domingo, 17 de noviembre de 2024

POR QUERER QUE NO QUEDE

POR QUERER QUE NO QUEDE

 

Queremos que este verano sea luminoso, pero no demasiado deslumbrante. Queremos que nos entendamos, aunque no sean cosas del querer ni del amor. Queremos conformarnos con que nuestros quereres sean deseos sencillos, normalitos y hasta baratos, aunque no nos traigamos muchas medallas. Queremos que este tiempo de estío que no de hastío, sea un tiempo  propicio para los acercamientos, para nuevas amistades, para los encuentros y no para desavenencias. Queremos ser libres, estar libres y sentirnos libres.

“La verdad os hará libres” dijo Jesús de Nazaret y no el Niño Jesús de Praga ni el Cristo de Limpias ni el Sagrado Corazón de Jesús del Tibidabo ni el papa de argentino. Es mucho más: si lo han dicho, es plagio.

Quisiéramos tener libertad y no tener que poner rejas en nuestras ventanas, visillos a nuestros pensamientos ni cortinas a nuestros ojos. Quisiéramos que nuestras puertas fueran francas y franqueables, pero nunca franqueadas. Quisiéramos que nuestros pensamientos fueran libres y nunca invadidos por las habladurías, por las posverdades y, mucho menos, ni por las lágrimas ni por la miseria.

“Los hombres y las mujeres somos libres”. Es tan fácil decirlo que hasta nosotros hemos podido hacerlo, aunque suene a plagio.

Es verdad que somos animales racionales, racionales  por naturaleza y, por ello, como consecuencia de ser libres, somos éticos. No somos éticos por naturaleza, sino racionales y por ello hemos podido llegar a ser éticos por conveniencia  de nuestra convivencia, por la necesidad que hemos tenido que satisfacer de contar con los demás. La ética es una segunda naturaleza, una superestructura que puede hundirnos nuestra naturaleza racional, si no la cuidamos. Es tanto así que las dictaduras de todo corte, de todo estilo, nos arruinan.

Queremos ser libres entre personas libres. No queremos nuestras casas enrejadas, como cárceles, con tres cerraduras y una cancela, con un perro guardián y una alarma. Nos bastaría con una sola cerradura para que el viento no nos desencajara la puerta ni se nos rompieran los cristales. No tendríamos que alimentar a perros guardianes, que se podrían llamar Hitler, Stalin, Franco, Putin, Netanyahu... mientras hay tanta hambre en el mundo.

Siempre queremos ser libres, y poder entrar y salir de nuestras casas, pero no por caprichos y entramados políticos y financieros y que una alcaldesa nos eche de nuestras viviendas sociales para no volver nunca y que solo pase el tiempo.

Queremos ser libres en todas las estaciones del año, y en todos los lugares del mundo, sin tener que  temer que se nos escapen todos los trenes políticos sin quedarnos arriados en los innumerables arcenes que pueblan nuestra convivencia.

Todas las tardes, ya vuelven a encenderse las segundas viviendas, sin que nadie las haya ocupado durante el oscuro y largo tiempo que estuvieron apagadas ante los ojos de todo el mundo. Hasta los que nos asustan con las ocupaciones de viviendas, salen de las suyas para ir a votar, porque no les asusta el miedo que sólo difunden para los demás.

Por todo esto y aquello, por lo de más acá y más allá, nos bastaría con querer y que se hiciera realidad que el mejor amigo del hombre fuera el hombre y no el perro.

 

                                                           José María Barrionuevo Gil

                                                       El Ateneo Libre de Benalmádena

                                                          “benaltertulias.blogspot.com”


domingo, 10 de noviembre de 2024

Dolors Canals i Farriols

DOLOR CANALS I FARRIOLS (1913 – 2010)

 

«Los niños tienen capacidades no reconocidas

para pensar por cuenta propia.

Son pequeños científicos que requieren un mundo

amplio a su alrededor para desarrollarse»

 

Dolors fue una médica, psicóloga y bióloga. Nacida en una familia de la burguesía catalana del barrio barcelonés de El Eixample (el Ensanche)[1], fue pionera en la investigación sobre la educación de niños de 0 a 6 años, un camino este que nunca abandonará y que le supondría, años después, en los Estados Unidos --uno de los países en los que vivió tras su exilio al finalizar la Guerra Civil-- el reconocimiento del gobierno de Washington con el encargo de organizar y gestionar el Centro Piloto de Guarderías de Guerra en Nueva York.

El padre de Dolors, muerto cuando ella tenía 5 años, era un ingeniero y empresario textil y su abuelo materno, quien tendría una gran ascendencia sobre ella, médico. Algunos de sus biógrafos cuentan que con sólo 12 años acompañó a París a su abuelo a un congreso, haciendo de intérprete, cuestión ésta de la que podemos deducir la exquisita educación que había recibido en un colegio de élite. Como premio, el abuelo la regaló su primer microscopio. En varias de sus biografías se destaca que, a contracorriente y en contra de la opinión familiar, esta niña, socialmente privilegiada, se empeñó en estudiar medicina, algo insólito en nuestro país, ya que hasta 1910 las mujeres no podrían acceder a los estudios universitarios de forma regular[2].. En cierta ocasión confesaba: «En lugar de ir a jugar al tenis, me iba al Clínico y estudiaba, sin informar a nadie››.

De la misoginia imperante en aquellos años existen incontables artículos, como el que publicaba la prestigiosa revista El Siglo Médico (1875) con el siguiente argumento: «(…) que la mujer no puede tener la seria pretensión de seguir la carrera médica sino con la condición de dejar de ser mujer; por las leyes fisiológicas, la mujer médico (sic) es un ser dudoso, hermafrodita o sin sexo y en todo caso un monstruo››. Huelgan los comentarios.

A este respecto conviene recordar que las tres primeras estudiantes licenciadas en Medicina fueron tres catalanas: Dolors Aleu i Riera, Martina Castells i Ballespí y Elena Maseras, las tres licenciadas en 1882. De Málaga, nacida en la calle Comedias, fue la primera mujer que ejerció la medicina en Andalucía. Se llamaba Francisca (Fanny) Medina, había estudiado en la Universidad de Cádiz[3] y tuvo su consulta en la malagueña calle Tejón y Rodríguez.

Dolores Canals empezó a ejercer durante los años de la Segunda República cuando la Generalitat le encargó la dirección de los servicios de guardería en fábricas como Manufactures Bofarull de Sants e Industrial Montalfita de Badalona. Estas guarderías se ocupaban de los hijos de las mujeres que sustituían las bajas de los obreros que iban a luchar en el frente. También se ocuparon acogiendo a los niños refugiados que llegaban de toda España. Pronto fue nombrada delegada del Ministerio de Trabajo para organizar las guarderías de guerra en toda Cataluña durante los años 1936 (año en el que conocería a su futuro marido, el pintor Joan Junyer) y 1939, año en el que marcharía al exilio. Primero a Francia y posteriormente, Atlántico de por medio, la pareja se establecería temporalmente en Santo Domingo, República Dominicana, Cuba, donde trabajará en el Hospital Calixto García de La Habana y donde colabora con el Boletín de la Asociación Cubana de Pediatría. Finalmente, el matrimonio se establecería en Estados Unidos (con una carta de recomendación de Ernest Hemingway) hasta su regreso a Cataluña tras la muerte de Franco.  A su llegada en 1941 Dolors Canals se presentó en el Children's Bureau de Washington que la recomendó para el Departamento de Salud y Educación de Nueva York.  Declarada la 2ª Guerra Mundial, la hicieron jefe de la primera guardería de guerra que hubo en la ciudad, siguiendo el mismo modelo puesto en práctica en Cataluña. En el centro trabajó de 1942 a 1944. Pero su colaboración no quedó ahí, también dirigió y fue locutora de un programa radiofónico de divulgación sobre pediatría en cadena La Voz de Estados Unidos de América (VOA) que emitía internacionalmente. En ella trabajó desde el año 1944 al 1953. Nunca dejó de estudiar y profundizar en el mundo de la infancia. En la CBS trabajó en un programa de radio en el que hablaba sobre temas de puericultura, educación y cuidados de la infancia. Creía, y así lo explicaba, que los niños pueden enseñarnos muchas cosas: «Tienen capacidades no reconocidas para pensar por su cuenta. Son pequeños científicos que requieren un mundo amplio a su alrededor para desarrollarse››.

A pesar de su amor por los niños, a quienes dedicó toda su tiempo y su ciencia, no tuvo hijos propios pues, como ella misma confesaba tras su vuelta definitiva a España, muerto ya el dictador: «No eran tiempos para tenerlos››. Tampoco se consideró nunca pionera y lo justificaba poniendo como ejemplo a los pingüinos: [que] «hace millones de años que tienen guarderías››.

Durante su exilio en USA trabajó también en la editorial International Publications, dirigiendo el departamento de Medicina. En Nueva York, donde residía el matrimonio, hicieron amistad con personajes de relevancia como el escritor John Dos Passos, el pintor cubista Fernand Léger o el arquitecto Le Corbusier.

A la muerte del dictador viajan a España y en 1976 se instalan en su villa del barrio barcelonés de Vallcarca. En 1989 crean el primer Centro para el Desarrollo Humano de 0 a 3, una institución dedicada a la investigación, documentación y formación de maestros y puericultores. Cuatro años después, Dolors publica una monografía dedicada a la Educación Física, del nacimiento a los tres años. En 1994 muere su esposo, pintando hasta sus últimos días. Ella lo hará 14 años después, con 97 años cumplidos, y una larga vida dedicada al Servicio Público.

 

                                         Rosa Ballesteros García

                      Vicepresidenta del Ateneo Libre de Benalmádena

                                    “benaltertulias.blogspot.com”



[1] Su ejecución, iniciada en 1860, estuvo a cargo del famoso ingeniero Ildefonso Cerdá (Plan Cerdá).

[2] Como dato interesante, porque se debió a una situación excepcional, la Universidad española, concretamente la de Alcalá de Henares, otorgó el primer doctorado a María Isidra de Guzmán, la “Doctora de Alcalá” (1767-1803). Esta joven filósofa, fenómeno de la naturaleza, tenía sólo 17 años.

[3] El estudio de su biografía lo ha llevado a cabo el profesor de la UMA Víctor Heredia, compañero y amigo de quien escribe este artículo.


domingo, 3 de noviembre de 2024

María Zambrano Alarcon

                                                 MARIA  ZAMBRANO  ALARCÓN

                             UNA  HUELLA  FEMINISTA  EN  LA  FILOSOFÍA  DEL  SIGLO  XX

En 1927, José Ortega y Gasset (1833-1955), Catedrático de Metafísica de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Madrid, afirmaba que el aumento de los conocimientos habidos en el último siglo, no suponían un aumento de la cultura ya que los conocimientos solo son una parte, una dimensión de la cultura, porque sus raíces se encuentran en el corazón. Los sentimientos, los amores y los odios suponen un previo conocimiento.

El desarrollo y el encaje de estas ideas se llevaría a cabo en los años siguientes merced a la colaboración de sus discípulos (la llamada “escuela de Madrid”), entre los que cabe destacar a María Zambrano Alarcón, su primera ayudante de cátedra, una muchacha, enfermiza, discreta, casi asustadiza, que desarrolló una ingente labor silenciosa (nunca escribió para tener lectores) y que tardó mucho tiempo en ser conocida en nuestro país del que debió exiliarse durante 45 años a causa de la Guerra Civil y su decidido compromiso intelectual con la II República.

Nació en Vélez-Málaga en 1904 y falleció en Madrid en 1991. Sus padres (Blas Zambrano y Araceli Alarcón) así como su abuelo paterno (Diego Zambrano) fueron maestros. A los tres años de su nacimiento se trasladan a Madrid y a los cuatro a Segovia donde su padre obtuvo una cátedra de Gramática. En esta ciudad en 1913 a los 8 años comienza el bachillerato en el mismo instituto en el que daba clases Antonio Machado (muy amigo de su padre) aunque no lo tiene de profesor, y disfruta de sus primeras experiencias amorosas. Su delicada salud, que fue una constante en su vida, comienza a estar presente.

En 1924, con 20 años, su familia  se traslada de nuevo a Madrid donde se matricula por libre (dada su proclividad a la enfermedad) en la Facultad de Filosofía y Letras, recibiendo clases de García Morente, Julián Besteiro, Manuel Bartolomé Cosío, Xabier Zubiri, y conoce a Ortega y Gasset, al que siempre reconoció como su maestro, en cuya cátedra comienza a trabajar. Invitada por éste a la Revista de Occidente amplió su círculo de conocimiento intelectual con Antonio Sánchez Barbudo, José Antonio Maraval, Federico García Lorca, Pedro Salinas y Miguel Hernández.

En 1928 colabora en la fundación e ingresa en la FUE (Federación Universitaria Escolar) y en la Liga de Educación Social y comienza a colaborar en algunos periódicos y a escribir sus primeros ensayos y a dar clases en el Instituto Escuela, ligado a la Institución Libre de Enseñanza. En 1931 fue nombrada profesora auxiliar de la Cátedra de Historia de la Filosofía de la que era titular el ex sacerdote vasco Xabier Zubiri, al que sustituía en sus viajes, comenzando a elaborar su inconclusa tesis doctoral sobre “La salvación del individuo en Spinoza”.

Su alineamiento sin reservas con la República provoca un extrañamiento con su maestro (fue la única de sus alumnas que no se apuntó a la Falange) y su marcha al exilio al terminar la Guerra Civil, dando clases en las universidades de La Habana, Puerto Rico y México. Vuelve a Europa en los cincuenta estableciéndose primero en Italia y luego en Francia para volver definitivamente a España en 1984 (una vez desaparecido el dictador) estableciéndose en Madrid.

María Zambrano es coetánea con la generación del 27 y se la reconoce como una representante de las “sin sombrero”, movimiento de liberación cultural de aquellos años. La práctica totalidad de su obra (una veintena de libros) está escrita fuera de España aunque arranca de las ideas de su maestro Ortega en relación con el desarreglo entre el yo y sus circunstancias que hace al hombre perder sus raíces, es decir, sus sentimientos.

María Zambrano, muy marcada por el exilio y por su historia, valora la necesidad de analizar nuestros sentimientos y nuestra historia interior. Siguiendo su paralelismo, España entera lleva dormida siglos, y está comenzando a despertar. Cada despertar, cada amanecer, suponen un inicio de relación del individuo con todo lo que le rodea, pero en su caso, el exilio supone una especie de muerte o de no vivir, de abandono de todo lo que marca su existencia, un alejamiento que conlleva una crítica de lo adquirido, de lo moderno, de la propia guerra. Pero para ella esta escisión, vivida de forma tan personal, es una constante aplicable a  la historia de la humanidad.

Aceptado que la modernidad, el acúmulo de conocimientos y el desarrollo de la situación política, han sepultado al hombre, y de una manera mucho más significativa, a la mujer, lo que se impone para superar esta situación, es buscar el fondo, lo real de la persona, un fondo que ella identifica con lo oscuro, lo sagrado, en donde se inicia la persona, que para Zambrano representa recuperar lo divino, es decir, hay que recuperar lo divino de la humanidad, representado por la inexcusable existencia de los dioses, y para conectarse con ellos, el único medio posible es lo que ella denomina “la razón poética”, una poesía que se haga con la razón, o una razón que se haga poética sin dejar de ser razón. Un concepto que no puede ser sistematizado ni concretado, y cuya única forma de manifestación son las metáforas.

La razón poética por tanto es multidimensional en el tiempo, un tiempo que divide en tres planos: la psique (sin orden), el cuerpo (tiempo físico, pasado, presente y futuro) y el tiempo humano (supratemporal, por encima del tiempo) cuya representación plástica es la música, notas que se entrelazan formando una armonía. La apuesta de Zambrano es por lo tanto, por  la libertad, una libertad que conecta al humano mediante su capacidad creadora con lo profundo con lo real,  lo sagrado, en donde habitan los dioses, a los que presenta como seres necesarios.

María Zambrano no fue descubierta en España hasta que en el año 1966 el filósofo y Catedrático de Ética y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, José Luis López-Aranguren (1909-1996) escribiera un  artículo en la Revista de Occidente titulado “Los sueños de María Zambrano”, dando a conocer su obra. Años más tarde comenzaría la cadena de reconocimientos que incluyen el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 1981, y el Premio Cervantes en 1988, además de ser declarada hija predilecta de Andalucía y doctora honoris causa por la Universidad de Málaga.

A su muerte fue enterrada en el cementerio de Vélez-Málaga y siguió recibiendo reconocimientos. Hija Predilecta de la Provincia de Málaga, su nombre se le dio a la Nueva Estación Central de Ferrocarriles de Málaga, a la Biblioteca Central de Filología y Derecho de la Universidad Complutense, hija adoptiva de Segovia, etc., etc.   

                                                                 Jesús Lobillo Ríos

                                          Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena

                                                    “benaltertulias.blogspot.com”

 

Bibliografía.-

J. F. Ortega Muñoz.-“María Zambrano. Breve Antología”. Proyecto Sur Ediciones, 2004

José Ortega Y Gasset.-“Teoría de Andalucía”. Revista de Occidente 1942.

Jordi Gracia. “José Ortega y Gasset. Santillana 2014.

J. Correa Román. “María Zambrano: el nacimiento de la razón poética”. Filosofía &Co.  2022

Maite del Moral. “María Zambrano, una filósofa comprometida entre las “sin sombrero”. 2021

María Zambrano.-“Claros del bosque”. Alianza 2023.

María Zambrano.-“Persona y Democracia”. Alianza 2022.

María Zambrano.-“Delirio y destino”. Alianza 2020.

María Zambrano.-“El hombre y lo divino”. Alianza 2024.


domingo, 27 de octubre de 2024

L sororidad en María Zambrano

LA SORORIDAD EN MARIA ZAMBRANO[1]

 

Quiera considerarme su lectora y su amiga adicta y admiradora

que desea encontrarla algún día en este mundo. Dios la guarde.

(Gabriela Mistral a María Zambrano: “Cartas”)

 

A través de este artículo, dedicado a la memoria de María Zambrano, nuestra filósofa malagueña más universal, nos hemos decantado, como historiadora e investigadora feminista, por poner de manifiesto su postura vital que la apartó, voluntariamente, en su momento, del movimiento feminista de la época. Para ello hemos releído (de nuevo) Delirio y destino (su obra más autobiográfica) escrita en La Habana en 1952, uno de los varios países que la acogieron durante sus largos años de exilio. Al mismo tiempo, queremos destacar esa sororidad que destacamos en el título, que mantuvo a lo largo de su dilatada vida y que, paradójicamente, está íntimamente ligada a la filosofía del mismo movimiento del que ella parece tomar distancia.

Si bien no es lo más recordado de su obra, ya sea ensayos, libros o artículos, María aborda temas poco explorados por los filósofos como es el sueño, la poesía o el saber femenino. Concretamente sobre este último aspecto (lo femenino) elaboró una serie de textos, de denuncia y reflexión, en los que pone al descubierto el, prácticamente nulo, papel de las mujeres en la sociedad como consecuencia del dominio absoluto y controlador del hombre.

Por otra parte, habrá que recordar que en la malagueña existe una ambigüedad en cuanto a su postura frente al movimiento feminista y sus análisis sobre la diferencia sexual; sin embargo, cuando repasamos su libro autobiográfico Delirio y destino nos damos cuenta que en él conviven, por una parte, su preocupación e interés en pensar qué significa ser una mujer y, por otra, su tentación de negar la importancia de la diferencia sexual y pensar sólo desde un sujeto universalizado. Contradicciones, por otra parte, que arrastramos las personas y que forman parte de nuestra socialización y nuestra experiencia. En este sentido, María estuvo muy influenciada por el ejemplo de su padre, un profesor de ideas socialistas, colega de Antonio Machado, a quien describe en el texto ya citado al frente de un desfile del Primero de Mayo, en Segovia, donde impartía sus clases: «…en el que iba […] con traje oscuro y corbata, en medio de hombres de blusa y chaqueta de pana››. Este sentimiento hacia lo popular se manifiesta lo largo del texto como cuando afirma, hablando con el padre: «¡Ah, si los que mandan escucharan de vez en cuando lo que nadie se atreve a decirles! Y el padre, sonriendo irónicamente con un deje de admiración le contesta: Claro, mujer, ya no hay Sibilas››. Más adelante, María, siguiendo ese sentimiento de sororidad enunciado en el título de este artículo escribe sobre una de las chicas de servicio que trabajaron en su casa: «…recordaba a aquella muchacha venida de un pueblo [...] llorando delante de un trozo de carne porque no podía comerlo››.

En esta misma línea, abundando en el interés por las mujeres y su situación en la sociedad, María escribe una primera serie de artículos en el periódico madrileño El Liberal, en la sección “Aire libre”, y en una columna titulada “Mujeres”, una serie de 15 artículos, de carácter social, que salen a la luz a partir de junio de 1928. En su libro autobiográfico también destaca algunas de las charlas impartidas, junto a sus compañeros, en centros obreros: «Estaba lleno de las cigarreras […] hablaban sin apenas tema […] y ellas entendieron perfectamente. Serias, escuchaban atentamente con los ojos brillantes››. Sin embargo, no duda en poner de manifiesto la “rareza” y lo “inédito” que significaba que una mujer interviniera en estas palestras políticas, y así lo manifiesta en algún momento en su libro cuando interviene en una de las charlas dirigidas a las mujeres. Escribe: «Mira, nos habían dicho que iba a venir una mujer y es una muchacha. Qué jovencita es, parece tener sólo veinte años››.

Años después, en el exilio de La Habana, dictaría una serie de conferencias sobre la situación de la mujer en la historia, recogidas en dos artículos publicados en la revista Ultra, además de los varios ensayos que dedicó a diversas figuras femeninas, ya fueran personajes de ficción, ya fueran mujeres reales. Entre ellas las primeras: Safo de Lesbos, Eloísa, Sor Mariana Alcoforado, las mujeres de Galdós −Nina, Tristana, Fortunata e Isidora−, Beatriz o Antígona; o mujeres reales como Lucrecia de León, dama de la corte de Felipe II; Diótima de Mantinea, sacerdotisa griega del silgo V (a.C.); Juana de Arco; la laica dominica del siglo XIV Catalina de Siena; Bernadette, la visionaria de Lourdes o la también filósofa y activista política Simone Weil, a quien María había conocido en Valencia durante el II Congreso Internacional de Escritores.

Sobre la figura de Antígona, fundamental en la vida y en el pensamiento de María Zambrano, llegaría a dedicarle varias decenas de textos entre 1947 y 1967. En 1948, en la revista cubana Orígenes, bajo el título “Delirio de Antígona” se publicó este ensayo que años más tarde, en 1967, daría lugar a su única obra teatral: La tumba de Antígona, publicada en México. Antígona representa para Zambrano el símbolo del sacrificio encarnado en ella misma, en su propia madre y en su hermana Araceli, víctimas inocentes, las tres, del fenómeno demoledor del nazismo y el exilio y es reconocida, como alguien afirma, como: «Un ejercicio de hermenéutica feminista, es decir, un proceso crítico y emancipador compatible con los objetivos del feminismo, por lo que, aunque María Zambrano no se definió a sí misma como feminista, puede ser considerada como tal, al tiempo que la pionera de la metodología crítico-feminista española››. Lo que es cierto es que María, en todo momento, puso todo su empeño en destacar cualquier iniciativa o actuación en la que intervinieran las mujeres. Es el caso, por ejemplo, en el que uno grupo de personas influyentes, aristócratas, trataban de aconsejar al entonces Alfonso XIII: «entre ellos algunas damas››, destaca. Tampoco olvida a las jóvenes estudiantes que participaron en las primeras algaradas que anticiparon la República. Varias de ellas fueron a parar a la Cárcel de Mujeres: «La prisión de las muchachas fue la primera, la que marcó el camino››, enfatiza.

El largo exilio de María Zambrano incluye varias estancias en el Caribe, en Cuba y Puerto Rico, entre 1940 y 1953. Algunos autores creen que es significativo que mucha de su escritura feminista se llevó a cabo en estos lugares, poniéndolo en conexión con la relación tirante con su esposo y su colaboración con su amigo ˗˗algunos estudiosos los vinculan como algo más que amigos˗ Gustavo Pittaluga, también exiliado en Cuba, en su tratado Grandeza y servidumbre de la mujer: Situación de la mujer en la Historia, publicada en aquel país en 1946. En aquellos momentos María estaba casada con el historiador Alfonso Rodríguez Aldave, del que se divorció posteriormente. Anteriormente había tenido una larga relación con el capitán Gregorio del Campo Mendoza, un maño, fiel a la República, fusilado en 1936, con quien tuvo un hijo, fallecido a los pocos días[2].

Aunque Zambrano no creía en el término «feminista», sí creía en la libertad, y en el derecho implícito a la igualdad por ser personas. Por medio de su trabajo posibilitó la expresión de las mujeres, en su pluralidad y diversidad. En 1988 se convirtió en la primera mujer en ganar el Premio Miguel de Cervantes, siendo así la figura femenina del pensamiento español más importante del Siglo XX. Finalmente, el 6 de febrero de 1991, fallecía en Madrid, siendo enterrada en su ciudad natal Vélez-Málaga.

 

 

                                 Rosa María Ballesteros García

                       Vicepresidenta del Ateneo Libre de Benalmádena

                                   “benaltertulias.blogspot.com”                                                       



[1] Término que se refiere a la relación de solidaridad entre las mujeres.

[2] Con relación a esta pareja, Marifé Santiago Bolaños prologó y editó: Cartas inéditas (a Gregorio del Campo) de María Zambrano, publicadas por Ediciones Linteo en 2012. Como Gregorio, también fueron varios los miembros de su familia víctimas de los golpistas: una hermana y otro hermano fusilados y varios exiliados.

domingo, 20 de octubre de 2024

Francisco Guerra Pérez-Carral

                                           FRANCISCO  GUERRA  PEREZ-CARRAL

MÉDICO, INVESTIGADOR, PROFESOR, HISTORIADOR, BIBLIÓFILO, REPUBLICANO Y EXILIADO

Se trata sin ninguna duda del más importante bibliógrafo español del siglo XX y XXI, heredero de la aptitud intelectual y la bibliofilia de su paisano y predecesor Marcelino Menéndez Pelayo. Farmacólogo de formación, hizo importantes aportaciones sobre la acción de los digitálicos y la actuación del salicilato en la fiebre reumática, pero la gran pasión de su vida fue la historia de la medicina, para lo que se entregó a reunir libros y formar una colección de gran valor, de unos 5000 ejemplares que donó finalmente a la biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid.

Nació en Torrelavega (Cantabria) en 1916, hijo de un comerciante (Miguel Guerra Calderón) que pudo proporcionarle una buena educación, estudiando Medicina en la Universidad Central de Madrid, en donde en 1936 era alumno interno del Profesor Teófilo Hernando, Catedrático de Terapéutica, Materia Médica y Arte de Recetar y colaborador en su laboratorio de Tomás Alday, otro cántabro que le introdujo en la investigación de los cardiotónicos. Simultáneamente fue secretario de la FUE madrileña (Federación Universitaria Escolar). Debido a un accidente perdió una pierna, hecho  que no le impidió desarrollar su actividad médica aunque sí el servicio de armas en la guerra civil.

El comienzo de la guerra le sorprendió en Londres, alistándose en los servicios sanitarios en los que llegó a alcanzar el grado de mayor médico, creando un hospital en Villasana de Mena (Burgos), y director, con el grado de comandante médico, en el Hospital de Montjuich en Barcelona.

Terminada la guerra marchó a Francia, dejando atrás una familia con todos sus bienes confiscados y un hermano comunista salvado en última instancia de ser  fusilado, obteniendo un visado para viajar a México en donde continuaría con sus trabajos farmacológicos y sería Profesor de Farmacología en la Universidad Nacional de México. Más tarde marcharía a Estados Unidos donde enseñaría farmacología en la Universidad de California (Los Ángeles) y en San Francisco (1956- 1957) en donde comenzaría a interesarse por los estudios de la historia de la medicina contactando con  figuras como A. Castiglione, Henry Sigerist, Ch. D. Leaky y sobre todo el Profesor John F. Fulton, fisiólogo y fundador de la Yale Historical  Medical Library, en donde llegó a ser Profesor de Historia de la Medicina y, más tarde, durante una década, responsable del Departamento de Historia de la Medicina Americana en la que se había hecho una autoridad, en el Wellcome Institute de Londres, de 1961 a 1972.

Francisco Guerra obtuvo cinco doctorados en su vida, en Medicina, Cirugía, Ciencias, Historia y Filosofía, aparte de los doctorados honoris causa que tiene en universidades de los cinco continentes. Escribió un total de 70 libros, a destacar el “Método de farmacología experimental” (1946) y “Manual de farmacología” (1951) con una excepcional descripción de las sulfamidas y los nuevos antibióticos, y sobre todo “The precolumbian mind: un estudio sobre la naturaleza aberrante de los impulsos sexuales, las drogas que afectan al comportamiento y la actitud hacia la vida y la muerte, con un estudio de la psicoterapia en la América precolombina” (Seminar Press 1971) de enorme éxito en Inglaterra y Estados Unidos. Fue clave su obra “La medicina precolombina” publicada con ocasión del V Centenario del Descubrimiento de América. En su haber hay además unos 300 artículos.

Aunque no dejó de venir a España ocasionalmente, regresó de forma definitiva en 1971 en el declive de la dictadura incorporándose como profesor de Historia de la Medicina a la Universidad de Cantabria y después a la de Alcalá de Henares, llegando a ser Vicerrector, y en la que publicó su obra fundamental “La medicina en el exilio republicano” (1973) como un homenaje debido a tantos médicos exiliados republicanos como él, “cuya razón ética se mantiene viva en la mente y el corazón y sigue proyectando unas normas de integridad moral que debe de conocer la juventud que acude a las aulas universitarias.”

Tras su jubilación fue nombrado Profesor Emérito en la Universidad de Alcalá y en 2008 recibió el título de Hijo Predilecto de Torrelavega. Falleció en Madrid en 2011 a los 95 años de edad.

                                                                              Jesús Lobillo Ríos

                                                     Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena

                                                                     “benaltertulia.blogspot.com”

Bibliografía.-

J. R. Saiz Viadero.-Fundación Bruno Alonso. Archivo PDF.

M Díaz Rubio.- Biomedes.es

M. Sánchez Mariana. Biblioteca Histórica UCM. 2007. 

Escritores cántabros .com

Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. “Médicos españoles en el exilio”

domingo, 13 de octubre de 2024

Juana Ginzo

Juana Ginzo (1922-2021): La voz de la radio

98 años de lecciones

Nació y murió en Madrid, con casi un siglo de edad. Se llamaba Juana Ginzo Gómez y era hija de un impresor y una cigarrera. Es posible que a las generaciones más jóvenes no les suene el nombre, pero los más veteranos, los que teníamos la radio como medio de entretenimiento e información antes de que llegara la televisión, no podemos olvidar la personalísima voz de esta mujer que fue una de las grandes actrices de la radiodifusión de nuestro país, además de locutora y actriz de doblaje para el cine, donde llego a participar en algunas películas, entre otras: Los ladrones somos gente honrada, Aeropuerto, El tigre de Chamberí, La estanquera de Vallecas o Bearn o la sala de las muñecas.

            Miembro de una familia de clase obrera y socialista, nunca en toda su larga vida se desclasó y fue todo un ejemplo de coherencia con sus principios. Se casó muy joven con un joven de su misma clase, de oficio tornero: un «obrerete››, como ella misma declara en uno de sus libros de memorias titulado La pasión de vivir con un montón de años, publicado en el año 2000. Posteriormente escribió otros dos libros, también muy personales: Parejas: el amor y otras libertades y Mis días de radio, publicados, respectivamente, en 2002 y 2004, en los que aborda, junto a su compañero Juan Rodríguez Olivares, su vida privada y su vida profesional.

            Mujer inquieta, viva e inteligente fue un ejemplo de superación personal. Autodidacta, como tantas personas de su misma clase social, no se resignó a permanecer anclada en el rol para el que estaba, a priori, destinada. Ese destino pareció que iba a cumplirse y que comenzó, como era natural, casándose muy joven con aquel «obrerete›› ya citado, de forma que con sólo 23 años ya era madre de dos hijos. El primero murió siendo un bebé y el segundo tenía sólo unos meses cuando ella decidió dar un cambio radical a su vida, y la Juana que trabajaba como asistenta se inició en lo que sería su nueva vida: la radio.

Sin embargo, y aquí comienza su extraordinaria aventura, esa arriesgada «pirueta›› no supuso una ruptura traumática, como hubiera sido lo normal, dadas las circunstancias (no olvidemos que estábamos en plena dictadura). Ella cuenta, con muchísimo humor en su libro, que el marido, una bellísima persona, muy generoso, comprendiendo sus inquietudes y su afán de superación, no le puso impedimentos. Es más, como el divorcio estaba prohibido, le firmó un poder para que pudiese tener su dinero, pasaporte e independencia. Verdaderamente, un verdadero ejemplo de «rara avis›› y, como se llevaba tan bien con los padres de ella (vivían juntos desde que se casaron), Juana decidió que, como era ella la que rompía la pareja, a ella le tocaba abandonar el hogar, de forma que Juana voló y el marido se quedó con los suegros, porque lo querían «como a un hijo››.  

Y el tiempo siguió su marcha, y esa intrépida Juana: joven, separada y con un hijo, luchando en la España del franquismo más duro, tan difícil para los más desfavorecidos y más duros, si cabe, para aquellas gentes que vivían como podían su exilio interior, siempre temerosos de las persecuciones políticas, las delaciones, las detenciones. En definitiva; el silencio, el miedo y las mujeres sometidas a la doble obediencia al estado y al marido o padre. En todo este contexto podemos hacemos una ligera idea de le enorme valentía y de lo agotador que tuvieron que ser estos primeros años para esta mujer hasta encontrar acomodo. Todo ello no hubiera sido posible sin una férrea voluntad y unos principios mamados durante su juventud republicana. Según opinión de una de sus mejores amigas, la actriz Lola Herrera, Juana se comportaba ya en 1946 como una feminista radical y de izquierda. En su opinión, fue una «maestra de vida›› que se puso «el mundo por montera en un mundo de prohibiciones››.

Y llegó el año 1946 y Juana escucha en la radio que se convocaba un concurso para ser locutora y actriz de radio. Decide dar el paso y se presenta, no tiene nada que perder. El certamen lo convocaba un tal Robert Steiner, y el seleccionador era el actor Manolo Bermúdez, más conocido por su seudónimo artístico: «Boliche››, quien acertó de pleno augurándole: «podrás vivir toda la vida de la radio››. No se equivocó, a partir de ese momento iniciaría una exitosa carrera en la radio que la convertiría en una de las voces más emblemáticas del cuadro de actores de Radio Madrid (Cadena SER), dirigido por Antonio Calderón. La fama le llegó en 1953 con la serie «Diego Valor››. Durante las décadas de 40, 50, 60 y 70 fue protagonista de incontables seriales y brilló, con especial éxito de público en la mítica «Ama Rosa››, sin embargo, este papel dramático, tan distinto de su personalidad (el de una mujer sometida) le provocó muchos conflictos ideológicos, que le provocaron una úlcera duodenal, según sus propias palabras. En alguna entrevista llegaría a confesar que le repugnaba interpretar ciertos papeles, pero que no tenía otra: «Había que comer››.

Y el tiempo siguió su marcha, y siguieron pasando los años y Juana, incansable, seguía luchando, como nuestro clásico, contra los elementos. De este modo, en 1972 conocería al compañero con el compartiría su vida hasta el final: Luis Rodríguez Olivares, un periodista que trabajaba como guionista en el programa Hora 25, veinte años más joven que ella. El primer encuentro fue, como se relata: Juana entró como una exhalación en el estudio: «Se abrió la puerta de la redacción violentamente y apareció una mujer impresionante, Juana Ginzo, que se puso a pedir a gritos dinero a todos los presentes y cuando le preguntaron que para qué quería el dinero dijo que era para comprar un cuadro››, así lo recuerda Luis. La recaudación era para ayudar a unas mujeres que vendían dibujos, pinturas y litografías para recaudar dinero para presos políticos y sus familias. Así era Juana y para Luis, desde aquel día, fue alguien irresistible. Compartieron vida hasta la muerte de Juana en 2021.

Fue un ejemplo de vida para quienes la rodearon. Una de sus mejores amigas y compañera, Natalia Figueroa (esposa del cantante Rafael) dijo de ella que fue un ser «fuera de serie. Es la libertad, la independencia, la inteligencia, la coherencia, la fuerza››. Y También valiente, muy valiente: «Yo aprendí a no tener reputación, aprendí a ser una señora de vida rara››. Se jubiló a los 60 años. Sus últimas actividades fueron en «Días de radio›› y más tarde, entre 1999 y 2003 en el programa «Lo que es la vida››. Fue galardonada con el Premio Ondas a la mejor actriz en 1957, Antena de Oro (1971), Premios Mujeres Progresistas (1991) y Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (2005).​

 

En palabras de Iñaki Gabilondo, para rematar esta breve biografía, Juana «se comía la vida a bocados››.

 

                                                   Rosa M. Ballesteros García

                                  Vicepresidenta del Ateneo Libre de Benalmádena

                                                  “benaltertulias.blogspot.com”

domingo, 6 de octubre de 2024

Educación y aborto cero, hoy día

EDUCACIÓN Y ABORTO CERO, HOY DIA

 

Ahora que estamos al comienzo del curso escolar, desde las Escuelas Infantiles hasta la Universidad y pasado ya este último tan tórrido verano, que esperamos no nos haya secado demasiado la mollera a más de uno, nos metemos de lleno en la instrucción, que sí puede gozar de unas merecidas vacaciones. Sin embargo, la Educación, por su parte, no goza de unas merecidas vacaciones, aunque se hayan relajado los resortes que siempre la mantienen en vilo y a favor  de una buena convivencia de toda la ciudadanía.

No obstante, hemos podido saber, según las noticias que nos han facilitado, durante este verano,  que  los defectos y huecos de una buena educación, incluida la afectiva y sexual, nos produce pesadillas, porque no hemos aprovechado precisamente las luces de una verdadera Educación.

Hace algo más de diez años, pudimos leer en un periódico digital:  malaka.es, de nuestra provincia, diez artículos que nos proponían “Educación y aborto cero”.

No sabemos cómo se vuelve, o mejor dicho, se siguen las andadas de los asesinatos machistas, ya sean directamente sobre las mujeres o sobre sus hijos, vicariamente.

Entonces se nos insistía en que una verdadera Educación afectiva y sexual nos llevaría al aborto cero, pero no que un aborto cero nos llevaría a una verdadera educación afectiva y sexual motu proprio.

Durante este interregno educativo, tan característico de este país, hemos podido asistir, a una gran cantidad de diatribas y hasta de bulos mediáticos, incluso de una cierta presión judicial, que nos mostraba la cara oculta de la llamada «Ley del “sí es sí”», que tenía, si no más audiencia y más sentencias a su favor, sí más presión mediática de los casos revisados, lo que creaba  un ambiente de derribo de la Ley y de la expulsión de sus promotores, cuando una ley es una obra del Parlamento, con su poder legislativo, que es lo que necesita para poder echar a andar. Luego, una vez que se pudo conseguir orillar a los promotores primeros de la ley, ya parecía que la ley no era tan mala, dura lex, sed lex, porque estaba claro que ya no hacía ninguna falta tener que demonizar a sus promotores, porque ya se había conseguido el principal objetivo de la contienda que consistía en su defenestración perpetua no revisable.

Marilyn Monroe ya nos dijo una vez, siendo joven todavía, pues parece ser que no quiso ser mayor que muchos de nuestros políticos, que “lo que las mujeres quieren es admirar a un hombre, no educarlo”.

Después de muchos años, nos encontramos que las mujeres ya no quieren ser las segundas madres del hombre, sino que se conforman con ser sus compañeras. Para ello ya están saliendo leyes que pueden favorecer esta educación del hombre. Sin embargo, como el supremacismo masculino, por decirlo finamente, tarda en ceder, hoy ya hay mujeres que con la inseminación artificial pueden ser madres sin pasar por la vicaría ni por el registro civil de parejas de hecho. Incluso ya todo el mundo conoce casos de amigas que se ponen de acuerdo, incluso cada una por su lado, en ser madres y seguir su amistad, ya diferente, como nuevas madres y viejas amigas.

Ya sabemos que los hijos y las hijas necesitan mucho tiempo y cuidado y bastante tiene una mujer, hoy en día, para conducir y acompañar en su vida a su prole, como para tener que acompañar, conducir y educar a su hombre. La Educación afectiva y sexual debe ser efectiva para todos y todas.

Es más, puede pasar que un bebé, con su seguimiento médico, tras una inseminación artificial, no tenga más remedio que nacer por cesárea. Así, sin alarmar a nadie con chismes televisivos o cotilleos mediáticos o supuestos bíblicos, hoy día, una mujer puede incluso ser virgen antes del alumbramiento, en el alumbramiento y después del alumbramiento, tendiendo los abortos a cero.

Ahora queremos recordar que en el artículo de “Educación y aborto cero (3)”, publicado el 12 de enero del 2014, se nos citaba a Fátima Mernissi, nacida en Fez (Marruecos), doctora en Sociología y Premio Príncipe de Asturias de las Letras (2003), que afirmaba que “La Educación de las mujeres es el contraceptivo más eficaz para reducir su fecundidad”. Visto lo visto, las mujeres parecen más fáciles de educar afectivamente que los hombres, que suponen no necesitar de dicha educación.

 

                                                                José María Villanueva Gil

                                                              “benaltertulias.blogspot.com”