FELICES FIESTAS
Se cumplen diez meses desde que
el Ateneo interrumpió de forma obligada sus actividades presenciales para
reducirlas a estas añorantes comunicaciones que no pueden sustituir a nuestros
animados debates semanales en los que defendíamos diversos puntos de vista.
No será posible por lo tanto una
edición renovada de nuestra fraternal felicitación anual con motivo de estas
fiestas de acercamiento sincero, que superan en su veracidad al arcano fervor
que las rodea o a la mimetización patria con que hoy se las quiere disfrazar, pero
permanecerán los signos inequívocos de compartición en los dulces y viandas y sobre todo en las consumiciones
espirituosas que aun sin vernos podremos brindarlas a la salud de todos que seremos ausentes.
La protección facial
(mascarilla), la distancia de seguridad (nadie a menos de un brazo extendido) y
la limpieza de manos, nos acompañarán inseparablemente a todo tipo de reunión
sea comercial (compras), familiar (reuniones) o esparcimiento (visitas al
alumbrado). Debemos huir de todo tipo de aglomeraciones y de los espacios
cerrados a los que exigiremos ventilación. Todos debemos protegernos por
nuestro propio interés.
Más difícil y comprometido se
plantea el problema ante los desplazamientos y las reuniones familiares pues los
lazos consanguíneos no forma parte de la convivencia y por duro que nos parezca,
los nietos pueden contagiar a sus abuelos que serán siempre los grandes
perjudicados.
En estos días nuestra principal
acompañante debe de ser la prudencia frente al bienintencionado triunfalismo de
los reclamos oficiales que tanto nos animan a salir como a quedarnos en
casa, pero que no deben de apartarnos
del hecho de estar tratando de evitar una tercera ola del todo indeseable a las
puertas ya de la anhelada vacuna que todavía no sabemos lo que nos va a
solucionar.
La prudencia y la sensatez
esperamos, así mismo, que impregnen los discursos oficiales cuya credibilidad
está absolutamente agotada tras años de insistentes y reiteradas falacias que
en nada contribuyen a encomiar nuestra decidida voluntad de avanzar juntos.
Pero por encima de todas las
circunstancias, a todos deseamos profundamente unos felices días y un venturoso
año nuevo con el deseo grande de que pronto podamos volver a reunirnos para
continuar con nuestros comunes afanes culturales.
Jesús Lobillo Ríos.
Presidente del Ateneo Libre de Benalmádena
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