JOSE SANCHEZ-COVISA Y SANCHEZ-COVISA
MÉDICO,
DERMATÓLOGO, CATEDRÁTICO, ACADÉMICO Y
DIPUTADO REPUBLICANO
De carácter resueltamente liberal
y agnóstico, formó parte del grupo de médicos que impulsó decisivamente la
ciencia española en la primera mitad de siglo XX en el campo de la
Dermatología, como catedrático y fundador de la Sociedad Española de
Dermatología y Sifilografía. Exiliado, no se le permitió regresar a España en
sus últimas horas, ni comunicar su fallecimiento.
Nació en Huete (Cuenca) en 1881,
en una familia de nueve hermanos. Con menos de 3 años su familia, por cambio de
destino de su padre, se trasladaron a vivir a Madrid. Cursó el Bachillerato en
el Instituto Cardenal Cisneros y la carrera de medicina en la Universidad
Central, obteniendo su licenciatura con premio extraordinario en 1903. Al año
siguiente, 1904, se graduó como doctor con una tesis titulada “Algunas
consideraciones generales sobre el concepto de la clorosis”.
Fue alumno interno por oposición
en la Facultad de Medicina, siendo designado como ayudantes de clínicas del
Hospital de San Carlos donde trabajó en la cátedra de Medicina Interna con el
profesor Alonso Sañudo, al que siempre consideró su maestro. En 1908 ganó por
oposición plaza en el cuerpo médico de la Beneficencia Provincial siendo
destinado al Servicio de Dermatología del popular Hospital de San Juan de Dios,
que había alcanzado gran fama en el tratamiento de las enfermedades de la piel
y en donde había desarrollado su labor el doctor Olavide considerado el
fundador de la Dermatología en España, y que regentaba en ese momento el
prestigioso doctor Juan de Azúa Suarez, que determinó su dedicación médica y al
que consideró siempre su segundo maestro, y al que sucedió en 1926 tanto en el
Servicio del Hospital como en la Cátedra de Dermatología de la Universidad
Central, siendo el primer catedrático que alcanzó la plaza por oposición.
Sanchez Covisa fue, por tanto un
Dermatólogo con una gran formación en Medicina Interna. Hizo múltiples
aportaciones al estudio de la sífilis y de la lepra, siendo pionero en los
tratamientos relacionados con el bismuto y en el desarrollo de las medidas
sanitarias para combatir la extensión de la lepra, siendo una de sus grandes
obras la creación de un Instituto de Enseñanza
Leprológica.
En 1920 asumió la Presidencia del
Colegio de Médicos de Madrid, y en 1932 Decano de la Facultad de Medicina.
Presidente de la Academia Médico Quirúrgica y
Presidente de Honor de la Sociedad de Dermatología, y miembro
correspondiente de las academia francesa y Argentina. Dado su enorme prestigio
en 1928 ingresó en la Real Academia de Medicina en el sillón número 20 con el
discurso “El problema social de la lepra en España”.
Como republicano convencido participó
en las elecciones en 1931 resultando elegido Diputado a Cortes Constituyentes
por el partido Derecha Liberal Republicana de Alcalá Zamora en la que votó a
favor de una Constitución Laicista para abandonar luego el partido y afiliarse
a la militancia de Acción Republicana de Azaña. Se desempeñó con éxito como
secretario de mesa de la cámara y en el desarrollo de las labores organizativas
de la misma.
A finales de 1936 emprendió su
exilio en París siguiendo a su cuñado el doctor Teófilo Hernando Ortega con
cuya hermana, Teresa, había contraído matrimonio en 1912, unión de la que hubo
tres hijos María, Joaquín y Teresa. Todavía volvió a España a Valencia y a
Barcelona donde ejerció la docencia como adjunto en la universidad catalana. Al
terminar la guerra fue destituído de su cátedra, y convencido de la
imposibilidad de seguir trabajando se exilió de forma definitiva.
Marchó a Nueva York donde el ex
ministro Álvarez de Mendizábal, compañero de tribulaciones políticas, le
transmitió una invitación para ser nombrado asesor técnico de la División de
Venereología del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social de Venezuela lo que
le decidió a instalarse en Caracas en donde ejerció ese cargo y trabajó en el
Hospital Vargas, pero no pudo ejercer la medicina privada porque la obtención
del permiso para ello implicaba renunciar a la nacionalidad española. Publicó
diversos artículos científicos y pronunció conferencia en centros
universitarios y docentes, lo que le valió ser reconocido como doctor Honoris
Causa por la Universidad Central de Caracas, distinción que no pudo recoger por
su fallecimiento.
Falleció en 1944. En sus últimos
días quiso volver a su patria y solicitó la repatriación que le fue denegada
por las autoridades franquistas, que incluso denegaron permiso para poner en su
esquela sus títulos académicos.
Jesús Lobillo Ríos
Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena
“benaltertulia.blogspot.com”
Bibliografía.
Fonseca Capdevilla, E. Seminario
Historia de la Dermatología. Trujillo (Cáceres) 2018
Díaz Rubio García, M. Real
Academia de la Historia
Arévalo C J. Profesor Sanchez
Covisa. Revista.SVDerma.org. 2015
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