UTILIDAD
DE LA CREATINA EN LA ACTIVIDAD FÍSICA
El
músculo es una máquina que transforma la energía que proporciona la comida en
movimiento. Parece casi milagroso que del bocata pueda salir la potencia que te
mueve y que te permite pensar, pero en eso consiste el metabolismo o conjunto
de reacciones químicas mediante las cuales las células realizan sus funciones.
Como es de esperar el tejido muscular es muy complejo. Simplificando mucho se
puede decir que está compuesto, entre otras estructuras, por dos tipos de
fibras que resbalan la una sobre la otra como las hojas de una puerta corredera
sostenidas por enganches parecidos a los de las cremalleras. Cuando ambas hojas
se superponen el músculo se contrae aumentando de grosor y cuando se separan el
músculo se relaja disminuyendo su volumen. En última instancia la fuerza para
el desplazamiento de las fibras lo proporciona el Adenosín Tri Fosfato o ATP,
molécula no demasiado compleja en la que recae la responsabilidad de activar el
músculo. Es decir, el ATP es el combustible que alimenta el motor que hace que
las fibras musculares se acorten (contracción) o alarguen (relajación) y que
resulta ser el destino final de la energía que contenía el bocata. El
ATP es una molécula muy inestable y como sucede con la electricidad no se puede
almacenar. Su estructura está formada por adenina (A) que es una base
nitrogenada unida al azúcar ribosa y a tres (T) unidades de fosfato (P). Los
nombres no importan, lo importante es conocer que cada P aporta dos cargas
positivas (+) libres que se repelen, por lo que se necesita energía para
forzarlas a mantenerse unidas, energía utilizable cuando se separan. No hay que
olvidar que el ATP al ser muy inestable
debe sintetizarse a medida que se necesita para contraer el músculo que es un
motor que fabrica su propia gasolina al tiempo que la consume. Los pasos de su
síntesis son:
i)
A + P → AP (2+); ii) AP + P → APP (4+);
iii) APP + P → APPP o ATP (6+).
El
APPP (ATP) funciona como un muelle que se va forzando en esos tres pasos a
almacenar tensión (energía) al obligar a mantener unidas la carga (+) creciente
del P; energía que se desprende al soltarse y que utiliza el músculo para
contraerse. Las mitocondrias de las células musculares son las factorías que
sintetizan el ATP que como se ha visto es muy inestable y se degrada si no es
utilizado inmediatamente. Ya se ha dicho que el ATP no se acumula por lo que la
maquinaria debe estar bien engrasada para sintetizarlo cuando se le necesite.
¿Pero qué ocurre cuando se está en reposo y hay necesidad de moverse? ¿Tienen
los músculos motor de arranque? Lo tienen y ahí entra en juego la Creatina.
Como los músculos necesitan ATP para ponerse en marcha, el motor de arranque
deberá aportar de manera rápida energía para que el músculo pueda sintetizar
ATP. Esto se consigue con un compuesto disponible en el músculo hecho de
Creatina y P que se llama Creatín-fosfato o CP que es quien aporta la energía
para sintetizar APPP (ATP). Hay que tener en cuenta que la CP (creatina +
fosfato) no interviene más que en el arranque o iniciación del movimiento y que
pasados unos segundos deja de funcionar. La cantidad de CP que almacenan los
músculos no da ni para terminar una carrera de 100 metros ya que se agota en
seguida. Otra cosa que hay que tener presente es que las rutas químicas que
constituyen el metabolismo se producen paso a paso, reacción a reacción y que
cada una de ellas está controlada por una enzima sin la cual no se produce la
reacción. Así que hay una enzima que controla la reacción A + P → AP; otra para AP + P → APP y otra para APP
+ P → APPP
o ATP. La síntesis de CP
también está controlada por su enzima específica, así como el desdoblamiento de
CP en C y P cuenta con la suya.
Las
enzimas son los magos del metabolismo que hacen que reacciones que tardarían
siglos en producirse se activen con precisión en milésimas de segundo cuando
ellas actúan. Lo interesante de su funcionamiento aparte de su eficacia es su
exquisita especialización. Cada reacción es controlada por una enzima
determinada a través de un mecanismo estéreo específico (ordenación espacial)
de gran precisión. Actúan por el principio de la llave y la cerradura
alcanzando una eficiencia extraordinaria: de la misma forma que para abrir la
puerta de tu casa basta con tener una llave y de nada sirve llevar cien en el
bolsillo cada reacción bioquímica necesita una sola enzima que actúa sobre
sustratos concretos. Debido también a la alta eficiencia de estas moléculas
organizadoras, los sustratos o reactivos deben estar ajustados a la
concentración que demanda el metabolismo. De nada sirve atiborrar de sustrato
una reacción que seguirá un protocolo determinado por la capacidad de la
enzima: una llave abre una puerta. Debe quedar claro que por mucha Creatina
sintética que se consuma no aumenta la producción de ATP de manera
significativa ya que las enzimas que dirigen las reacciones de síntesis tienen
una capacidad limitada que no aumenta porque aumente la oferta de sustrato.
Así
que consumir Creatina no sirve para nada en el mejor de los casos (a no ser que
tenga efectos secundarios) ya que si el depósito está lleno no se almacena y en
cuanto ha llevado a cabo su acción de arranque no interviene en ningún paso
metabólico más. Su aumento en el espacio extra celular puede que contribuya al
aumento de peso por retención de agua dando la falsa impresión de aumento
de masa muscular y como a la postre necesitará ser eliminada supondrá trabajo
extra para hígado y riñón.
En
el libro “El cuento chino de la nutrición” el maestro chino le dice a su
discípulo: “Desconfía de quién te ofrezca
soluciones fáciles para resolver problemas complejos”.
Salvador Peran Mesa
El Ateneo Libre de Benalmádena
“benaltertulias.blogspot.com”
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