LA DEPURACIÓN FRANQUISTA DE LOS DOCENTES
La dictadura franquista en su afán de estar en posesión de la
verdad, como paso previo a la perpetuidad, inició la depuración del personal
docente en el mismo inicio de la guerra civil siguiendo las directrices
militares (purga militar) para pasar posteriormente a ser competencia del
Ministerio de Educación dando lugar a un cuerpo de leyes y normas establecidas,
creándose una serie de organismos
estatales, como las Comisiones Depuradoras Provinciales, formadas por
funcionarios ya depurados, creados específicamente para gestionar el enorme
volumen de trabajo administrativo a que la depuración dio lugar.
A través de este cuerpo
legislativo se justifica que el magisterio durante
la Segunda
República estuvo en manos inapropiadas, por lo cual era necesaria
una revisión de la instrucción pública, para poder extirpar las supuestas
falsas doctrinas arraigadas durante el periodo republicano (relativismo,
laicismo, etc...).
Las bibliotecas públicas y privadas también sufrieron el proceso
de depuración. Especialmente intensa fue la depuración que se produjo con los
libros de texto escolares: periódicamente los distintos boletines provinciales
hacían pública la relación de libros de texto autorizados por las autoridades
educativas franquistas. La depuración afectó a todos los maestros, desde la
enseñanza pública a la privada, incluye
ndo también a la religiosa, desde la
primaria hasta la universidad, y por
supuesto a las Escuelas Normales.
ISABEL GRANA GIL es Profesora Titular de Teoría e Historia de la
Educación de laUniversidad de
Málaga
Aforo: 24 asistentes
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