ELECCIONES Y
EMOCIONES
Ahora que Karlota (con perdón)
nos ha traído unas aguas, que han sido bastante bien recibidas, nos embarga un
buen nivel de emociones, que ya pensábamos dormidas. Siempre se ha dicho que de
ilusiones también se vive, pero queremos que las ilusiones sean justificadas
con emociones y no nos hagan perder los estribos y caernos de los caballos o
del nido delante de los tractores.
Podemos pensar, aunque sea
algunos días bajo los paraguas, este año de tantas elecciones, que lo que más
necesitamos son emociones y que nos resulten más amistosas, más agradables y
más que sólo deseables.
En este turbulento mar de dudas y
elecciones, podemos encontrarnos con los inquisidores de antaño, que nos
empañen las ilusiones con sentimientos totalmente anticatárticos, que no nos
permitan despojarnos de tantas tétricas vestiduras, que nos entristezcan aún
más las diferentes fiestas democráticas con las cercanas llamadas de las urnas.
Es verdad que cada cual juega su
papel con su papeleta, pero las papeletas, que nos sitiarán este año por todos
los costados, serán tan distintas y diversas, que no podemos dejarnos llevar
por el hastío, cuando, precisamente, nos estamos jugando el porvenir. No
podemos, descuidadamente, dejarnos llevar de dudosas y hasta falsas ganancias
pretéritas por incompletas o incumplidas, que tantos dolores de cabeza nos
están acarreando, porque entre todos hemos labrado mal el campo de la
inteligencia y la razón.
Con nuestra inteligencia
emocional por bandera debemos participar votando favorablemente en bien de
todos y no solamente para beneficio de unos pocos, que tienen el apoyo de los
que nunca tienen ni han tenido ganas de que se participe y se vote en masa.
Podemos recordar que, en Galicia, una vez no se llegó ni al 48% de participación.
Pues bien, en el caso de que algún partido consiguiera el 51% de los votos, con
esa participación, no representaría ni el 25% del electorado.
Con el poco margen democrático
que se nos concede y nos queda, prácticamente, con las elecciones, no podemos renunciar
a acercarnos a votar, pero, eso sí, con verdadero conocimiento de los
compromisos a los que tenemos derecho y que se detallan en programas políticos
claros y definidos y no empujados por el escandaloso mercado de las
descalificaciones y de los insultos con que tantos años nos llevan torpedeando,
de día y de noche, por la falta de proyectos y porque partidos que nos han
gobernado, a veces, se muestran demasiado respetuosos dándole una mano de cal
para blanquearse sus casillas, cosillas y tinglados.
Tenemos que abandonar a su mala
suerte los sentimientos negativos y catastrofistas, que a todo trance y a todas
horas, se nos inoculan desde todos los medios y por todos los rincones que
carecen de alma.
Después de estos últimos años de
instigaciones y no de investigaciones, queremos que nos aclaren los palos
sociales y laborales que nos dieron los que nos hablan de buena gestión y que
pretenden, a todo trapo, que nos lo creamos.
Podemos recordar que el PP nos
subió el IVA al 21% (para crecerse), que creo el impuesto al sol (para que no
nos quemáramos y que arruinó a cantidad de empresas), que nos impuso el
impuesto a los premios de la lotería (no fuera que nos enriqueciéramos
excesivamente), que vació la caja de las pensiones y solo subió las pensiones ridículamente
un 0.25% y que nos clavó,además, a los jubilados con el copago farmacéutico,
que constitucionalmente llevó a cabo una amnistía fiscal a los ricos, que
regaló a los bancos 60.000 millones de euros, porque no los hemos recuperado...
Podemos hablar entre nosotros,
que somos más, de muchas cosas y ver con claridad que, además, la ley electoral
que tenemos es demasiado conservadora y poco representativa.
Podemos ver claro, así, que si no
hay una fuerte participación y con conciencia de hacernos entre todos un favor
a la mayoría currante de esta España (única, grandiosa y liberal) no podremos
salir de la fosa que unos pocos nos han preparado y que nos creemos que no
existe.
Si es buena gestión atropellar a
la mayoría o no denunciar ya claramente la malísima gestión de los herederos de
la dictadura, seguiremos equivocándonos, incluso otros ochenta años.
JOSEMARIA BARRIONUEVO GIL
El Ateneo Libre de Benalmádena
“benaltertulias.blogspot,com”
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