domingo, 20 de abril de 2025

Manuel Ruiz Maya

                                                    MANUEL  RUIZ  MAYA

                                        CREADOR DE LA PSIQUIATRIA PENAL

Fue un médico eminente que contribuyó de forma espectacular a la creación de la Psiquiatría Moderna, dotando de bases científicas a los manicomios o “casas de locos” y deslindando la cobertura legal de la enfermedad, de la penal, en los procesos judiciales. Nacional e internacionalmente reconocido por sus aportaciones científicas, más de doscientos trabajos escritos, entre las que destacan el tratado de “Psiquiatría  penal y civil” editado en 1931, notable literato, autor de novelas, practicó el periodismo médico y fue miembro de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba. Como representante del republicanismo cordobés fue asesinado sin ningún tipo de apariencia legal en los inicios de la guerra civil.

Había nacido en Espiel en abril de 1888, cuarto hijo de Fabián Ruiz Briceño, hombre de gran cultura y espíritu liberal, que ejerció de abogado, Juez, Magistrado y Presidente de la Audiencia de Jaén,  y de Adelaida Maya Arévalo. Realizó los estudios de bachiller en el Instituto de Cabra, y desde 1903 a 1910 los universitarios en la Facultad de Medicina de Granada obteniendo 19 sobresalientes y 13 matrículas de honor. En esta época se adhiere a la “Asociación Española para el Progreso de las Ciencias”, cuyo órgano de difusión “El ideal médico” mantuvo editando hasta 1931.

Comienza de inmediato su ejercicio profesional en la Compañía Minera de Cerro Muriano en las minas próximas a Córdoba en donde tropieza con las condiciones deplorables que sufrían los trabajadores y cuyo empeño por favorecerlos le obliga a dejar el puesto en apenas un año.

Vuelve a Madrid, en 1913, a realizar su tesis doctoral que titula “Lesión no incluida en la ley de accidentes de trabajo” en la que comienza a manifestar su vocación médico-legal que acrecienta en  la publicación de un trabajo en junio de 1915 titulado “Un imbécil condenado a muerte” en el que analiza el resultado condenatorio del juicio, en el que había actuado como perito, ante la deficiencia intelectual del reo, autor de un doble parricidio, criticando las imperfecciones de la justicia penal y de los peritajes, desencadenando una gran campaña social involucrando a las academias científicas e instituciones oficiales.

En 1916 obtiene el título de Maestro Nacional en la Escuela de Magisterio de Jaén, actividad que desarrolla en la Escuela Superior de Maestros de Córdoba en donde  ejerce como profesor especial de Fisiología e Higiene y de Legislación. También ejerció de Inspector Médico Escolar. Así mismo en este mismo año, con 28 años de edad, ingresa en la “Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba” con un discurso titulado “La ideación fenómeno físico químico”.

En 1919 es nombrado médico de guardia del Hospital Provincial de Agudos de Córdoba, y al año siguiente obtiene por oposición la plaza de numerario de la sección de Psiquiatría, ubicada en el Hospital San Pedro de Alcántara, y publica en “Ideal Médico”, su concepto de la Especialidad y los requerimientos necesarios para llevar a cabo una reforma de la Institución Psiquiátrica Hospitalaria y la creación de un nuevo hospital en Córdoba. Ejerció como Médico de Atención Domiciliaria de la Beneficencia Municipal de Córdoba y como Tocólogo organizando el popular servicio de puericultura “La gota de leche” en el barrio de San pedro que funcionó hasta los años sesenta. También fue Inspector Municipal de Sanidad.

En 1921, al fundarse la “Academia de Ciencias Médicas de Córdoba”  elaboró sus estatutos y su reglamento, siendo nombrado secretario general. En 1929 se funda “El Ateneo Médico de Córdoba” cuyo instigador  es de nuevo Ruiz Maya que es nombrado director tras redactar sus estatutos y reglamento como una institución de tipo práctico. Ejerció de forma abundante el periodismo médico.

Pero su auténtica dedicación fue siempre la Psiquiatría llevando la organización y desarrollo del Nuevo Hospital Psiquiátrico que se ubicó en el antiguo de la Misericordia, y donde fue su promotor y único director. Su obra médica alcanza más de doscientos artículos científicos en los que preconiza el carácter terapéutico de la hospitalización y confía siempre en la curación de los enfermos y en su reeducación. Era miembro de las Sociedades de Psiquiatría y Neuropsiquiatría desde su fundación.

En 1931 publica su obra magna, el tratado de “Psiquiatría penal y civil”, obra de referencia en Medicina Legal y texto básico en América Hispana, que fue reimpresa en Córdoba por CajaSur en 1999 y en la que desarrolla sus conceptos de irresponsabilidad y de inimputabilidad de los enfermos mentales. Pero su compromiso cívico queda manifiesto en sus obras literarias como “Yo y los demás” (1914) “La ciudad del deber” (1917), “Los libertadores del campo” y “Los incultos” (1920). Incluso dejó pergeñada una obra de teatro, “De espaldas”, que no llegó a estrenarse por causa de la guerra civil.      

Como activista político sindical son conocidas sus actuaciones en pro de los mineros de Cerro Muriano y como político se integró en 1929 en la formación del Partido Radical Socialista de su colega y amigo Marcelino Pascua, que organizó y presidió en Córdoba formando el “Bloque de intelectuales cordobeses”, cuyos estatutos y reglamento redactó, en su apoyo y en la preparación de la llegada de la II República cuya instauración proclamó el 14 de abril de 1931 en la Plaza de las Tendillas.

En ese mismo año es nombrado Gobernador Civil de Almería y en 1933 designado “Director General de Prisiones” cargo que ejerció en el tercer gobierno de Azaña desde el 7 de mayo hasta el 14 de septiembre, una designación que fue bien acogida por los funcionarios. El  gobierno siguiente le encarga la redacción del Reglamento Orgánico de los Servicios de Prisiones junto a Victoria Kent y Luis Jiménez de Asúa. 

En 1934 se retira de la política y de la medicina permaneciendo en su casa dedicado a actividades profesionales. Estaba enfermo, padecía de una doble insuficiencia cardiaca y era consciente de su debilidad vital. Estallada la guerra civil en 1936 se sabe perseguido y el propio general Cascajo, gobernador militar de Córdoba, con el que tenía cierta amistad, le propone que se retracte y que se marche para evitar la presión de influyentes personajes de la derecha cordobesa que exigían su eliminación. El día 13 de Agosto fue detenido en su casa y tras dos días en los que fue interrogado por el Comandante Luis Zurdo, el día 15 fue eliminado de dos pistoletazos en la nuca en la Cuesta de los Visos en uno de los crímenes más execrables cometidos en la guerra civil española. Tenía 48 años.

En 1945 se inició un expediente contra él por las autoridades franquistas y otro en 1950  por el Tribunal para la  Represión de la Masonería

En 1970 el Colegio de Médicos de Córdoba elegía presidente a su hijo Manuel Ruiz Maya Chinchilla, que a su vez era director del nuevo Hospital Psiquiátrico.

El Ayuntamiento de Córdoba le dedicó una calle en el barrio de Vista Alegre, apenas una pequeña muestra de agradecimiento hacia este prócer de la Medicina que sigue esperando el reconocimiento que merece.

                                                                      Jesús Lobillo Ríos

                                                Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena

                                                             “benaltertulias.blogspot.com”

 

Bibliografía

Colegio Oficial de Médicos de Córdoba. “La dinastía de los Ruiz Maya”. Concórdoba 2003.

Moreno R. M. ”Manuel Ruiz Maya” Generaciones de Plata.

Guerra F. “La medicina en el exilio republicano. Universidad de Alcalá de Henares 2003

Moreno Gómez F. “1936: el Genocidio Franquista en Córdoba” Crítica 2008


domingo, 13 de abril de 2025

El tamaño importa

                                                      EL TAMAÑO IMPORTA

 

El ADN soporta el software que codifica los distintos programas que dirigen la vida de cada uno. Ahí viene encriptada la información que decidirá si tu voluntad te dejará ser tú mismo o seguirás el curso de una corriente que no controlas porque la independencia se está haciendo cada vez más costosa en la era de la híper comunicación. El origen del primer ADN es aleatorio fruto de probabilidad bayesiana, entendiendo por tal la capacidad adivinatoria de un espectador ante la ejecución de un penalti. De todas las posibilidades que se pueden dar, incluidas las absurdas como darle un balonazo al árbitro, la predicción más acertada colocará el balón en la portería o sus alrededores porque la experiencia dice que eso es lo que suele ocurrir cuando se juega a la lotería del penalti. Supongo que el éxito de la evolución se basa en manejar información acumulada a la hora de elegir entre opciones factibles sin entretenerse en probar todas las posibles. El futuro dejado a la suerte manejando cartas marcadas para que lo más probable acabe siendo lo más adecuado. Podría hablarse de que la evolución actúa con conciencia de lo que hace.

Una de las estrategias de la evolución ha sido apostar por el aumento de masa como se ve en el caso de los dinosaurios. El ADN también buscó aumentar su eficacia creciendo, seguramente siguiendo el ejemplo de las bacterias, hasta que entendió que llegado un límite el tamaño deja de ser una ventaja para convertirse en una carga. Eso que ignoraban los arquitectos de la Torre de Babel lo conoce desde siempre el automatismo biológico. Las células procariotas primitivas evolucionaron aumentando su tamaño hasta que aprendieron dos de los trucos más rentables que existen para prosperar, el primero que la unión hace la fuerza y el segundo que la especialización inherente a la diversidad aumenta la eficacia de manera exponencial. De ahí que procedieran a fundirse con otras células en el proceso de simbiosis y que decidieran formar equipos en los que el grupo fuera más que la suma de las partes. La simbiosis trajo la reproducción sexual que implica intercambio de ADN además de otros alicientes que hacen que la vida sea agradable a ratos.  Cuando el ADN alcanzó el tamaño crítico optó por fabricar secuencias, llamadas intrones, que no codifican proteínas, pero que sustituyen la función reguladora de proteínas que habían perdido eficacia al llegar a su tamaño crítico. Así que los intrones hacen de proteínas sin serlo resolviendo de camino el acertijo ¿qué fue antes la gallina o el huevo? referido al enigma de las enzimas que controlan la función genética que al ser proteínas dependen del código genético. Pudiera ser que los intrones controlaran funciones genéticas como la conciencia controla funciones nerviosas. Otro acertijo: ¿qué fue antes la conciencia o la respuesta? Después lo hablamos.

Si Darwin y Wallace tienen razón la vida surgió en la Tierra debido a una serie de procesos automáticos, no sé si improbables o inevitables, que disiparon entropía aprovechando recursos naturales sin necesidad de creador. Hay que recordar que la ley más inflexible de la física es el 2º principio de la termodinámica: “ningún proceso automático puede ocurrir con descenso de  entropía” (dS/dt ≥ 0, donde S es la entropía) a pesar de lo cual “eppur si mouve”. Aunque han pasado 165 años de la publicación del libro “El origen de las especies”, el peso muerto de la idea de un creador sigue lastrando el subconsciente colectivo. Que cada cual analice si se siente evolutivo o con atributos especiales de origen externo que lo diferencian del resto de los seres vivos. Si participa del libre albedrío otorgado por un ente superior o se reconoce como un sistema complejo adaptativo. Sea cual sea la opinión de cada uno el caso es que no hay indicios de dirección externa. Lo que somos se ha guisado en familia.

Desde los experimentos de Benjamín Libet se asume que el cerebro puede tomar decisiones que se adelantan a la conciencia lo que habla en favor del automatismo del Sistema Nervioso Central (SNC) incluida la conciencia. La propiedad que hace que el SNC esté un paso por encima de las máquinas artificiales y en lo posible de la IA es la reflexión. Es fácil entender que un supuesto creador omnipotente dotara a su prototipo preferido de la capacidad de reconocerse y actuar con criterio propio. Estamos tan condicionados por la prédica que ni siquiera nos planteamos admirar la maravilla de la inteligencia humana desconectada de cualquier atributo divino. El mito del árbol de la ciencia en el Paraíso más que una tentación bajo la recompensa ¡seréis como dioses! es expresión de sorpresa de alguien que acaba de intuir el misterio de reconocerse así mismo sin espejo en el que mirarse. No es que llegaréis a ser dioses, es que ya lo sois al poder trasvasar pensamientos elaborados por vosotros mismos. Envidiar la inteligencia humana es lo menos que puede hacer cualquier demonio que pretenda seducir al hombre. El paso siguiente es entender el milagro que permite a la materia organizarse de manera automática hasta llegar a la reflexión, tener voluntad, comunicarse y ser capaz de fabricar máquinas que de momento mejoran las prestaciones de cálculo y que amenazan con superar al fabricante. Hasta ahora no se ha encontrado en la composición de los seres humanos ninguna sustancia especial que los distinga del polvo de la tierra, falta el soplo divino porque lo que somos es fruto de organización automática de la materia.

 

                                                           Salvador Peran Mesa

                                                 El Ateneo Libre de Benalmádena

                                                      “benaltertulias.blogspot.com”


domingo, 6 de abril de 2025

Aurelio Robles Acosta

                                                       AURELIO  RAMOS  ACOSTA

                      EL APOSTOL LAICO QUE PREFIRIÓ LA MEDICINA A LA POLÍTICA

Fue una figura clave en la modernización de la medicina malagueña, que permanecía anclada en los principios ancestrales socioreligiosos dirigidos férreamente por el doctor Gálvez Ginachero. Activista político y defensor de la medicina social que consideró como un derecho fundamental para todas las clases sociales. Demostró su capacidad organizativa y de dirección en la defensa de Málaga ante el ataque de las tropas rebeldes en la guerra civil.

Nace en Cómpeta (Málaga) en 1893, hijo de Ramiro Ramos y Catalina Acosta, matrimonio de ideas conservadoras dedicado al comercio y a la construcción y bien relacionado con los  círculos pudientes malagueños. Realizó sus estudios de Bachillerato en Málaga y los universitarios en Madrid, residiendo de 1912-15 en la Residencia de Estudiantes, y Santiago de Compostela en donde se licenció en 1917, para volver a Madrid a obtener el doctorado en 1922 con la Tesis: ”La reacción de Schick, índice terapéutico de la difteria”. Inició su especialización en Otorrinolaringología en el Instituto Médico-Quirúrgico de la Encarnación de la mano del otorrino malagueño, doctor Jiménez Encina y en 1921 fue nombrado jefe de ORL de la Asociación Ferroviaria Médico-Farmacéutica.

Durante este periodo madrileño estuvo en contacto y participó pronunciando conferencias en el Ateneo. Se integró con un grupo de profesionales que organizaban un Congreso sobre La Reorganización Sanitaria que no aceptaron su idea de considerar los problemas sociales del ejercicio médico por lo que desistió de participar en el evento. Recibió una beca de la Junta de Ampliación de Estudios (JAE) para ir a estudiar a Londres donde estuvo seis meses recibiendo una mención especial del University Collegue por sus investigaciones.

A finales de 1922, ya en Málaga fue nombrado jefe de ORL del Dispensario Antituberculoso e  inicia su ejercicio privado. En 1924 participa en las oposiciones a médicos de la Beneficencia Municipal siendo nombrado médico supernumerario con el número 1, y en 1932 ganó por oposición su plaza de ORL en este organismo.

Colaboró de forma asidua con la “Revista Médica de Málaga” con el pseudónimo de “Asoka” donde manifestó sus puntos de vista sobre los problemas profesionales y sanitarios, defendiendo la salud como un derecho fundamental. Propició la fundación de un Ateneo de Ciencias Médicas dentro del Colegio de Médicos, en el que denunció los estatutos del Colegio por impuestos sin la participación de los médicos. En una sesión ordinaria del Colegio apoyó junto con 30 médicos una moción de censura que consiguió la dimisión de su presidente, el doctor Gálvez Ginachero.

Perteneció a la Agrupación de Médicos Liberales, a la Sociedad Española de Amigos del País y sobre todo al Partido Radical Socialista, del médico Marcelino Pascua, que había contribuido a fundar en Málaga, y del que se desempeñó como secretario general, publicando un artículo “La revolución de la Sanidad” en el que preconizaba una sanidad pública fuerte con capacidad de atender a la clases populares, basada en un  desarrollo de la capacidad asistencial municipal y que había demostrado su eficacia en la Unión Soviética. Fue presentado a las elecciones generales de 1933 obteniendo un escaño junto con el médico comunista Cayetano Bolívar, pero su experiencia en la escasa posibilidad de conseguir beneficios rápidos para Málaga sobre todo en cuestión de escuelas le hizo renunciar a esta actividad y volver al ejercicio profesional.

Ya en Málaga de nuevo y una vez superado el golpe de estado de Julio de 1936, fue requerido por el Delegado del Gobernador Civil de Málaga para organizar la sanidad hospitalaria, cometido en el que configuró como hospital de sangre al Hotel Myramar de 300 camas para absorber a los pequeños centros que habían ido surgiendo al efecto de las necesidades de la guerra y descongestionar al Hospital  Noble y al Hospital Civil, consiguiendo instalar dos quirófanos, un botiquín y laboratorios de análisis de rayos x, así como montar una biblioteca comenzando a dar cursillos para enfermeras y personal auxiliar a partir de primeros de septiembre.

Presidió la Comisión de Defensa Antiáerea desde la que envió instrucciones a la población para sortear las dificultades que pudieran llegar como los gases asfixiantes. También aceptó el encargo de reorganizar la Beneficencia Municipal obviando escalafones y reglamentos previos y terminó trasladando las camas del Hospital Noble al Hotel Regina. Por último el 13 de Octubre toma posesión de la dirección del Hospital Civil Provincial sustituyendo al Dr. Gálvez Ginachero jubilado por edad, con lo que controló toda la atención hospitalaria malagueña.

El día 8 de febrero de 1937 con las tropas rebeldes entrando en Málaga, tras poner a salvo a su familia (estaba casado con Elvira y tenían dos hijas, María Victoria y Aurelia) continuó en su puesto de trabajo en el hospital hasta el último momento, iniciando su propia evacuación a pié, puesto que su coche y su chofer habían sido utilizados por otros, por la ruta de “la Desbandá” pero sus condiciones físicas le hicieron ver al llegar a Maro que no podía seguir por lo que volvió a Nerja y se entregó al jefe local de la falange que lo encerró en la Prisión Provincial el 14 de Febrero. Hubo intentos ineficaces para intercambiarlo por la hija de Gálvez Ginachero rehén de guerra en Valencia. El día 1 de Mayo de 1937 un Consejo de Guerra Sumarísimo lo condenó a muerte que le fue notificada el día 8, negándose a firmarla, y el día 9 por la mañana fue fusilado en las tapias del Cementerio de San Rafael. Tenía 43 años.

 

                                                                             Jesús Lobillo Ríos

                                                       Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena

                                                                   “benaltertulias.blogspot.com”

 

Bibliografía

Robles F.-“Aureliano Ramos Acosta”. Malagueños ilustres 2005.

Barranquero E. “Aurelio Ramos Acosta”. Generaciones de Plata. Fundacióndescubre.es

Guerra F. “La medicina en el exilio republicano”. U. Alcalá de Henares 2003.    


domingo, 30 de marzo de 2025

José Robles Pazos

Dos Passos, Hemingway y Robles: Un triángulo roto

 

 

‹‹Los problemas que surgen entre un hombre y sus amigos

no son con frecuencia más que el resultado de hacerse viejo››.

Dos Passos: Años inolvidables, 1966

 

Esta es la historia de uno de tantos asesinatos no resueltos. Es también la historia de tres intelectuales (dos norteamericanos y un español), amigos y espectadores de nuestra Guerra Civil. Se llamaban John Dos Passos, Ernest Hemingway y José Robles Pazos. Los dos primeros habían nacido en Illinois en 1896 y 1899, respectivamente; José Robles lo había hecho en la gallega Santiago de Compostela en 1897. De los tres, fue el primero en morir en Valencia, en extrañas circunstancias, como veremos, en 1937 (se ignora la fecha exacta). Hemingway se suicidó en 1961, arrastrando y contribuyendo a lo que parece una larga saga familiar de muertes violentas por suicidio: su propio padre, uno de sus exsuegros, sus hermanos Úrsula y Leicester, su hija (trans) Gloria y su nieta, la actriz Margaux Hemingway son ejemplo de lo dicho. De los tres, sólo Dos Passos lo hizo de forma no voluntaria en 1970 en la ciudad de Baltimore.

A nuestros tres protagonistas los unía su rechazo al fascismo, aunque ninguno de ellos militó en ningún partido político. Sus biógrafos y quienes escribieron sobre ellos suelen coincidir en una ideología cercana al socialismo. El propio Hemingway, en carta a su mejor biógrafo, Carlos Baker (Hemingway: The writer as Artist) lo explica: ‹‹Había por lo menos cinco partidos en la Guerra Civil española en el lado de la República (…)  no pertenecí a ninguno (...) No tenía más partido que un profundo interés y amor por la República››. Tanto Hemingway como Dos Passos forman parte de la llamada ‹‹generación perdida›› de escritores estadounidenses que vivieron en Europa (especialmente París) durante el período de entreguerras: Scott Fitzgerald, Thomas Wolfe, Jhon Steinbeck, William Faulkner, Gertrude Stein o Sylvia Beach, entre otros. Dos de los autores citados, Faulkner y Hemingway, fueron galardonados con el Nobel.

Hemingway se enfrentó el fascismo, cara a cara, cuando entrevistó a Mussolini en los años 20, describiéndole como ‹‹el mayor farol de Europa››, anticipando con ello al dictador que llegaría a ser. Cuando, en 1924, los Fascios asesinaron al diputado socialista Giacomo Matteotti, su muerte rubricó su antifascismo. Es notoria la admiración que sentía por España, donde llegó por primera vez en 1923. Fruto del tiempo que residió aquí es una de sus obras más celebradas: Fiesta, publicada en 1926. Cuando estalló la guerra civil en 1936 Hemingway regresó a España como corresponsal de la North American Newspaper (colaborando con el fotógrafo Robert Capa y coincidiendo con la periodista Martha Gellhorn, que se convertiría en su tercera esposa). Y en nuestro país se encontraba cuando en 1937 el documentalista holandés Joris Ivens invitó a Hemingay y Dos Passos para trabajar en el guion de una de sus películas más célebres, Tierra de España.

Dos Passos, descendiente de portugueses y buen conocedor de nuestro país, donde estuvo instalado una larga temporada en 1916. Como su colega y amigo, inspirado por España, escribirá su novela Rocinante vuelve al camino. En Madrid tuvo la oportunidad de conocer a Juan Ramón Jiménez, Valle Inclán y deleitarse con el arte de Pastora Imperio. Recordando aquella época escribió: ‹‹Aunque me gustaba mucho Italia, España seguía siendo mi favorita››. Para acercarnos a su posición ideológica un ejemplo: cuando en 1927 se produjo en los EE.UU. la ejecución de los anarquistas Sacco y Vanzetti, escribió varios artículos censurando la violencia, lo que le situaría en adelante en la lista negra.

De nuevo en 1932, recién estrenada la Segunda República, Dos Passos regresa a España y describe, y así lo hace constar en sus memorias, el posicionamiento de lo que se ha dado en llamar ‹‹dos Españas›‹. A su paso por Santander alude al «odio en los rostros de las gentes elegantemente vestidas, sentadas en las mesas de los cafés (…) mientras contemplaban a los sudorosos socialistas volviendo de la plaza de toros con sus hijos y sus cestas y sus banderolas›› Y termina: ‹‹Si los ojos fueran ametralladoras, ni uno solo hubiera sobrevivido aquel día».

 De nuevo en 1937 vuelve a España, esta vez a instancias del cineasta holandés Joris Yvens para colaborar, junto a su todavía amigo Ernest Hemingway, en el guion del documental La tierra española, pero al conocer la desaparición de su amigo y traductor, el gallego José Robles Pazos (las fuentes coinciden en que fue a manos de los servicios secretos soviéticos), rompió de forma definitiva con Hemingway. Dos Passos dolido por la escasa sensibilidad del otro ante el sufrimiento humano (así lo recuerda en su obra Años inolvidables). Se trataba de un dilema moral que ya asoma en el planteamiento del guion en el que iban a colaborar: Dos Passos quería darle protagonismo a la población y Hemingway lo planteaba desde una visión más pragmática y política. Haciendo marcha atrás en el tiempo, nos podemos imaginar a los dos amigos sentados, alrededor de una mesa del madrileño hotel Florida, centro neurálgico de todo lo que se cocía en la capital, discutiendo sobre el tema y sobre la ‹‹desaparición›› de su viejo amigo José, a quien Dos Passos había conocido, hacía tantos años, en un destartalado tren camino de Toledo. No podía aceptar que su amigo fuera un ‹‹espía fascista›› La amistad duraba ya un par de décadas; después José, por mediación de Dos Passos atravesó el charco para ir a dar clases a Baltimore, en la progresista Universidad Jhons Hopkins, la universidad privada más antigua, fundada en1876, que fue la primera universidad dedicada a la investigación en los Estados Unidos. Su curiosidad intelectual lo había llevado, en los años 20, a aprender ruso (también dominaba el francés y el inglés) para poder leer a Puskin. El estallido de la guerra le sorprendió durante sus vacaciones en España, pero no quiso regresar a su trabajo. Comprometido con el gobierno republicano, se presentó voluntario como traductor para los rusos, siendo asignado como intérprete y colaborador del general soviético Vladimir Gorev, enviado por el gobierno de la URSS como asesor militar para apoyar al Ejército Popular de la República.

A partir de aquí nace la incógnita no aclarada, pero con varias hipótesis con relación a su desaparición, si bien es cierto que en un ambiente que era de paranoia aguda, cualquier aproximación puede ser plausible. No obstante, hay una especie de consenso que apunta a que el motivo pudo ser que era un hombre que ‹‹sabía demasiado››ó, que el todopoderoso Alexander Orlov tuvo que mediar en el hecho y que después de ser interrogado en las checas de la NKVD (germen del KGB), desapareció sin dejar rastro, si bien el inquieto y comprometido Dos Passos, autor de la imprescindible Manhattan Transfer intentó seguir el rastro de su traductor, sus pesquisas molestan a Hemingway que defiende por encima de todo la causa republicana. Jamás volverán a hablarse, si bien en la novela de Hemingway París era una fiesta, publicada en 1964, su autor, de forma malévola, carga contra Dos Passos: ‹‹cada dólar que gana le desplaza un poco más a la derecha››.

Tras licenciarse en 1918 en Filosofía y Letras, José Robles Pazos filólogo, traductor, profesor de literatura española y pintor comenzó a trabajar como profesor de Literatura española. En 1919 se casó con Márgara Villegas, hermana de Amparo Villegas, célebre actriz de la época. El matrimonio tuvo dos hijos: Francisco, nacido en Madrid y una hija, Margarita, que nació en Estados Unidos. Entre abril de 1927 y enero de 1928 colaboró en La Gaceta Literaria, en la sección titulada «Libros yankis», donde comentaba aspectos y novedades literarias de aquel país, acompañándolo algunas veces con ilustraciones propias. Fue el traductor de dos obras de Dos Passos:  Rocinante vuelve al camino y Manhatan Transfer. Compaginó su labor docente con sus trabajos de erudición, especializándose en el teatro clásico español. De aquellos años en España se publicó un poemario titulado Invierno en Castilla y otros poemas, publicado por la editorial sevillana Renacimiento. La película de Yvens se rodó, aunque Dos Passos no figura en los títulos de crédito. La película la llegó a ver Roosevelt.

Dos Passos, tras la desaparición del amigo, se hizo cargo de su familia. Junto a Carrington Lancaster, el antiguo jefe del español en la Johns Hopkins, consiguieron documentos para que la viuda pudiera cobrar el seguro de vida americano de su marido. El bueno de John había estado pagando las cuotas de la póliza durante todo ese tiempo. El hijo mayor de José se enrolaría en las filas del ejército del Frente Popular, fue preso y condenado a muerte que le conmutará en 1944. Finalmente, la familia se establecerá en México.

Al parecer, cuando vinieron a buscar a José Robles, estaba leyendo a Poe.

 

                                    Rosa M. Ballesteros García

                        Vicepresidenta del Ateneo Libre de Benalmádena

                                    “benaltertulias.blogspot.com”


domingo, 23 de marzo de 2025

Manuel Marques Rodriguez

 

 

              MANUEL MARQUEZ RODRIGUEZ  Y  TRINIDAD ARROYO VILLAVERDE

   UN MATRIMONIO DE MÉDICOS, OFTALMÓLOGOS, CIENTIFICOS, DOCENTES Y EXILIADOS

 

Los duelos con pan son menos, lo que quiere decir que pese a la tragedia que supone una emigración, hay ocasiones en que sus secuelas dolorosas se sobrellevan mejor en compañía y se pueden extraer de ellas éxitos perdurables para sí propio y para todos los demás. Es el caso del matrimonio Márquez-Arroyo que tras triunfar sobradamente elevando la práctica de la Oftalmología y la formación de oftalmólogos a sus mayores niveles en su propio país, continuaron su desarrollo ascendente en México tanto en el conocimiento de la oftalmología,  como la formación de oftalmólogos en calidad y cuantía similar a la de su propia patria.

Manuel Márquez Rodríguez nació en Villaseca de la Sagra (Toledo) en 1872 en el seno de una familia modesta, pero gracias a una beca consiguió estudiar Medicina en  Madrid, obteniendo sobresalientes y matrículas en casi todas las asignaturas. Fue alumno interno por oposición en el Hospital de San Carlos y en el Hospital Provincial, licenciándose en 1895 y defendiendo su tesis doctoral al año siguiente sobre “Las parálisis alternas” con Premio Extraordinario, y pasando a trabajar en el Hospital del Buen Suceso en su servicio de Oftalmología, rama de la medicina a la que empezó a dedicarse de forma absorbente, consiguiendo becas para trabajar en Paris con Antonelli, en Viena con Wintersteiner y en Friburgo con Axenfeld, hasta que en 1901 fue nombrado jefe del Servicio de Oftalmología.

En 1902 obtuvo la plaza de profesor auxiliar de Terapéutica de la Universidad de Madrid, y en 1906 obtuvo por oposición la cátedra de Terapéutica de la Universidad de Santiago de Compostela, y en 1908, por traslado, esta misma cátedra en Madrid. En 1911 fue nombrado primer catedrático de Oftalmología de Madrid a propuesta de la Real Academia de Medicina y del Consejo de Instrucción Pública. En 1934 fue designado Decano de la Facultad de Medicina

Trinidad Arroyo Villaverde nació en Palencia en 1872, estudiando el bachillerato y la carrera de Medicina en Valladolid entre 1889 y 1895, acompañada siempre por su hermano Benito también médico, y tutelada en todo momento por su padre, un empresario que le ayudó a sortear todos los problemas que como mujer pudieran presentársele, y doctorándose al año siguiente en Madrid, con una tesis acerca de “el efecto de ciertos preparados sobre el normal funcionamiento de la musculatura ocular”. Se especializó en Oftalmología en la Escuela Libre de Oftalmología del Instituto Oftálmico Nacional con el doctor Santiago de los Albitos. En 1898 volvió a Palencia donde comenzó a trabajar privadamente hasta contraer matrimonio en 1902  con Manuel Márquez, al que había influenciado para dedicarse a la oftalmología, estableciendo su domicilio y una consulta privada floreciente en Madrid desde 1911 hasta 1936, firmando por sí misma sus propios trabajos desde el principio, y siendo profesora ayudante de la Facultad de Medicina en la que su marido era catedrático. Fue fundadora del Lyceum Club de Madrid y presidenta de honor de la Asociación de Médicas Españolas, así como colaboradora de la revista “La medicina social española”.

En 1936 con el estallido de la guerra civil el matrimonio Márquez-Arroyo se mantuvo al lado de la República iniciando un periplo, a partir del final de ese año, que le llevaría a Valencia, a Barcelona y a París, y desde aquí tras recibir diversas oferta se marcharon a establecerse en México, país en el que desarrollaron una fructífera labor docente.

En México, particularmente relevante fue la labor docente del Profesor Márquez organizando cursos de formación de oftalmólogos, siendo nombrado Profesor de Oftalmología de la Escuela de Medicina y Profesor de Óptica de la Escuela de Optometría. Hizo importantes aportaciones sobre la refracción ocular y especialmente sobre la optometría cuyas escalas de medición diseñó él mismo, contribuyendo a mejorar la terapéutica ocular, mediante el estudio de la neuro-oftalmología y la motilidad ocular. Diseñó diversos artilugios operatorios para mejorar la cirugía ocular.       

Entre sus publicaciones destacan “Lecciones de oftalmología clínica”, “Elementos de Terapéutica general” y “Lecciones de oftalmología clínica general y especial”. Aportó estudios valiosos sobre el tratamiento del desprendimiento de retina, sobre el astigmatismo y sobre el quiasma óptico analizando la teoría de Cajal sobre el entrecruzamiento de las fibras nerviosas y la imagen invertida.    

En el campo historiográfico publicó “Uso de los anteojos”, “El Doctor D. Andrés García Calderón”, “El Doctor Santiago de los Albitos”, “André Rochon Duvigneau”, “Los procedimientos blefaroplásticos del cirujano montañés Argumosa”, “Cajal, investigador y maestro”, “Cajal y la neuro-oftalmología”, etc.

Miembro numerario de la Asociación Médico Quirúrgica de Madrid (1902), y de la Academia Nacional de Medicina (1916). Consejero de Sanidad en 1924 y de Instrucción Pública (1928)

Fue presidente de la Sociedad Oftalmológica de Madrid (1915) y de la Hispanoamericana (1920), y del Congreso Internacional celebrado en Madrid en 1933, y del celebrado en México en 1949. Miembro de honor de las sociedades oftalmológicas de Viena, de Nueva York  y de la Asociación Panamericana 

Trinidad Arroyo volvió a España en 1955 para liquidar todos sus bienes en favor de una fundación que beneficiaba a estudiantes de bachillerato y de Medicina. Fallecería poco después en México, en 1959 a los 89 años de edad. Tres años más tarde fallecería su marido en 1962 a los 90 años de edad.

 

                                                                      Jesús Lobillo Ríos

                                              Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena

                                                             “benaltertulias.blogspot.com”

 

Bibliografía.

M.Diaz-Rubio García. Real Academia de la Historia.

Gaceta UNAM.-“La riqueza académica del exilio español en México”. 2019

“descubriendovillasecadelasagra.blogspot.com”. 2024

T. Ortiz Gómez.-Real Academia de la Historia.

P. Alcalá Cortijo y C. Corrales Rodrigáñez. “Mujeres con ciencia”


domingo, 16 de marzo de 2025

Cartillas

Historias de nuestra Guerra Civil: Pan negro VS Pan blanco

A estas alturas de nuestra Historia es posible que estas palabras: “cartilla de racionamiento” suenen como algo anecdótico. Es más, los más jóvenes, que han tenido la suerte de crecer (en general) en una sociedad libre y con recursos, creerán que forma parte del argumento de una buena película del llamado “Cine Negro”. Siento defraudarles, porque la historia que aquí se cuenta --ya se sabe: los historiadores, en bastantes ocasiones, resultamos muy incómodos-- es tan verdad como que el día tiene veinticuatro horas o que sesenta minutos cuentan lo mismo que una hora.

Todo comienza con nuestra desgraciada Guerra Civil, tres horribles años que se iniciaban con un golpe militar que sorprendía a la ciudadanía. Comenzó un caluroso verano (18 de julio de1936) que se alargaría hasta la primavera de 1939 (1 de abril), último parte de guerra firmado por el general Franco. Punto y final a un régimen democrático de poco más de ocho años (1931-1939) sustituido por una dictadura de cuatro décadas, la segunda más duradera de Europa, después de la portuguesa. Todos estos datos los recogen los libros de Historia de nuestros estudiantes, pero esta historia, mejor dicho, lo que llamamos “intrahistoria” apenas se conoce. Podemos afirmar, pues, que dichas “cartillas” forman parte de esas historias (dentro de la Historia) y también que surgieron como “efectos colaterales” del conflicto.

Hay que comenzar diciendo que dicha “cartilla” no era una herramienta privativa de nuestra guerra. Desafortunadamente, una buena parte de los países que se vieron implicados en la Segunda Guerra Mundial (septiembre, 1939 ̶ agosto, 1945) también tuvieron que utilizarla como medio de controlar y repartir los escasos recursos disponibles y evitar, lógicamente, que la población sufriera una hambruna generalizada[1], de forma que, el citado racionamiento, no fue una excepción española, sino una consecuencia generalizada del conflicto Mundial. Alemania, por ejemplo, impuso el racionamiento el mismo mes de septiembre de 1939, a los pocos días de estallar la guerra, racionamiento que se alargó hasta 1950, en zona occidental (RFA) y hasta 1958 en la oriental (RDA). En el mismo caso se sitúan países como Holanda (1939- 1952), Finlandia (1939-1955), Gran Bretaña (1940-1954), Francia (1940-1949) o Italia (1940--1949). Incluso los EEUU (poco después del ataque japonés a Pearl Harbor) y algunos países neutrales como Irlanda, Suecia, Portugal o Suiza, también recurrieron a las citadas cartillas.

En el caso de España, tuvieron una duración de al menos 15 años, desde marzo 1937 que el gobierno de la República las puso en circulación, hasta 1952, si bien existen ejemplares conservados que indican por el sello que estuvieron vigentes hasta 1955. Y eso ocurrió por varios motivos, pues las provincias bajo el Frente Popular sufrieron el deterioro de la agricultura y la ganadería, cuestión esta que está íntimamente relacionada con las luchas campesinas y la resistencia de las derechas, en general, para acatar las nuevas leyes promulgadas por la República, relacionadas con el reparto y mejor control y gestión de las tierras, especialmente los latifundios. Investigaciones posteriores señalan que la sublevación triunfó sin grandes dificultades en las zonas productoras de alimentos, de forma que, el Gobierno que surge del 18 de Julio, extendió el racionamiento a su zona una vez finalizada la guerra. Durante el conflicto, las limitaciones oficiales a la alimentación en zonas bajo el mando franquista, habían sido el “Día sin Postre” o el “Plato Único”, estrategias que sirvieron para subsidiar a los combatientes de la zona “Nacional” y sus familias.

Por otro lado, este tipo de restricciones, comparándolo con otros países en guerra, significa que fue el más prolongado temporalmente, y ello evidencia el atraso y la incapacidad de nuestro país respecto a Europa. Fueron, como arriba se indica, tres lustros de carencias alimenticias, los tristemente famosos “años del hambre”, que no sólo se reflejan en otras “intrahistorias”, como fue el llamado “estraperlo”, cuestión esta que no se puede desarrollar en tan poco espacio, sino también en las pérdidas humanas. Se calcula que en los primeros años (entre 1939 y 1942) se produjeron entre 200.000 y 600.000 muertes como consecuencia de la mala alimentación o de las enfermedades que derivaban de ella.

Estas cartillas estaban formadas por unas hojas con cupones. En principio fueron familiares y en 1943 se convirtieron en individuales para mejor controlarlas. Por ejemplo, a cada persona se le asignaba una tienda concreta para comprar los artículos que solían variar de cantidad (según la semana o el mes) y, según los miembros de la familia, se recibía una cantidad por ticket. Estas hojas se enviaban al gobierno, para que éste abonase el importe a las tiendas convenidas. Una familia de 6 personas recibía mensualmente: kilo y medio de azúcar, lo mismo de arroz y litro y medio de aceite, más algo de chocolate (de algarrobas, si había suerte), doscientos cincuenta gramos de pan al día (por persona), si bien en el año más crudo (1940) se redujo a días alternos. Por otro lado, no había suficiente información para usarlas, ni dinero para adquirir los alimentos más elementales. Se comía cualquier cosa, así que nuestras madres o abuelas, se convirtieron en verdaderas magas (sin varita mágica), para cocinar pucheros sin huesos, lentejas agusanadas lastradas con piedras, mondas de patatas que se freían en tocino derretido o peladuras de naranjas, por las que se peleaban los críos cuando las encontraban en la calle. Personalmente, puedo dar fe de ello. Todo ello sin olvidar que muchas mujeres tenían enormes dificultades para obtener los alimentos más básicos, ya que muchas tenían a sus maridos en las cárceles y otras tantas eran ya viudas. De hecho, la limitación era tan detallada que incluso había desigualdad en la escasez: había cartillas de primera, segunda y tercera categoría, según el nivel social del consumidor, su estado de salud o su posición familiar. Los hombres adultos podían acceder al 100% de los alimentos -variando según el trabajo-, mientras que las mujeres adultas y los mayores de 60 años recibían el 80% de la ración anterior. Los menores de 14 años, un 60%. Pese a todas estas miserias, existió también mucha solidaridad a través del canje, del trueque entre vecinas, siendo el estraperlo (tema este que daría varios artículos) el último recurso de muchas mujeres a las que la guerra las había convertido en cabeza de familia.

Como curiosidad, y como llamada de atención para quienes dan como verdad incuestionable los datos que facilita la Wikipedia.  Por ejemplo, en lo que se refiere a la época del racionamiento en España, esta medida comenzaría a aplicarse, según la citada fuente, en 1939. Sin embargo, cuando se lee con atención el texto de la citada orden, se puede leer: “Las provincias en que ya esté implantado, la conservarán”. De lo que se deduce que las citadas cartillas ya estaban implantadas con anterioridad en ciertos municipios de la “España leal”, detalle no tenido en cuenta por los redactores de la “infalible” Wiki.

 La abundancia de comida en la zona nacional se aprovechó sagazmente como propaganda. La aviación de Franco realizó en el otoño de 1938 varios bombardeos de pan blanco sobre Madrid, Barcelona y Alicante, las ciudades republicanas más populosas, asestando con ello un duro golpe psicológico a la ya tambaleante moral de los republicanos que llevaban muchos meses comiendo pan negro.

Finalmente, el cine español nos puede ilustrar al respecto del tema expuesto, en su deseo de impulsar la imperiosa necesidad de equilibrar, corregir y reescribir el relato del cine propagandístico fascista que prosiguió desde la posguerra hasta la muerte del dictador. Ejemplo de ello son algunas de las películas en las que se muestra más fielmente, y de forma más cruda, el hambre y el racionamiento de la población civil con escenas impactante en películas como: Pa negre, Pájaros de papel, Las bicicletas son para el verano o El espíritu de la colmena, entre otras.

 

                                       Rosa M. Ballesteros García

                       Vicepresidenta del Ateneo Libre de Benalmádena

                                       “benaltertulias.blogspot.com”



[1] Recordemos que la SGM se inicia en septiembre de 1939, es decir, el mismo año en que finaliza la Guerra Civil en España. España tardaría 18 años en recuperar el nivel de renta que tenía en 1936.


domingo, 9 de marzo de 2025

Emilio Rosenstein Ster

                                              EMILIO ROSENSTEIN STER (EMIL VEDIN)

   MÉDICO, FOTÓGRAFO Y BRIGADISTA INTERNACIONAL EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

 

La grandeza de estos combatientes radica en que dieron su vida por la libertad de otros a los que ni siquiera conocían por lo que su generosidad nunca será suficientemente reconocida. Fueron los émulos más fehacientes de nuestro D. Quijote en su enfrentamiento a los molinos de viento.

Emilio Rosenstein nació en Lukow (Polonia) en 1912, en una familia adinerada de ascendencia judía. A los dieciséis años debió de marcharse a Francia para poder estudiar Medicina porque en Polonia había un número limitado para estudiantes judíos, obteniendo el Diploma de Médico, Cirujano y Partero por la Universidad de Paris, en junio de 1938, siguiendo más tarde otros cursos de especialización en Ginecología y Medicina Colonial.

Participó como activista en el Front Populaire francés y al producirse el golpe de estado en España contra la II República se alista como voluntario en las Brigadas Internacionales con el pseudónimo de Emil Vedin con el propósito de evitar posibles represalias a su familia polaca. Consiguió el grado de Capitán y Mayor Médico del batallón Dabrowski de la XI Brigada Internacional  y en los Servicios Sanitarios de las Unidades Blindadas de las Brigadas Internacionales. Según sus propios testimonios como retratista, asistió como médico a más de mil compañeros fallecidos y heridos de los 5400 que componían los polacos que lucharon en nuestra guerra. Además de ser fotógrafo de la contienda, sirvió de intérprete con los tanquistas rusos.

Al disolverse las Brigadas Internacionales se nacionalizó español aprovechando la oferta del presidente de la República Juan Negrin, regresa a Francia donde se ocupa de atender las colonias de niños españoles, de lo que dejo un extenso registro fotográfico, hasta que la expansión del nazismo le obliga en 1942 a huir a México en el navío portugués Sao Tome, estableciéndose primero en Puebla y luego en México donde implantó un consultorio médico. En 1944 funda un Diccionario de Especialidades Farmacéuticas (DEF) para los médicos (PLM), conocido en toda América como el PLM destinado a restaurar la salud a través de la información.

En 1947, tras una larga búsqueda logra reunirse con su compañera de toda la vida Paule Azoulay que en 1942 se había negado a emigrar por su compromiso con la resistencia francesa. Juntos se establecieron en México en una nueva vida, adoptando la nacionalidad mexicana, hasta el momento en que  fallecieron en 2001, cincuenta años más tarde.

En 2011, la hija de ambos, Dra. Yvonne Jane Rosenstein Azoulay, profesora e investigadora en Biotecnología de la Universidad Autónoma de México y Premio Nacional de Inmunología de la Sociedad Mexicana de Inmunología en 2016, hizo donación de 28 rollos fotográficos y 100 fotografías con imágenes de la guerra civil española, y en 2018 completó la donación con otros dos rollos con imágenes familiares del archivo fotográfico de su padre al Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca.

 

                                                                     Jesús Lobillo Ríos

                                                    Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena

                                                           “benaltertulias.blogspot.com” 


domingo, 2 de marzo de 2025

Vampiras

                                            UNA DE VAMPIRAS

 

Detrás de cada mito, de cada leyenda, hay una historia real, aunque muchas veces dicha historia nos resulte asombrosa. A lo largo de los tiempos, en casi todas las culturas y a través del folklore o de las diversas mitologías, han aparecido diversas creencias sobre vampiros, unos seres nocturnos, ni vivos ni muertos, que se regeneran bebiendo la sangre de las personas (especialmente jóvenes), aunque la imagen que conocemos en la actualidad procede del vampiro literario inglés (Bram Stoker’s…), vampiro que tiene sus orígenes en las tradiciones eslavas.

Culturas como la mesopotámica, la judía, la griega o la romana, por citar algunas, han venido recogiendo en sus mitologías relatos de entidades demoníacas y espíritus sedientos de sangre que se consideran precursores de los vampiros modernos. En el judaísmo uno de sus arquetipos míticos es Lilith, la primera mujer de Adán, de quien se decía que se alimentaba de la sangre de los niños no circundados. Lilith es inspiradora de muchos personajes de vampiresas seductoras en la ficción por su acentuado carácter sexual, como es el caso de la serie francesa dirigida por Louis Feuillade Les vampires (1915) con Jeanne Roques (‹‹Musidora››) como líder de una banda ‹‹vampírica››. Por otro lado, el arquetipo de la mujer fatal se ha puesto de relieve no solo en la Biblia, también la literatura, la pintura y, cómo no, en el cine, uniendo la belleza extrema con la capacidad de convertirse en la perdición de cualquier hombre.

Los primeros vampiros se asocian con deidades femeninas como Kali, Ishtar, Isis o Cibeles. Sin embargo, estos seres no eran llamados vampiros, eran las deidades de la muerte, la guerra y el mundo subterráneo. En Europa, ‹‹vampiro›› es un término que comenzó a ser usado en el siglo XVIII gracias a la literatura gótica inglesa con obras, entre otros, de August Bûrger (Leonore, 1773), Goethe (La novia de Corinto, 1797) o Samuel Taylor (Christabel, 1797). El siglo siguiente, autores románticos como Baudelaire, Polidori (Vempyre, 1819), Sheridan Le Fanu (Carmilla,1872) o Drácula (1897) de Bram Stoker’s ahondan en el mito. Trascendiendo ambas corrientes (lo gótico y lo romántico) la novelista gallega Emilia Pardo Bazán, siguiendo la saga, publicaría en 1901 una novelita corta: Vampiro.

La antropología explica el origen de este fenómeno remontándose a los tiempos de la prehistoria y las sociedades paleolíticas cazadoras y recolectoras (puede remontarse a la caza y al miedo a la oscuridad en las sociedades neolíticas) y quizás sea esta una explicación a la aparición de entidades ‹‹vampíricas›› en culturas distintas, ancestrales y alejadas geográficamente, comenzando con la vampira bíblica Aluga, que atacaba sexualmente a los hombres durante sus sueños. Su primera aparición se encuentra en Babilonia, donde se le conoce como Alu o Alukah'a[1].

 El fenómeno está presente en culturas tan antiguas como la sumeria (Alu y Ekimmu), mesopotámica (Utukku), china (Jiang Shi), filipina (Aswang), indú (vampiras Daikin), brasileña (Jarcaca, Lobishomen y Pishtaco) o mexicana (Tlahuelpuchis). En la vieja Europa, prácticamente en cualquier país, ya sea Alemania (Nachzehrer), Grecia (Empusa, Vrykolokas y Lamias), Francia (Clarimonda, Noctícula, Bensozia), Gales (Gwrach y Rhibyn) o Islandia (Draugr) podemos encontrar entidades con similares características. En la antigua mitología celta se encontraban unas criaturas (las Gwrach y la Rhibyn), una extraña combinación de hada, mensajera y vampiro que esperaban en los caminos de Gales a los viajeros, para informarles acerca de su fin y de paso, beber su sangre. También se encuentran estas criaturas en los Estados Unidos, como las vampiras Nelly Vaughan y Sarah Tillinghast de la zona rural de Rodhe Island; Mercy Brown de Nueva Inglaterra o Delphine Lalaurie de Nueva Orleans. En todos los lugares citados es posible encontrar una rica tradición vampírica.

Estas entidades mitológicas, si bien son diferentes en algunos de sus aspectos, mantienen una remarcable unidad en su esencia: una criatura que vuelve de la muerte para alimentarse del elixir de la vida, la sangre. Sin embargo, a pesar de la existencia de mitos acerca de estas criaturas en la Antigüedad, el folclore de la entidad que hoy conocemos como «vampiro» se origina casi exclusivamente a partir de principios del siglo XVIII en el sureste de Europa, especialmente desde Rumanía, Hungría y Serbia.

La figura de la mujer vampiro invadirá los relatos y poemas del Romanticismo europeo representando la seducción de la oscuridad y del mal. La femme fatale vampírica reúne en sí las principales características del mito de la mujer peligrosa para el hombre, desde la Carmilla de Sheridan, hasta Roja como la sangre de la británica Tanith Lee[2], pasando por Stephen King, H. P. Lovecraft, Francis Marion Crawford y la época dorada de la revista Weird Tales, revista ‹‹pulp››[3] estadounidense de fantasía y terror fundada por J. C. Henneberger y J. M. Lansinger en marzo de 1923. Quizás, el caso más llamativo es el de la condesa húngara Erzsébet Báthory de Ecsed (1560-1814), que ha pasado a la historia, acusada y condenada, de ser responsable de una serie de crímenes motivados por su obsesión por mantener la belleza y, como consecuencia, su sobrenombre; ‹‹Condesa Sangrienta››, la asesina en serie más grande de la historia de la humanidad (650 muertes). En nuestro país sobresalen vampiras como la ‹‹xuxona›› o bruja vampira gallega, la ‹‹guaxas›› asturianas, las ‹‹guajonas›› cántabras o las llamadas ‹‹Brujas del Bailadero›› de Anaga, en Tenerife.

Y el mito se ha ido expandiendo gracias al poderío del cine, con películas que tienen como tema principal el vampirismo. En nuestro país, por poner un ejemplo, la primera película que trata de ello es Un vampiro para dos, en género de comedia, dirigida en 1965 por Pedro Lazaga, con Gracita Morales, López Vázquez y Fernán Gómez como el barón Rosenthal, último miembro de una saga de vampiros. No obstante, los vampiros han ocupado las pantallas de cine desde sus comienzos, durante los años del cine mudo (o silente), hasta nuestros días. Entre las películas de la etapa silente destacamos algunos títulos internacionales que tienen como protagonista en varios casos a una vampira o femme fatale: Vampyrdanserinden (La bailarina vampiro, Dinamarca, 1911), con Clara Wieth; Vampe di Gelosia (Italia, 1912) con María Jacobini; Nacht des Grauens (Alemania, 1916) con Emil Jannigs; The Vampire (Estados Unidos, 1913), con Alice Hollister;  Lilith and Ly (Austria, 1919); Wampiry Warszawy (Polonia, 1925); Vampire a du Mode (Francia, 1928); The Wife and the Vampire (India, 1931).

Retomando las producciones españolas de los años 70 destacamos las dirigidas por Jesús ‹‹Jess›› Franco, sin duda el principal director español de películas de vampiros. Contó con la presencia de Christopher Lee para rodar su propia versión de la novela de Bram Stoker’s en coproducción con Alemania e Italia, a la que tituló El conde Drácula; La noche de Walpurgis (1970) dirigida por León Klimovsky. Le siguieron otras producciones: La novia ensangrentada (1972) con Alexandra Bastedo, Ceremonia sangrienta (1973) con Lucía Bosé, La tumba de la isla maldita (1974) con Teresa Gimpera. En 2010 se estrenó Empusa, inspirada en unas criaturas mitológicos griegas, conocidas con este nombre. Eran hijas de Hécate, poseían habilidades para cambiar su forma física. Seducían y luego chupaban la sangre de sus amantes hasta matarlos. Las fuentes principales donde se mencionan a las Empusas son Aristófanes (Las ranas) y Filóstrato (La vida de Apolonio de Tiana).

 

                                      Rosa M. Ballesteros García

                         Vicepresidenta del Ateneo Libre de Benalmádena

                                     “benaltertulias.blogspot.com”



[1] La Biblia menciona a Aluga en Proverbios 30:15. La palabra hebrea “aluga” significa sanguijuela.

[2] Una relectura de la historia de Blancanieves y los siete enanitos desde una perspectiva vampírica.

[3] Publicaciones baratas y de escasa calidad material, muy populares en los Estados Unidos desde 1896 hasta finales de la década de 1950.


domingo, 23 de febrero de 2025

El jardín de los poetas ingleses

                                             EL JARDIN DE LOS POETAS INGLESES

                                                                                                          Y si la suerte acaba con mi vida

                                                                                                                  dentro de una fosa mal cavada,

                                                                                                               acuérdate de toda nuestra dicha;

                                                                                                                        no olvides que yo te amaba.

                                                                                                                    (A Margot Heinemann)

                                                                                                 Rupert John Cornford (1915-1936)

“Sin memoria no hay identidad ni justicia, y la memoria, como el amor, duele”. Estas son palabras de Tina Paterson (alias de David Rodríguez, Madrid 1972), artista, activista e ilustrador madrileño que a los 85 años del alzamiento que dio lugar a la guerra civil española, ha revitalizado la imagen de muchos de los integrantes de las Brigadas Internacionales, como son Alvah Cecil Bessie (guionista de Hollywood y candidato al óscar por el guion de Objetivo Birmania), Samuel C Willis (desaparecido en Belchite en 1938), Caroline Bunjes-Rosenthal (fotógrafa holandesa), Chen Wen-Rao (cantonés exiliado en EEUU y muerto en Gandesa en 1938), Robert Hale Merriman (economista y profesor en la Universidad de California, también muerto en Gandesa), Evelyn Hutchins (bailarina y conductora de ambulancias), y a nuestro protagonista Rupert John Cornford poeta inglés fallecido en la batalla de Lopera en Diciembre de 1936, junto con su amigo Ralph Winston Fox (1900-1936) poeta, novelista, historiador, periodista, traductor y político, formado en la Universidad de Oxford en lenguas modernas, que fue uno de los cofundadores del Partido Comunista de Gran Bretaña

Cornford había nacido en 1915, en un ambiente intelectualmente refinado. Su padre era catedrático de cultura clásica en la Universidad de Cambridge y especialista en Platón, y por su madre, que era poetisa, biznieto de Charles Darwin. Se educó en Stowe School, Trinityi College y en la London School of Economics a donde fue para estudiar economía, carrera que nunca terminó, desde la que se unió tempranamente al Partido Comunista de Gran Bretaña, haciendo de la política y literatura su pasión vital y razón de su existencia.

Al iniciarse la guerra civil española estaba de vacaciones en el sur de Francia, pasó la frontera y se convirtió posiblemente en el primer británico que se alistó en el bando republicano, dejando atrás un hijo de dos años ,James, producto de una temprana relación con Ray Peters, hija de un minero galés, que posteriormente sería adoptado por sus padres.

Con las fuerzas del POUM en el frente de Aragón, pudo el poeta constatar la caótica organización del frente republicano. Intentaron infructuosamente tomar Perdiguera y Huesca a fin de terminar con la terrible represión desatada por los sublevados que en un solo día fusilaron a 95 personas en represalia por un bombardeo.

Solo tres poemas escribiría en el frente de Aragón, uno de amor (“A Margot Heinemann”), y dos ideológicos, uno social (“Cartas desde Aragón”) y otro político (“Luna llena en Tiers”).

Volvió a Inglaterra en el mes de Septiembre en donde trató de alistar para defender la República a unos cuantos amigos y compañeros, en total 21 personas y se despidió de su padre que le regaló una pistola que conservaba de cuando sirvió en el ejército británico en la I Guerra Mundial. También se despidió de Margot Heinemann, una compañera de estudios que fue la gran pasión de su vida.

En su vuelta a España fue asignado a las Brigadas Internacionales y enviado al frente de Madrid en donde defendieron la Ciudad Universitaria desde el edificio de la Facultad de Filosofía, parapetados tras gruesos volúmenes que formaban sus barricadas (“donde las balas enemigas solo penetraban hasta la página 350”) y en  donde resultó herido, y con un aparatoso vendaje en la cabeza volvió al frente, primero en Boadilla del Monte donde haría gala de un comportamiento heroico, y después en Lopera donde falleció el 28 de diciembre, día de los santos Inocentes, un día después de haber cumplido 21 años y al día siguiente de la muerte de su amigo Ralph Fox de 36 años.    

El pueblo de Lopera ha rendido un orgulloso homenaje a estos dos voluntarios británicos con un sencillo monolito a ambos escritores y una placa de bronce conmemorativa al poeta John Conrford realizada por el escultor escocés Frank Casey y donada al ayuntamiento de Lopera por el historiador británico Alan D P Warren

 

                                                                   Jesús Lobillo Ríos

                                            Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena

                                                         “benaltertulias.blogspot.com”

 

Bibliografía.-

Víctor Pardo Lancina.- Fundación Andreu Nin. 2004

Hugh Thomas.-La guerra civil española. Grijalbo 1976.

Tinapaterson.blogspot.com

Rutasliterariasjaen.es