LA
CULTURA EN BENALMÁDENA
Definimos la cultura como todo
aquello que embellece a la naturaleza. Por ejemplo, un jardín es cultura. Un
edificio es cultura y una calle es cultura. Todo lo que nos rodea, todo lo que
facilita y confortabiliza nuestra manera de vivir es cultura. La forma en que
cuidamos y conservamos los testimonios y los recuerdos de nuestra vida es
cultura.
Mirando a nuestro pasado, la
conservación de aquellos vestigios testimonio de nuestros ancestros es cultura.
El cerro de la era, la cueva del toro y los restos de la fábrica de salazones
son cultura. Y la forma de conservarlos definirá nuestro interés por nuestra
cultura.
Pero la cultura no solo se
considera en pasado. Nuestras calles, nuestras plazas y nuestros edificios
actuales son nuestra cultura actual. La medimos por su estado de conservación,
por su forma de utilización, por su
limpieza, la higiene pública, las buenas costumbres urbanas, por la facilidad y
comodidad de su utilización. Cultura son los paseos, las terrazas, la facilidad
de desplazarnos entre ellos.
Hablamos hasta ahora de una
cultura patrimonial que no es toda nuestra cultura porque de este exquisito cuidado
cultural emana nuestra exquisita relación vecinal, nuestra comprensión,
nuestros compromisos con nuestros bienes y en definitiva nuestra educación y
nuestros modos de convivencia. La afabilidad y la sencillez en el trato. Las
miras elevadas de nuestra consideración hacia los demás, la aceptación consentida
de todos aquellos jubilados que han decidido vivir con nosotros y
enriquecernos, a su vez, con su cultura.
Este trato culto proviene de una
cultura inmaterial, otro tipo de cultura que se desarrolla paralelamente a la
necesidad patrimonial que es la cultura humanística, el conocimiento de las
bellas artes, la música, el cine, las bibliotecas, los círculos de lectura, los
ateneos, la actividad de las asociaciones, todo lo cual puede situarse a la
accesibilidad ciudadana si contamos con los medios para ello.
Toda cultura deja huella de su
existencia de forma material o inmaterial a través de las obras construidas o
de los testimonios escritos en los
periódicos. Un periódico es el testimonio más fiel de nuestra historia
cultural, un periódico sin ataduras que publique, evalúe y critique libremente
las noticias de nuestro ámbito cultural. La existencia de prensa libre es el
barómetro más fiel de una cultura que se consolida.
La cultura tiene indudablemente
unos costes necesarios para su materialización y sin cuya aportación organizada
no sería posible su florecimiento. La conservación de nuestro patrimonio está
encomendada, como una obligación, a nuestros poderes públicos que además de
conservar, protegen y profundizan en sus valores. Lo mismo ocurre con la
conservación de las playas, importantes hasta el punto de dedicar una
concejalía a su mantenimiento. Y lo mismo ocurre o debería ocurrir con las
actividades de las asociaciones culturales.
El tejido cultural, numeroso, de
Benalmádena, se mantiene gracias a la generosidad municipal. Llegamos aquí a la
consideración de que la oferta cultural se convierte en una inversión a
recuperar en cultura, educación, conocimientos y mejor vivir. El desarrollo
cultural estará en proporción directa con el gasto que el Ayuntamiento dedique
a su crecimiento y tendrá la cara y el aspecto que nuestros ediles quieran
darle, es decir, las preferencias y el progreso cultural serán marcados por los
intereses económicos o ideológicos, las necesidades o el conocimiento de los
componentes de nuestro consistorio, de forma que la cara cultural de
Benalmádena mostrará la cara de su Ayuntamiento que no tiene porqué corresponder
forzosamente a la de los benalmadenses sean torruscos, chichilindres o
adheridos.
Nosotros deseamos para
Benalmádena una cultura abierta y moderna, sin condicionamientos ni lastres
políticos, sociales ni religiosos, una cultura laica, generosamente respaldada
por nuestro ayuntamiento, que permita un desarrollo sin trabas capaz de brillar
con luz propia dentro y fuera de nuestro ámbito que sea capaz de aprovechar las
posibilidades que su enorme sustrato le proporciona para llegar a ser la
auténtica Ciudad Cultural por la que todos llevamos luchando muchos años.
Jesús Lobillo
Ríos
Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena
“benaltertulias.blogspot.com”
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