ELOGIO DE MARIA GOYRI
Poco conocida en nuestros medios,
fue, en su tiempo, una referencia
internacional como investigadora del “romancero hispánico” y una experta en
Lope de Vega, del que afirmaba ser, jocosamente, su última conquista. Nació en
Madrid en 1873 y falleció en 1954. Salvo dos años que pasaría en el País Vasco
con su familia materna, vivió siempre con su madre, Amalia Goyri, que la tuvo
soltera (como su abuela Vicenta la había tenido a ella) que la educó hasta los
doce años enseñándole gramática, francés y dibujo de forma cuidadosamente
planificada, así como inculcándole la afición al ejercicio al aire libre.
A los doce años, 1885, y hasta
1891, estudió en la Asociación para la Enseñanza de la Mujer (AEM), creada en
1870 como producto de la Institución Libre de Enseñanza, compaginando sus
estudios con la Escuela de Comercio y la de Institutrices y la Normal de
Magisterio, obteniendo los títulos de Comercio, Institutriz y Maestra, y al año
siguiente en 1892 por enseñanza libre el Título de Bachiller.
En este mismo año de 1892 se
celebró en el Ateneo de Madrid el Congreso Pedagógico
Hispano-Portugués-Americano en el que se dio a conocer mediante la lectura de
un trabajo, en defensa de una ponencia de Concepción Arenal, en el que defendió
el derecho y la capacidad de las mujeres a formarse y trabajar, que fue
calurosamente aplaudido por las presentes mereciendo la particular felicitación
de Emilia Pardo Bazán, y que posteriormente darían lugar a sus “Crónicas femeninas”
que alcanzaron al Congreso Feminista de Londres de 1889.
Al año siguiente debió obtener un
permiso del Ministerio de Fomento para poder asistir a las clases de la
Facultad de Filosofía y Letras, que posteriormente pudo continuar como alumna
oficial y obtener su licenciatura en 1896, desarrollando su tesis doctoral
sobre “La difunta pleiteada” de Lope de Vega, pero que no pudo leer hasta 1909.
Trabajando en la Escuela de
Estudios Superiores del Ateneo de Madrid en una edición crítica de “El Conde
Lucanor”, conoció al joven Ramón Menéndez Pidal que preparaba su tesis doctoral
sobre “Don Juan Manuel”, hecho que les aproximó en el intercambio de libros,
documentación e impresiones, y que terminó en boda en 1900 pese a la fuerte
oposición de la familia del recién nombrado Catedrático Numerario de Filología
Comparada de Latín y Castellano (1899).
El viaje de novios lo programaron
siguiendo la ruta del destierro del Cid Campeador en el que obtuvieron la
constatación, con el acercamiento a los lugareños, de la fuerte persistencia de
los romances castellanos en la memoria popular, comenzando a reunir y archivar
datos sobre el “Romancero Castellano” que posteriormente sería desarrollado en
Granada como “Romancero Gitano” por Federico García Lorca y se extendería a
Cuba con otros entusiastas seguidores.
En 1905 formó parte de la
Comisión de Damas de la Unión Ibero-Americana que pusieron en marcha el Centro
Ibero-Americano de Cultura Popular Femenina. Viajó a EEUU con su marido y tomó
nota de los muchos medios que allí existían para sus prácticas educativas.
El matrimonio tuvo tres hijos:
Jimena, Ramón (que fallecería con cuatro años) y Gonzalo. Establecieron su
residencia en San Rafael, en la Sierra de Guadarrama madrileña por donde tantas
excursiones habían hecho y se dedicó a desarrollar una intensa actividad
pedagógica con la ILE y la JAE, siendo profesora de Literatura en la Residencia
de Señoritas que dirigía María de Maeztu, y presidió el comité de intercambio
de estudiantes con universitarias
norteamericanas. De estas actividades nacieron el “Lyceum Club Femenino” y la “Asociación
de Mujeres Universitarias”. Y otros proyectos como el “Protectorado del Niño
Delincuente”.
Al inaugurarse en 1918 el
Instituto Escuela, en Madrid, María redactó con su experiencia como pedagoga,
los programas y metodología de la enseñanza de la Lengua y Literatura Española,
siendo directora de la sección de párvulos y profesora, trabajando
simultáneamente en la confección del Diccionario Calpe y en el Diccionario Manual
de la Academia de la Lengua.
En 1925 se trasladaron a vivir a
una nueva residencia en Chamartin (Madrid)en donde siguió sus investigaciones
sobre el romancero y sobre Lope de Vega y su labor pedagógica hasta que la
guerra civil interrumpió todas las actividades. La dictadura clausuró todos los
centros de enseñanza relacionados con la ILE por sus ideas liberales y sobre
María elaboró un informe en el que la Junta de Defensa Nacional la definía como
“persona de gran talento, de gran cultura, de una energía extraordinaria, muy
persuasiva y de las personas más peligrosas de España siendo sin duda una de
las raíces más robustas de la revolución”.
No obstante terminada la guerra
pudieron reunirse de nuevo en la casa de Chamartin en la que aún hoy sigue
siendo la Fundación Menéndez Pidal y sede del Archivo María Goyri, en donde
pudo continuar sus investigaciones sobre Lope de Vega.
En Noviembre de 1954, a la edad
de 81 años falleció, dando fin a una vida dedicada a la investigación y la
enseñanza, y a la defensa de la capacidad de las mujeres para desarrollar
cualquier actividad. Cumpliendo su deseo fue enterrada sin lápida.
Jesús Lobillo Ríos
Presidente del Ateneo Libre de
Benalmádena
“benaltertulias.blogspot.com”
No hay comentarios:
Publicar un comentario