga en donde acepta la dirección
del Sanatorio Psiquiátrico de San José en marzo de 1923, y dos años más tarde
consigue el nombramiento de profesor supernumerario por oposición del Cuerpo
Médico de la Beneficencia y en 1929 le encargan la dirección del Instituto
Social de Psicología Aplicada y de la Escuela de Niños Anormales, ambos de
nueva creación. A estas actividades se suman Ortiz Ramos y Linares Maza.
En 1926 asiste a la reunión de la
Asociación de Neuropsiquiatras en Barcelona y elabora un informe en el que
denuncia la situación de los enfermos mentales y se adhiere a la creación de la
Liga de Higiene Mental, así como cambiar el nombre de Manicomios por el de
Hospital Psiquiátrico, preconizando un servicio de atención más abierto para
los enfermos y una simplificación de la situación legal de los ingresos, así
como de las necesidades de mejorar la capacitación del personal y las
necesidades materiales de las instituciones. Tratar de poner en marcha todos
estos cambios le produce un sinfín de frentes adversos que lo llevan incluso a
juicio.
Miguel Prado vuelve a Madrid
en 1933, opositando a la primera cátedra
de Psiquiatría de la Universidad Central de Madrid que quedó desierta por falta
de unanimidad del tribunal y vuelve a presentarse al ser convocada de nuevo en
1935 con el mismo resultado. Volvió a convocarse en septiembre de 1936 pero la
guerra impidió su celebración. Se convoca de nuevo posteriormente en 1945 en
donde los dos principales opositores, Vallejo Nájera (que acudió vestido de
coronel del ejército) y López Ibor testificaron la lucha entre franquistas y
monárquicos que según los vientos del momento se decantó a favor del primero.
Con la Guerra Civil y sus
consecuencias, Miguel Prado Such fue cesado en los cargos que tenía en Málaga por
la depuración franquista, y paralizada su labor de investigación, y tras ocupar
brevemente una plaza de profesor de Histología en la Universidad de Barcelona
pasa a Francia para terminar viajando a Canadá donde rehace su carrera
ingresando como Carnegie Fellow en el Instituto Neurológico de Montreal en 1942
y dos años más tarde es profesor asistente en el Allan Memorial Institute y a
continuación profesor asociado y posteriormente Profesor de Psicología en la
Universidad de Notre Dame en Montreal.
Se dedica a estudiar el
psicoanálisis fundando el Club de Psicoanálisis de Montreal que poco después
pasaría a ser la Asociación Psicoanalítica Canadiense. En 1950 participa en el
Primer Congreso Mundial de Psiquiatría en Paris. Fue nombrado así mismo experto
de la OMS y fue fundador y miembro del comité asesor de la Revista “Ciencia”,
órgano de expresión de los científicos españoles exiliados en América que se
editó en 1940 y se mantuvo hasta 1974, y que fue prohibida en España a partir
de su tercer número en Mayo de 1940.
Miguel Prados Such falleció en
Montreal en enero de 1969, olvidado en su país y sobre todo de sus paisanos
malagueños para los que resulta un perfecto desconocido.
Jesús
Lobillo Ríos
Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena
“benaltertulias.blogspot.com”
Bibliografia.
C. Garcia Diaz. “Miguel Prados
Such: Un Psiquiatra Reformista en el Exilio”. UMA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario