¡Todos a la cárcel!
1939: la Guerra Civil había finalizado y
los españoles se disponían a retomar de nuevo la normalidad, pero los años que
siguieron, la posguerra, no iba a ser tan normal ni tan pacífica, especialmente
para las familias que habían apostado por la República. Aquellos diez primeros
años iban a ser especialmente duros teniendo en cuenta que no se pudieron recuperar los niveles de vida de 1935 hasta bien entrados los años 50.
Fueron los llamados «años del hambre» y de un mercado negro que trajo como
consecuencia una nueva clase: los estraperlistas. Sin embargo, el resultado más
terrible de los tres años de guerra civil fueron los cientos de miles de muertos,
tanto en los frentes como en las retaguardias; los miles y miles de presos que
desbordaban las prisiones o los incontables exiliados que huyeron por miedo a
las represalias y las depuraciones. Objetivamente, el rigor represivo fue
enorme. En este sentido, el historiador y analista político Carlos Barciela[1]
escribía en un artículo que «incluso un personaje como Himmler aconsejara a
Franco, durante su visita a Madrid, una política de menor rigor represivo y más
favorable a la integración de la clase obrera en las estructuras del ´Nuevo
Estado´»; pero el rigor llegó hasta los que habían intentado «amenizar» y a su
modo «humanizar» los terribles años de sufrimiento de la población.
¿Quién no conoce
a la familia Aragón? Todos recordamos a los «payasos de la tele» que tantos
años amenizaron nuestras tardes: se llamaban Gabi, Miliki, Fofó y Fofito y
provenían de una larga saga de payasos cuyos antecesores más inmediatos fueron Emig
(Emilio), Thedy (Teodoro) y Pompoff (José María), considerado éste como uno de
los mejores en su oficio, junto con sus hios Nabuconodosorcito
(José) y Zampabollos (Emilio); todos ellos, a su vez, descendientes de Gabriel Aragón, conocido
como «El Gran Pepino», y de la amazona equilibrista Virginia Foureaux, a quien éste
conoció en Granada, ciudad donde actuaba el Grand Cirque Foureaux. Por cierto, que el fundador de la saga,
Gabriel, era entonces un joven seminarista perteneciente a la burguesía
granadina del siglo XIX que colgó los hábitos por amor para convertirse en el
futuro payaso. La pareja tuvo 15 hijos e hijas, ocho dedicados al circo.
Podemos decir, pues, que si la saga por parte paterna viene de lejos, aún más
longeva es por la parte materna que se remonta al bisabuelo de Virginia, el
francés Jean Baptiste Foureaux, fundador de la dinastía Fouraux y líder de una
famosa compañía itinerante de artistas callejeros de finales del siglo XVIII.
Y
de nuevo retomamos el fin de la guerra, la posguerra y, como no podía ser de
otra forma, las represalias y las depuraciones de las que fueron especiales
víctimas algunos de los artistas que durante el conflicto intentaron
neutralizar el horror del momento. En el caso que nos ocupa, el castigo se cebó
en el clan de los Aragón: Pompoff, sus hijos Zampabollos y Nabucodonosorcito;
sus hermanos Thedy y Emig, éste último
famoso por crear «el negrito cubano» que con la cara pintada de negro y vestido
con un traje de botones, hablaba con acento cubano. Todos ellos fueron
detenidos, acusados de haber actuado en los frentes y de haber colaborado en la
construcción de un refugio que abrieron en su casita del Puente de Vallecas,
donde residía la familia, pero lo que más pesaba para la acusación era el
protagonismo «político» que Pompoff había tenido durante los años de la
República al haber sido el primer presidente de la Asociación de Artistas
Españoles de Variedades y Circo, perteneciente a la UGT, a la que se afiliaron
numerosos artistas, entre ellos nombres tan populares como Angelillo,
Estrellita Castro, Niña de los Peines, el actor Rafael Arcos o Ramper, el
payaso más popular de la República o Luisita Esteso, gran actriz cómica, quien
proponía prohibir el alterne a los artistas en los cabarets, denunciar a los
empresarios que incumplieran contratos y cotizaciones, demandaba auxilios
sociales y, especialmente la dignificación de la profesión. El fiscal pidió
pena de muerte para toda la familia pero, según se cuenta, un capitán que los
admiraba se ofreció a defenderlos, y al final salieron absueltos después de
pasar seis meses en la cárcel.
Tras
morir Emig, el gestor del grupo, en 1946, el grupo se trasladó a Cuba, y
posteriormente a México, Argentina, Puerto Rico y los Estados Unidos, donde
llegaron a trabajar con el gran Buster Keaton (conocido en nuestro país como
«Cara de Palo». Regresaron a España en 1967. El circo era un lugar en el que
uno podía olvidarse por unas horas de la triste realidad. Grandes escritores
como León Felipe (El payaso de las
bofetadas) Mario Benedetti o el alemán Heinrich Böll, con su soberbia
novela Opiniones de un Payaso, han
rendido homenaje a estos artistas que, además de hacer reir y entretener a su
público no dudaron, en el caso que nos ocupa, de comprometerse como ciudadanos,
alineándose con la República.
Del libro Vallecas, en la mirada de Alfonso. Imágenes
recuperadas (1921- 1936), recogemos algunas palabras de nuestros payasos: «Nosotros
somos de izquierdas (afirmaba Pompoff a la prensa de la época). Siempre lo
fuimos. Pertenecemos a la Izquierda Republicana y a la Unión General de
Trabajadores, y es natural que desde el primer momento nos dispusiéramos a
prestar nuestra ayuda hasta donde fuera posible». Y Thedy añadía: «La guerra
actual es sólo entre capital y trabajo. Y nosotros, que hemos vivido siempre
del pueblo, estamos con los trabajadores. Las puertas de nuestra casa están
abiertas para todos los antifascistas, y en nuestra mesa se sientan muchas
personas necesitadas de la barriada». Dos hijos de Pompoff y Thedy servían al
ejército republicano. Uno, en Intendencia. El otro, como conductor al servicio
del Ministerio de la Guerra. Junto a ellos, el tío Emig, que con cincuenta y
seis años, fue nombrado teniente de la República.
Nuestro homenaje a
todos los payasos del mundo: pasados, presentes y futuros, incluído el señor
Volodímir Zelenski, quien se encuentra, desgraciadamente, en una terrible encrucijada.
Rosa Mª
Ballesteros Garcia
Vicepresidenta del Ateneo
Libre de Benlmádena
“benaltertulias.blogspot.com”
“ateneolibredebenalmadena.com”
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