domingo, 17 de mayo de 2020

ELOGIO DE LA RESPONSABILIDAD

Ayudas a una confinación (17/5/2020)                                           


                                            ELOGIO DE LA RESPONSABILIDAD



Una de las cosas que nos van quedando claras respecto a la pandemia covid-19 es que se transmite por vía aérea, es decir, de persona a persona, a través de la tos y el estornudo, por lo que la distancia física de dos metros entre interlocutores, cubrirse adecuadamente al toser y estornudar y, para mayor seguridad, la utilización de mascarillas, constituyen los elementos básicos a utilizar en primera instancia para evitar la propagación de la infección.
Solo existe un método  superior en eficacia a lo que acabamos de  mencionar y es la confinación. Si no hay interlocuciones, si no hay exposición personal, no hay tampoco posibilidades de propagación. Pero las necesidades vitales obligan a la comunicación y a la organización de esta comunicación en aras a entorpecer al máximo la extensión de la pandemia. Y en esta labor planificada participamos todos los ciudadanos concernidos por el problema.
No conocemos el momento en el que empezamos a ser contaminadores porque ello puede iniciarse antes de los pródromos virales, ya sabidos, de fiebre, tos y malestar, y antes por tanto de este momento deberemos tomar las medidas necesarias no solo para iniciar nuestro cuidado, sino sobre todo para cuidar de los demás para evitar la extensión de la infección.  Todos somos potenciales contaminadores de nuestro entorno y por ello todos sin excepción debemos utilizar las medidas de prevención sugeridas: mascarillas, distancia física, y extremar los cuidados higiénicos.
La mascarilla es el principal elemento que evita el contagio a los demás y la mascarilla de elección es la quirúrgica que restringe en gran medida las posibilidades de que nuestros efluvios en forma de microgotas superen un ámbito controlado, y deberemos llevarla en todas nuestras actividades sociales en las que no podamos asegurar mantener una distancia de seguridad mínima de un par de metros. Las otras mascarillas, FFP-2 y 3, aseguran un mayor nivel de protección al individuo no contaminado y su beneficio es bueno para él fundamentalmente, es decir, es más individual que general.
En tanto no dispongamos de un tratamiento o una vacuna, la enfermedad  y su contagio ocasionan el desarrollo de un cuantioso programa de trabajo y la puesta en marcha acelerada de gran cantidad de recursos humanos que precisan de una cualificación no fácil de seleccionar, como también son difíciles de improvisar las estructuras necesarias para  llevar a cabo los cuidados que precisa la población en hospitalización de vigilancia, de medicalización o  de unidades de vigilancia intensiva.
La continua exposición personal de estos profesionales de la salud ha puesto de manifiesto una entrega y una vocación en la asistencia  corroborada cruelmente con la muerte de un importante porcentaje de ellos que nunca podremos agradecer lo suficiente. Todos aquellos que consiguieron superar la enfermedad conocen la capacidad y el sacrificio que se ha repetido miles de veces con todas las altas habidas, y la impotencia y la depresión que rasgaron a tantos espíritus nobles cuando la recompensa encontrada fue el deceso.
Solo la manifestación ciudadana de una responsabilidad contundente en el escrupuloso cumplimiento de las normas necesarias (distancia física, mascarillas e higiene) que impidan los rebrotes y la repetición de las duras escenas habidas en este tiempo pasado,  constituirán una gran demostración de nuestro  recuerdo y agradecimiento.

Jesús Lobillo Ríos
Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena

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