domingo, 5 de febrero de 2023

La interpretación de la poesía

LA INTERPRETACIÓN DE LA POESÍA

 

Hace unos días me dio por releer algunos versos de Antonio Machado y me dije: “Voy a leer el prólogo”. En dicho prólogo el erudito exponía profundos pensamientos sobre lo que el autor quería expresar; explicaba el significado de las palabras fuente, agua y tarde según los distintos contextos y la trayectoria vital del autor. Se enredaba en sesudas disquisiciones. Tengo que decir que no acabé el prólogo, pues me sobrevino un dolor de cabeza, que me avisaba de que era mejor dejar la lectura.

Creo que ante un libro de poesía es mejor no leer el prólogo y acudir virgen a la cita con el autor. Leer poesía no es entender perfectamente lo que dice el autor, sino que nosotros ponemos nuestra parte, con nuestra experiencia vital, a la hora de entender lo que leemos: adaptamos lo escrito a nuestra vivencia, y entonces se convierte la lectura en un encuentro entre autor y lector. No, la lectura no es escuchar una disertación del autor, sino que es una sensación que se crea en el alma del que lee.

Los versos nos sirven si nos tocan por dentro. Si no nos hacen sentir nada, no nos sirven: es inútil quebrarse la cabeza con lo que quiso o no quiso decir el autor. Si no lo sentimos, el verso se queda para el autor. Es similar a contemplar un cuadro. Leer poesía, en definitiva, es pararse en el tiempo, desocuparse y dejarse llevar por lo leído a la raíz de nuestros sentimientos.

 

                              Francisco Marín Urrutia

                 EL ATENEO LIBRE DE BENALMÁDENA

                           “benaltertulia.blogspot.com”

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