EL INFANTE D. LUIS DE BORBÓN
Felipe de Borbón y Baviera, duque
de Anjou, nació en Francia, en 1683, segundo hijo del Gran Delfín de Francia,
con escasas posibilidades de heredar el trono francés, pero era sobrino nieto
del Carlos II, último rey de la Casa de Austria en España, que le designó como
heredero a su muerte sin descendencia en 1700. Felipe fue proclamado rey de
España en el Palacio de Versalles, en Paris, título que ratificó ante las
Cortes Castellanas en 1701 como Felipe V.
De su primer matrimonio con María
Luisa de Saboya tuvo 4 hijos de los que solo viviría el cuarto que reinaría
como Fernando VI. De su segundo matrimonio con Isabel de Farnesio hubo siete
hijos. Carlos III que reinaría hasta 1788, Francisco que murió al mes de nacer,
María Ana futura reina de Portugal, Felipe futuro rey de Nápoles, María Teresa
futura esposa del Delfín de Francia, nuestro protagonista Luis Antonio Jaime
para el que no hubo posibilidades ni reino que adjudicarle, y María Antonia
futura reina consorte de Cerdeña.
Luis Antonio Jaime de Borbón y
Farnesio nació en 1727, último hijo varón de Felipe V y hermano menor de Carlos
III, sin posibilidades de acceso al poder, es calificado como hombre de escaso
carácter que estuvo dominado por su madre y por sus hermanos reyes, aunque se
concede que era campechano, afable y algo extravagante. Su formación fue
descuidada y laxa, notable su afición a la caza, y múltiples sus aventuras
amorosas, de forma que algunos historiadores no dudan en clasificarlo como un
“bon vivant”.
La falta de medios, y quizás de capacidad,
para nombrarlo rey de alguna posesión descuidada, indujeron a sus padres a
dedicarlo a las labores eclesiásticas a fin de que pudiera mediar y mejorar en
las relaciones con el Estado Vaticano. La labor diplomática de los prelados
españoles fue rápida y fructífera. En 1741, con solo 14 años, el infante, sin
necesidad de ser sacerdote, había obtenido varias encomiendas de órdenes
militares, el hábito de Santiago, el arzobispado de Sevilla, el cardenalato y
el arzobispado de Toledo, que le reportaban una renta anual de 160.635.454
maravedíes equivalentes a 160 millones de euros.
Sin embargo su escasa atracción
por la vida religiosa y su agitada vida amorosa con las secuelas consecuentes
de comentarios y escándalos, le indujeron a renunciar a sus dignidades
eclesiásticas, con los beneficios que incluían, al cumplir los 27 años en 1754,
para comprarle poco después en 1761 a su hermano Felipe el Condado de Chinchón
por casi 14 millones de reales, es decir, algo más de 36 millones de euros,
convirtiéndose en el XIII Conde de Chinchón.
A estas alturas su vida se había
disipado por completo, era un empedernido cazador, no tenía ningún tipo de
cometido en la corte, pero cultivaba las artes, las ciencias y todo tipo de
relaciones, especialmente señaladas con varias mujeres del pueblo llano y no
tan llano, de las que se sabe que hubo al menos tres hijos conocidos, y del
destierro de alguna amante y sobre todo de un pintor amigo, acusado de
alcahuete, que debió continuar su vida en América. Lo peor es que adquirió una
enfermedad venérea, posiblemente sífilis, que le obligó a suspender sus
actividades palaciegas lo que despertó las sospechas de su hermano el rey dando
lugar a una investigación que llevaron adelante los confesores reales.
La solución a este desorden
notorio devino en conseguir para él un matrimonio que amoldara sus andanzas a
un ámbito familiar, hecho no deseado por su hermano el rey que temía que su descendencia pudiera
competir con la suya propia en la pugna por la corona ya que sus hijos eran nacidos y criados en Italia.
Para ello Carlos III dilató el permiso real para la boda todo lo que pudo y
posiblemente manipuló para impedir que se casara con alguien de la nobleza real,
y no satisfecho aplica aún a su hermano la Pragmática de 1776 mediante la que
le prohíbe vivir a menos de 50 leguas de la corte y el uso del apellido Borbón
y de sus armas, que tampoco podrán usar sus herederos, es decir, lo destierra y
lo expulsa de la corte.
El infante D. Luis contrae, al
fin, matrimonio morganático en 1776 a la edad de 49 años con María Teresa
Vallabriga y Rozas, una jovencita de 17, perteneciente a la nobleza aragonesa,
de segunda fila, en Olías del Rey, en la capilla del castillo de la Duquesa de
Fernandina y Marquesa de Villafranca, con la mayor discreción, escaso cortejo y
la presencia del arzobispo de Toledo. Imposibilitados para vivir en su Palacio
de Boadilla, la pareja deambula por Velada (Toledo), Cadalso de los Vidrios
(Madrid) para asentarse definitivamente en Arenas de San Pedro (Ávila) donde se
hicieron construir un Palacio en 1780 que quedó inconcluso por falta de
liquidez.
Tuvieron 4 hijos, el mayor, Luis María,
nació en Cadalso en 1777 y llegaría a ser Cardenal Arzobispo de Toledo, el
segundo (1779) murió sin cumplir el primer año de edad, la tercera (1780) fue
una hija María Teresa, futura Condesa de Chinchón y esposa del favorito Godoy,
a la que Goya inmortalizaría con un extraordinario retrato, y la cuarta (1783) también
fue hija María Luisa nombrada Dama de la Orden de las Damas Nobles de la Reina
María Luisa.
Además de la caza y de las
escasas visitas que podían tener en Arenas de San Pedro, el infante D. Luis
creó una pequeña corte a su alrededor favoreciendo artes como la música
acogiendo a Bocherini y de la pintura en donde destaca su relación con Goya,
que le pintó un total de 14 cuadros, entre los que destacan el ya mencionado de
su hija María Teresa y “La familia del Infante D. Luis”, otro gran retrato que
representa la presencia de 14 figuras, ampliamente discutidas por los expertos,
y que en la actualidad se muestra en la Fondazione Magnani-Roca de Parma.
El infante falleció en 1785
siendo enterrado en el Convento de San Pedro de Arenas. En 1788 al morir Carlos
III, su hijo Carlos IV levantó las sanciones que pesaban sobre su descendencia.
En 1800 sus restos se trasladaron al Panteón
de Infantes del Monasterio de San Lorenzo de el Escorial, por orden del Rey.
Jesús
Lobillo Ríos
Presidente
del Ateneo Libre de Benalmádena
“benaltertulias.blogspot.com”
Bibliografía.-
Juan Manuel López Marina.
Investigador “.El Infante D. Luis de Borbón”
Francisco Vázquez García. U. C. “Luis Antonio Jaime de Borbón y Farnesio”
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