RESUMEN
María Blanchard (1881-1932): Otra
gran desconocida
María (Cuca para sus familiares y amigos), como todas, o casi todas las pintoras de la llamada “Edad de Plata” ha sido, hasta hace relativamente pocos años, una desconocida. Descrita como un “animalito asustado en un rincón”, o una “dulce sombra”, la describía el poeta Federico García Lorca. Triunfó en el arte, pero lo hizo viviendo un exilio voluntario en París, ciudad en la que se había refugiado huyendo del rechazo que su cuerpo de jorobada le marcaría de por vida, no solo su personalidad, sino su arte. Sí, era jorobada desde que vino al mundo (se dice que debido a una caída de la madre cuando estaba embarazada de ella) y esta deformidad, y el rechazo social, la hizo encerrarse en sí misma. Su tabla de salvación fue la pintura, el arte, y la necesidad de transmitir la belleza que a ella le había sido negada.
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