LO QUE PODRIA
PASAR
“Caminante,
son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino
al andar” nos decía nuestro maestro y poeta Antonio Machado.
Ahora
que todo está lleno de gente alborotada y alborotadora, de gente que quizás le
falle la memoria, si es que le queda o es que la tiene, y se tira a la calle a
liarla, como en muchas ocasiones, porque piensan que es lícito saltarse a la
torera una convivencia a la que no podemos desatender.
Podemos
pensar que, a pesar de todo, pendemos de hilos endebles y que la memoria es
quebradiza.
Podemos
recordar que el Congreso puede encontrarse con sorpresas de última hora.
Podemos
tener en cuenta que, hace muy poquitos años, cuando el PSOE obligaba a los
suyos a abstenerse para favorecer el mandato de Rajoy, que sabía más de fútbol
que de política, algunos socialistas no siguieron la votación abstencionista
mandada desde Ferraz al Congreso.
Es
saludable que podamos rememorar la gran gesta de Pedro Sánchez de renunciar a
su escaño, para no seguir la disciplina de partido.
Así,
podemos tener presente, para que no se nos vaya la olla, que lo hizo para no
ser castigado por no abstenerse ante la candidatura del candidato del PP.
Podemos
evocar de pasada, que Pedro necesitaba aquella ocasión para reconvertir las
miradas de las bases socialistas para que le fueran más propicias las sedes
básicas del Partido.
Podemos
aludir que la jugada, tan básica, lo encumbró de manera “clara y distinta” como
luego pudimos ver.
Podemos
desmemoriarizarnos, si cabe, de la promesa de Sánchez, la misma noche de las
elecciones de aquel diciembre, con que “los votantes de la izquierda no serían
defraudados”.
Podemos
suponer que el gran jefe socialista había apoyado a Sánchez para que sacara
mayoría absoluta, pero que al no realizarse sus sueños, se metió el palo de
Ciudadanos entre la ruedas y Podemos con sus votantes quedaron orillados y por
tanto estos compañeros de viaje dijeron que nanay.
Podemos
mencionar que Sánchez no podía dormir tras las siguientes elecciones y que
sabemos que no era por el calor del verano aquel.
Podemos
recapitular que “a la tercera va la vencida”, porque no le salió “redonda” a
Sánchez la tan empeñada asesoría, con la que no “iba” a ninguna parte, y la
esperada “victoria” había hecho mutis por el foro de la ciudadanía.
Podemos
idear que, tras el desgaste de Podemos por la infamia de los medios de
desinformación, por el ninguneo político, por el cambio de “pareceres” de
muchos y por los vetos de algunos, a Podemos no les queda más que, por aquello
del “que avisa no es traidor”, votar negativamente, en su justa medida; en la
primera vuelta y abstenerse, igualmente, en la segunda.
Podemos
recapitular que la dejadez pueda ser el campo abierto para que quiebre la
atención a lo público, con tantas privatizaciones, que ya no solo dan que
pensar, sino que hay que evitar.
Podemos
añadir también que los flecos, dejados atrás por la anterior legislatura, no
pueden impedirnos poder respirar con más limpieza y tranquilidad.
José María Barrionuevo Gil
El Ateneo Libre de Benalmádena
“benaltertulias,blogspot.com”